Este mes y medio de temporada del Barça está dando mucho de sí. Se está hablando del gran nivel mostrado por Brandon Davies, Cory Higgins y Nikola Mirotic. Del proceso de adaptación de Álex Abrines. De cómo Delaney se ha convertido demasiado pronto en base titular del equipo sin estar preparado. De las numerosísimas lesiones. Del posible descontento del vestuario con Pesic. Del bajo nivel de Oriola hasta hace una semana. De la aparición de Bolmaro. De lo difícil que lo va a poner Kuric para que le resten minutos. Y sin embargo no se habla casi nada de Adam Hanga, una auténtica bendición para Svetislav Pesic.

Por las circunstancias le ha tocado lidiar con un papel poco agradecido, el de base de urgencia. Las lesiones de Heurtel y Pangos le llevaron al puesto de “1” para acompañar al recién llegado Delaney y al joven Bolmaro, un rol que desempeña habitualmente con su selección pero en contadas ocasiones con el Barça. Así pues, Hanga lleva jugando fuera de su mejor posición toda la temporada y aun así el resultado es satisfactorio. Tanto es así que amenaza con convertirse en algo más que un recurso puntual.

Hanga es un todoterreno. Un torrente de energía en los dos lados de la pista, intenso, con un buen manejo, de los mejores defensores perimetrales, mortal en transición, buen roboteador y un buen tirador de 3 cuando tiene tiempo y espacio. No es un buen tomador de decisiones a alta velocidad, un generador fiable desde el bote y tampoco un jugador demasiado autosuficiente, defectos aparentemente incompatibles con un base, pero quizá no como un base para este Barça.

Y es que este equipo que va formando Pesic es, de momento, más una suma de individualidades que un conjunto coral. Los 1 vs 1 o los 2 vs 2 tienen más peso que la circulación fluida del balón o el pick and roll. Al equipo le sobran puntos en el roster y ya no tiene la necesidad imperiosa de que los bases sumen en el aspecto anotador. Hace un año la baja de Heurtel hubiera sido una catástrofe, pero esta temporada Pesic ha sumado dos jugadores autosuficientes como Mirotic y Higgins y ahora al base ya no se le exige que haga tantas cosas. Y aquí Hanga tiene su sitio en el “1” porque aporta cosas únicas.

Seguramente sea porque todavía no ha tenido a Pangos ni a Heurtel y porque Delaney no es ese tipo de jugador, pero de momento Pesic ha creado su equipo a expensas de una dirección de juego pura y no le pide a los bases tanto que generen como que dirijan y deleguen. Con Higgins al lado o Tomic y Mirotic en la pintura Hanga tiene que subir la bola, ceder el testigo para que otros decidan y él generar espacios y atacar el rebote ofensivo. Y eso por no hablar del tremendo plus defensivo que supone para el Barça que Hanga pueda defender al base rival.

Lo que ha empezado como una circunstancia coyuntural amenaza con ser más que eso, aunque las lesiones lo están poniendo difícil para que se empiece a aclarar el panorama. Justo ahora que vuelve Pangos Claver ha caído lesionado, lo que obliga a Hanga a ocupar minutos en el alero porque Abrines no es un elemento fiable, de momento. Hasta que vuelva el canadiense no le queda otra a Pesic que seguir jugando con el húngaro, probar con Smits haciendo de Claver y hacer coincidir mucho a Kuric y Higgins.

Hay ganas de ver al roster completo para ver cómo resuelve Pesic el rompecabezas y cómo reordena todas sus piezas, pero el camino que está tomando el equipo invita a pensar en Adam Hanga como un jugador con posible recorrido como base del proyecto. Hoy mismo será una buena prueba, pues el Barça hará frente al, con permiso de Larkin-Micic, la mejor pareja de bases del continente. Pesic se las tendrá que ingeniar para frenar a Llull y Campazzo sin desangrarse con Carroll o Randolph, sobre todo con la baja de Víctor Claver, clave en la defensa de los de Laso estos dos últimos años.

Muy meritoria la temporada del magiar hasta el momento, que además renovó su compromiso con el club hasta el 2022, una apuesta clara de la sección para hacerle uno de los hombres fuertes del vestuario. Su polivalencia es un regalo para el club, que podría jugar con ella para reforzar al equipo en el futuro. Abrines ya ha regresado y quizá a no mucho tardar se pueda dar la opción de Hezonja, así que su capacidad para desenvolverse en tres posiciones le da mucha libertad a la dirección deportiva y a los técnicos de cara al futuro.