Tan fuerte como el eslabón más débil
Se dice que una buena cadena, tiene todos sus eslabones igual. Algunos más adornados, otros más bonitos, pero todos son igual de duros, igual de resistentes para la marcha, porque si uno falla… suele romperse la cadena entera.
En el fútbol no pasa exactamente igual, pero tiene ciertos matices que si podría reproducirse, porque al final, esto es un juego grupal, y para más inri, juegan once contra once (no siempre gana Alemania no)
Los laterales y la cadena
Hoy en día, la posición de lateral está tornándose a veces en una posición crucial, diferencial. Parte desde abajo del todo y en banda, donde (casi) siempre vas a ver el fútbol de cara, amén que quien te quiera presionar va a tener que ir por ti muy arriba. Podemos hablar de salidas de balón, pero quiero ir a la figura de la posición, y aquí el FCB tiene un gran hándicap.
El lateral zurdo, parece fijo, Alba el año pasado ganó una ascendencia y transcendencia brutal en el equipo, fue casi el único elemento profundo y de anchura que este tenía. Este año, lesiones mediante, su nivel no es igual, y fuera de intentar solucionar esa “Albadependencia”, parece que se está acrecentando. Es más, el fichaje de Junior (por tipología) venía a reforzar ese tipo de jugador.
Sin embargo, pese a que la izquierda no rebosa un talento diferencial creativo, la zona diestra ya si está empezando a cojear bastante más. Digamos que con los laterales que tenemos, unido a nuestra plantilla, es complejo (no imposible) poner en marcha un fuerte engranaje atacante.
Portugués y español, ¿dos mitades de una misma naranja?
Antes de entrar en detalle, debemos ponernos en contexto, como cuando uno estudia filosofía. Los laterales son en este FCB el elemento que de amplitud al equipo, desde estático o desde el vuelo, pero anchura y movilidad sin balón son cosas que deben ofrecer en este equipo sin extremos, amén de un plus de regate y cratividad, cosas absolutamente inexistente salvo detalles de SergiRo y Wagué. Porque sí, en el ataque del FCB la movilidad sin balón es una cosa… muy deficitaria, ni hablar ya del regate de los de arriba (y del equipo en general), que se reduce a Messi.
Semedo vino para paliar la sangrante salida de Dani Alves, pero tres años más tarde, todo parece indicar que lo que parecía, nunca será, o al menos, que nos habíamos equivocado de perfil. Cuando juega sin un extremo más o menos puro (OD), su movilidad al espacio y capacidad para rellenar huecos se torno a nula. Si recibe en estático, no es un futbolista con creatividad y agilidad suficiente para conducir o pasar en diagonal por dentro, sus pases suelen ser hacia atrás, porque él no crea.
Aunque ahora esté jugando de lateral izquierdo, y sorprendentemente esté haciéndolo bien (mejor incluso que en su perfil bueno), encontrando pases interiores que desde la derecha no encuentra, esto sigue siendo un signo nefasto para el equipo, porque tampoco marca diferencias desde ese perfil, y favorece el embotellamiento hacia el centro, algo que el Levante nos explotó al máximo, el embudo.
Si hablamos de Sergi Roberto, siempre hemos hablado de que no puede ser lateral derecho porque tiene fallos en esa posición, no puede serlo un interior reconvertido. Y puede ser que lleve razón, pero da cosa que el portugués ni ha olido en 3 años. Cuando el canterano juega de lateral derecho, suele mejorar bastante no solo las jugadas, sino el juego del equipo, porque aunque de interior no da el nivel, de lateral si tiene ese contexto y capacidad para conducir y distribuir, de dar pases diagonales y encontrar gente entre líneas, mejorar exponencialmente la salida de balón.
Pero claro, parece que hablamos del lateral ideal, y no. Aunque reúne todos esos requisitos, su calidad técnica no es top, no es Kimmich en esa posición. Además, no tiene esa aceleración y velocidad que tanto se le pide a un lateral. Además, no es un jugador que pueda ser un puñal por banda, ensanchando y regateando por fuera, es más un lateral interiorizado.
Abajo para arriba
El FCB ha hecho su apuesta por el tridente Griezmann-Suárez-Messi, jugadores tan buenos como condicionantes en el juego grupal. Messi es el mejor, pero la movilidad que necesita el equipo no la da, ni la va a dar, haciendo necesario que sea el resto del equipo quien lo haga. Por eso, vamos a Suárez y Griezmann.
Suárez parece tornarse imprescindible en el engranaje grupal, sin embargo esto me parece una mala noticia. El uruguayo ya no puede aportar ni el regate ni la movilidad que Messi necesita, amén de ser un jugador muy errático en primeros toques y juego de espalda, porque sus pulmones ya no le dejan hacer lo que su cabeza quiere, y el error es que sigue intentándolo como si tuviera 26 años.
Y bueno, a Griezmann se le está pidiendo cosas que hace tiempo no hace (ser extremo izquierdo) o no ha hecho nunca (ser único delantero). Además, el francés tampoco es ese elemento que iba a paliar los defectos de profundidad y regate.
Con todo ello, ¿qué necesita el FCB de sus laterales? ¿Qué harían ustedes con estos perfiles y niveles de laterales? Sin ese plus de regate y creatividad diferencial que el FCB debería poseer en las alas, se torna complejo el rompecabezas
Por cierto, hemos hablado poco de la figura de Wagué, cuando el senegalés se erigió como uno de los componentes fundamentales del filial del año pasado. Con un gran timing, exhuberancia física y una nada desdeñable calidad de regate y pasadora, podría tornarse en una pieza en la que pensar, si se quiere ganar alguien que ocupe la banda.