Se acabó el Europeo de balonmano con una extraordinaria participación de España, la selección tuvo su torneo más sólido desde hace muchos años y su juego la llevó a una final en la que se impuso por agallas, sufrimiento, coraje y por tolerar mejor el desgaste del torneo.

Como indicamos en el anterior post sobre balonmano, los azulgranas participantes estaban teniendo un papel destacado en el torneo, pero eso incluso se incrementó en los últimos partidos del Campeonato; la selección de Croacia se sobrepuso a todos lo problemas con el prominente papel de Luka Cindric, pero sus lesiones le impidieron combatir a España por el oro. Los Hispanos contaron en ese partido con un Gonzalo que paró por momentos por encima del 60%, y con un Aleix Gómez clave en los momentos calientes con su sangre fría en los penales.

Pero no queda ahí la cosa, los de Ribera anularon a Bombac eficientemente en la semifinal ante Eslovenia, pero su liderazgo lo tomó un azulgrana que no ha acabado de triunfar en el Palau, Dolenec, y un futuro miembro de las huestes de Xavi Pascual, el joven Blaz Janc.

El fichaje de Janc puede ser un bombazo, un brutal talento para el extremo derecho, pudiendo jugar de lateral también. Esa es la principal duda, porque su llegada para el extremo lo pondría en competencia con Aleix Gómez y Víctor Tomás, que está a punto de cerrar la renovación, y si es para el lateral teóricamente deberá suponer la salida de su compatriota Dolenec. Un lujo de rompecabezas en cualquier caso.

Las buenas prestaciones de los culés, el comentado retorno de Casper Mortensen y la ausencia de lesiones graves hacen prever una buena segunda mitad de temporada para el Barça, que, ahora sí, pone sus miras en la ansiada Champions League, que, insisto, estoy convencido de que este año ganarán. Ahora viene lo bueno.