QUIQUE SETIÉN Y LA VARA DE MEDIR

Iniciemos este artículo situándonos en el Espanyol 2-Barcelona 2 del 4 de Enero. Quizá equivocadamente, pienso que es ese partido el que enciende las alarmas y en que se empieza a plantear el cambio de técnico eso sí, desconfío que hubiera podido haber algo más que la simple mala imagen de ese partido. Después el Barcelona aun dirigido por Ernesto Valverde perdió frente al Atlético de Madrid en la semifinal de la Supercopa y se optó por buscar un nuevo entrenador. Quiero remarcar esto, porque los hechos indican que no se destituyó al técnico hasta que se tuvo cerrado al nuevo entrenador y aunque pueda ser lo habitual en este caso creo que adquiere importancia, más aun si cabe por cómo fue público el interés por el Barcelona.

Es difícil entrar en todas las preguntas o dudas que pueden surgir pero visto el trato que se le está dando Quique Setien desde la prensa, llego a desconfiar si la medida de la directiva pudo ser más por protegerse ellos mimos ante un hipotético fracaso del equipo dirigido por Ernesto Valverde que porque realmente fuese necesario y creyesen en el cambio de entrenador. Han conseguido que el foco este puesto en el banquillo y desde algunos medios están promoviendo un debate muy dañino. En todo esto, así como en la negativa de Xavi hay que tener presente que en el Barcelona se celebrarán elecciones en año y medio y este hecho puede estar condicionando algunas de las decisiones tanto deportivas como económicas.

Partiendo de que creo que el ciclo de Ernesto Valverde debía haber acabado después de la derrota en la Copa del Rey frente al Valencia y que Quique Setién es un entrenador con el que me identifico me parece que la medida fue algo arriesgada. Sí, cierto que puede acabar saliendo bien y ojalá pero quiero aprovechar esta decisión para darle valor a la figura del entrenador y los procesos a la vez que me hace preguntarme has qué punto esta directiva lo tuvo en cuenta.

Cambiar un entrenador es mucho más que cambiar a la persona que se sienta en el banquillo pero más aun en un club como el Barça y en una situación como en la que se encontraba. Los que entrenáis o jugáis probablemente lo entendáis mejor pero el Barcelona esta ahora como quien dice realizando una pretemporada en plena temporada. La metodología no será la misma y por poner un ejemplo, el cambio de entrenador en ocasiones puede implicar que aparezcan lesiones por culpa de este cambio en los ejercicios o la carga de trabajo.

Dicho esto, y centrándome en Quique Setién confío en que lo puede hacer bien si bien el problema es que el margen de error es pequeño y el tiempo también es escaso. Además, será esclavo de una planificación discutible y la incógnita a resolver del delantero centro.

Me parece interesante recordar una explicación de Guardiola en una entrevista en Gol Televisión en la que le daba valor a la pretemporada por la posibilidad de trabajar la táctica ya que después debido a la cantidad de partidos era más complicado. Guardiola lo expresaba de la siguiente manera:» A este nivel jugando cada tres días tú no tienes tiempo para entrenar. (…) Por eso la pretemporada es tan importante, hacer muy poco físico y mucha táctica»

Volviendo al Barcelona y la baja de Luis Suarez, ya no solo es una cuestión de goles, se trata de que el equipo estaba acostumbrado a los movimientos del uruguayo y de repente se encuentra sin esa referencia. Por ello habrá que estar atentos al cierre de mercado y observar los próximos planteamientos del técnico y cómo utiliza a Dembele que podrá reaparecer en las próximas semanas.

Me parece precipitado hacer un análisis de estos cuatro primeros partidos de forma conjunta, más aun si cabe cuando cada uno tuvo sus matices con la sanción de De Jong en el primero o el partido trampa en Ibiza. Por otro lado, el partido frente al Leganés si bien mejora la imagen del equipo frente al Valencia tampoco puede permitir sacar grandes conclusiones salvo si servirá para abandonar la defensa de tres con la que el Barcelona atacaba en los partidos anteriores. Como comentaba, exigir un cambio radical en apenas unas sesiones de entrenamiento me parece algo injusto pero desde mi punto de vista veo los números de posesión como unos brotes verdes sobre los que construir y recuperar el dominio de los partidos si bien es innegable que falta profundidad y generar un número mayor de ocasiones.

Pienso que esa va a ser la gran tarea de Quique Setién. Buscar soluciones ante equipos que se cierren y ser capaz de que el equipo encuentre el camino. La propuesta que esta planteando puede ser interesante pero quizá le este faltando velocidad en la circulación de balón para ser capaz de llevar el balón de una banda a otra para finalizar en la banda contraria. Esa era una de  las virtudes de su Betis. Sería cuestión de hemeroteca y revisar sus partidos pero a la memoria me viene uno de Junior frente al Espanyol o el de Durmisi frente al Sevilla.

Démosle algo de tiempo, pero tengamos claro que volver a jugar como el Barcelona de Guardiola es bastante complicado por no decir imposible e improbable. Ese creo que también es un problema habitual a la hora de evaluar o exigir al equipo. Tenemos ese listón en nuestra mente y por ahí van nuestras comparaciones. Así se hizo durante la etapa de Luis Enrique y se volvió hacer durante la etapa de Valverde. Podemos querer que juegue de esa manera o con esas intenciones, pero de verdad, partamos de que eso es difícil de repetir porque sino nos estaremos privando a nosotros mismo de disfrutar del juego del equipo o analizarlo de forma objetiva.