Cuando una persona especial se cruza en nuestras vidas lo notamos, lo percibimos hasta cuando no dice nada. Su sola presencia ya genera ese estado de normalidad, de que no pasa nada, que tranquiliza y da paz. Aunque dentro de su ser se esté llevando a cabo la más cruel de las batallas.

Así era Dani y así lo percibíamos sus compañeros y amigos de Rondo. Desde siempre dos aspectos de su existencia le han caracterizado; su amor al Barça y a la vida. Y nos enseñó que eso se podía hacer con toda la pasión del mundo pero sin estridencias, como si no pasara nada…

La ilusión que ponía en sus artículos, las ganas de participar en cualquiera de nuestros podcasts, de hablar del Barça, su Barça, de Leo, su gran ídolo. Siempre con el corazón en la mano, un corazón que no le cabía en el pecho. Ha sido una lección continua de vida para todos nosotros.

Hoy es de esos días que nunca queremos que pasen, pero a veces la vida nos da lecciones en forma de personas que siempre estarán con nosotros, a nuestro lado, estén donde estén. Porque son excepcionales y esa capacidad de estar cerca la tendrán siempre, pase lo que pase, ocurra lo que ocurra.

Dani, tus amigos de Rondo te quieren y siempre te sentirán cerca corrigiendo nuestros textos, esos artículos que ya nunca más serán igual y siempre tendrán un par de líneas escritas por ti.