Hablando de Otis (I)
A ver, ¿cómo lo hago para hablar de Otis en un artículo sobre fútbol? Todos sabemos ¿qué es Otis no? Bueno, es una empresa dedicada a la fabricación entre otros de ascensores, me los encuentro en todos lados. Pero claro, no voy a hablar de ascensores, al menos no de los de Otis. Este artículo va referido al famoso ascensor de canteranos, ya que una vez terminada la temporada del B, es lo que va tocando ¿no?
Darle al botón
Una simple acción te permite que una máquina te baje una cabina que posteriormente te sube los pisos que quieras. Eso lo podemos asemejar a los playoff de ascensos, particularmente al último partido.
Como referencia rápida, el filial se enfrentó al Sabadell en su último partido por el ansiado ascenso, cosa que no se llegó a traducir en éxito. Pimienta repitió equipo en los 3 partidos, y en los 3, se repitió el mismo patrón, la ausencia de Collado restó, no solo calidad individual, sino sistema, mucho sistema.
En esta temporada, 3 jugadores me han parecido troncales por su peso táctico y todos los cambios que su ausencia generaba. De Akieme, Orellana y Collado, quizás el tercero se tornaba una pieza imprescindible por la forma en la que daría pie a jugar al filial. Su ausencia fue suplida por Matheus, un jugador que ni supo pesar en los partidos ni supo darle cierto rigor o semejanza táctica a lo que venía siendo el equipo con Alex.
Dejando eso a un lado, me pareció un trabajo fantástico del Sabadell del que el B no pudo descifrar ni darle la vuelta. El nivel de la línea defensiva se vio agujereado por una inoportuna lesión de Araujo que “posibilitó” el 2-1, que a la postre sería definitivo. Con esta derrota, el filial se despidió de su sueño de ascender, y esta nueva realidad, da pie a varias cosas, entre ellas, una aceleración del famoso ascensor.
Primera planta
A la hora de hablar del ascenso de jugadores por parte de su filial hacia su primer equipo, siempre hay jugadores que están en una situación más difícil que otros, bien por competencia, bien por faltarles un puntito más, bien por una mezcla de todo, etc. Es el caso de los siguientes, bastante delicados:
· Alex Collado: Pese a que para el que escribe, Alex ha sido el mejor jugador del filial, tanto por nivel individual, como por peso táctico en el sistema, la figura del falso extremo diestro está en una situación… rara. Su lesión de última hora, no solo le hizo perderse los playoff, sino posiblemente la pretemporada del primer equipo.
Collado siempre ha sido interior, de los mejores recibiendo a la espalda de los medios del rival, siendo ese tercer escalón del mediocampo (1ºOriol, 2º Riqui y 3º Collado). Con la permanencia del filial en el B, Collado no tiene sitio en esta categoría, al menos como forma de progresión escalonada. Collado puede ver su etapa de formación finalizada con el B en la categoría, de quedarse un año más (lo ideal), sería una auténtica sorpresa.
Si se decidiese permanecer en plantilla, Collado tiene varias piezas por delante a priori, ya que la ausencia de pretemporada va a hacerle partir desde muy atrás en la rotación. Jugador que de extremo diestro no solo tiene por delante a Messi, sino la recién fichado Trincao.
Sin embargo, su capacidad para jugar en dos posiciones lo puede hacer muy válido en una rotación si se decide reducir la plantilla. Si se queda, Collado podrá seguir liderando al B (si se queda con ficha del filial) y pudiendo ser una potentísima pieza para jugar entre líneas en el Camp Nou
· Pedri: El flamante y quizás más ilusionante fichaje de los jóvenes hoy en día. Su paso por Las Palmas y su dominio de la categoría le hace que su paso por el filial sea totalmente inviable. Jugador que reúne unas características brutales para jugar no solo de falso extremo, como Collado, sino por dentro, decidiendo partidos desde el interior.
Sin embargo, salir de esa vorágine del hype que ha ido creando (con razón) le hubiera venido genial si hubiese seguido jugando en una categoría de la que aún tiene que aprender. Además, su paso por las manos de Pimienta le hubiera sentado genial en su juego, no solo mejorándolo, sino añadiendo matices a la hora de recibir y jugar sin balón. El diestro procedente de las Canarias, tendría la capacidad de crecer futbolístiamente, a la par que cronológicamente, al amparo del manto de Pimienta, siempre con la mirada puesta en un primer equipo que tendría a la vuelta de la esquina.
· Akieme: Con las salidas de Vilarrasa y Miranda, el refuerzo en el lateral izquierdo se tornaba imprescindible. El jugador venido del Rayo Vallecano, se asentó en el equipo y empezó a marcar diferencias casi desde el minuto 1, como un “rayo”.
A priori, su capacidad física, su capacidad para ejercer de martillo pilón de manera constante desde la banda era su gran arma, un jugador capaz de subir la banda y de estar generando superioridades tanto arriba como debajo de manera continua durante los 90 minutos. Sin embargo, con el tiempo, dicha exuberancia física no era sino el vehículo para transportar la esencia de un enorme lateral, capaz de pesar tanto en salida de balón como en ataque estático.
Su poder para conducir y emparejarse con éxito con su par, su capacidad para llegar en el momento oportuno o sus conducciones de balón por dentro en zonas altas del equipo, fueron matices que empezaron a disfrutar sus compañeros y el equipo en particular.
Para mí, su único “pero” es quizás la falta de un puntito de calidad técnica para traducir sus acciones en el primer equipo. Pulir y mejorar todo lo que ha ido mostrando durante este año era el objetivo principal de Akieme en el ascensor fallido, y sin este, veremos si su paciencia le hará quedarse un año más, ya que su nivel ha sido para probarse en equipos de un escalón superior.