Acompáñame que quiero estar a solas
Cuando iba a escribir este artículo, y especialmente cuando puse el título, me acordé de mi época en la que tuve que acercarme/ligar con la que hoy es mi novia. Cualquier escusa era válida para ir a verla a donde estaba, pero claro, ir solo…
Una llamada de teléfono y mi compañero me acompañaba. La coartada perfecta. Una vez en el lugar, un acercamiento que abriera el camino y amigo, gracias pero en breves te quedas solo. Una acción de pura generosidad por su parte que redundaría en un gran beneficio en la mía.
Con Messi debe pasar eso, y todo parece indicar que es lo que Koeman busca de manera insistente. Que Messi reciba solo, que el FCB tenga la posibilidad de activar de nuevo los trucos de manera eficaz
¿Dónde?
Si Messi es algo, es fútbol, es libertad. Si bien Messi va a necesitar que le compensen los 360º de su visión, sus zonas de influencia más marcadas son la central y la central-derecha, de arriba (pico del área) hasta abajo (incluso viniendo a recibir donde el pìvote), zonas donde su pie izquierdo tiene mayor activación en corto y en largo.
Dicha compensación, va a ser desde la movilidad (apoyos y rupturas) y desde el pase (en corto y en paredes). Y aquí radica uno de los grandes debes de las plantillas hasta hoy del FCB, le han faltado perfiles para compensarles, especialmente en cuanto a movilidad en forma de rupturas se refiere. Cuando Neymar se quitó la careta de Pedro y Luis empezó a claudicar en su forma Jumanji, Messi se quedó sin referencias de alejados, salvo Alba, su luz.
A su vez, su confluencia con Suárez, y la ausencia de extremos y laterales que marcasen la diferencia con balón al pie por fuera, generó en el rival una capacidad de “solo” tener que defender el centro, donde Messi tendría que disfrazarse constantemente de superhéoroe.
La figura del extremo
Como ya hemos comentado anteriormente, es una posición casi perdida en los últimos años del FCB. A veces de manera asimétrica jugaba uno, otras veces ninguno, en una suerte de rombo que no terminó de ser apuesta en firme por Setién.
Con la llegada de Koeman, las consignas son claras, Messi al medio y que desde ahí se mueva por y para donde quiera, pero con referencias más abiertas en izquierda y derecha, aunque no se traten de chinchetas al uso. El Gamper nos dejó estos nombres, sin que sus roles cambiasen demasiado la idea.
Como se puede observar, la mayor diferencia del ataque con respecto a estos años es la desaparición de la que venía siendo pieza troncal a nivel táctico de estos años, la ausencia de un 9 de referencia, Luis Suárez queda fuera. Messi vuelve al carril central siendo ahora falso 9, siendo esto la revolución más potente junto a la “desaparición” del 4-3-3.
Los extremos van a tener que pesar por dentro tanto en el apoyo, como romper al espacio para ocupar el área desocupada, ya que la falso doble mediapunta no va a tener capacidad de rellenarla como se haría con un 9 al uso. Llegar más que estar, moverse más que esperar. A efectos prácticos, serán ellos posiblemente los 9, los que más lleguen.
Ante esta tesitura de querer abrir el campo como sea, varios son los nombres que han frecuentado esas bandas, siendo especialmente jugosa la derecha:
· Pedri: El primer partido Koeman sorprendió alineando a Pedri en banda derecha y a Ousmane en izquierda, junto a Griezmann y Messi en esa falsa doble punta. A priori, ningún jugador con una capacidad al espacio potente. Aunque Pedri y Messi tuvieron momentos de conexión, fue algo más desde la pura técnica y creatividad de ambos, que desde una compenetración de perfiles acorde a las necesidades. Pedri de falso extremo abandonaba mucho el carril para incluso intercambiar a Messi su posición, ejerciendo el argentino de ese falso extremo que lleva algunos años haciendo.
· Trincao: Fue la apuesta en el segundo partido, el que quizás más me ha gustado por perfiles y adecuación de los mismos, pese a que me faltaba el titular Ansu. Aquí se vio a Messi acompañado de nuevo por Griezmann, pero esta vez con un jugador más vertical en banda derecha. El portugués entendió a la perfección el rol que pide Koeman a su extremo derecho. Pese a su tendencia de balón al pie, Trincao se mostró un torbellino de buenas intenciones. Esperando por fuera, tiene recursos más que suficiente no solo para subir la bola, sino para generar contextos favorables desde situaciones de inferioridad o igualdad numérica.
Pero realmente, donde mayor sorpresa me llevé fue en sus acciones sin balón. No solo ocupando el carril central-lateral para atacar ese espacio y apoyar, sino en su movilidad vertical. Su juego de apoyos es propio del futbolista, sin embargo esa violencia e inteligencia para atacar espacios a la espalda de la defensa y convertirse casi en DC no al esperaba. Veremos si estos el propia del principio de un noviazgo, o es un recurso nuevo que añadir a la paleta del portugués.
· Griezmann: En el último partido previo a Liga, Koeman decidió apostar por el francés en la banda, pese a que en sus primeros días, el holandés comentó que este no sería jugador de banda. Aunque una cosa no invalida la otra, ya que el extremo para Koeman tiene mucho peso interior, la sensación que dio el equipo es de necesitarlo en otro sitio, al menos con lo propuesto ese día.
Con el francés en esa posición, el equipo ganaba la figura de un híbrido entre los dos anteriores. No digo que Trincao sea Werner desde banda, pero se mostró con una mayor tendencia a la verticalidad con y sin balón que Antoine, el cual conjuga con maestría tanto la ruptura como el apoyo.
En este caso, el acompañante fue un Coutinho que pese a sus buenas intenciones (buscaba asociarse e incluso romper), su juego no termina de pesar y redundar de manera consistente. Con el brasileño donde el francés, pierde el regate de Trincao desde banda, pero gana cierto regate en corto y chut de larga distancia.
El “acompañante” de Messi
Aunque estos 3 no han sido todos los extremos diestros, y no son todos los que pueden jugar (Dembéle o Braithwaite también pueden hacerlo bien por aquí), creo que representan un poco la tipología de ellos, de lo que podría querer Koeman de cada uno de ellos.
La evidencia es clara, Messi necesita calidad por abajo y por arriba. Por arriba, esta calidad se traduce en varias cosas, siendo fundamental la movilidad sin balón y la amplitud. ¿Tiene el FCB un demonio al espacio como tal? No, el equipo no posee a un jugador del corte de Werner o Aubameyang, sin embargo hay materia para poder suplirlo generando un buen nivel de juego.
La banda izquierda me parece fija e ideal para un Ansu que encarna todo lo que pide Koeman de sus hombres de banda. Está por ver, que el FCB pueda sostener esa banda derecha donde a priori necesita de mayor matiz y encajes.
Messi va a necesitar que le abran las puertas de todas las zonas, sus compañeros, especialmente el de la derecha, va a necesitar conocer que necesita en todo momento, así como generarle relaciones de calidad (paredes y desmarques). Porque no hay que olvidar, que en el equipo de Messi, lo importante es que este en el momento clave, se encuentre solo para poder reencontrarse con su gran amor.