El Barça de balonmano ha empezado este poco habitual curso con paso firme, sin el traspiés inicial que parecía algo habitual en Champions el último par de temporadas, y consciente de que la curva de mejora este año deberá ser igual de notoria que entonces, pero más pronunciada, ya que el reto que el equipo afronta es apasionante, pero especialmente lo es por lo poco común, ya que en apenas medio año el equipo podrá ganar dos Champions League.

Con la Final Four de 2020 celebrándose, como está previsto, en diciembre, el equipo espera también clasificarse para la de 2021, siendo, a día de hoy, favorito para ambas. El año pasado pronostiqué el título en una temporada que aún no se ha acabado y sigo convencido de que el equipo logrará, al menos, una de las dos competiciones. Sería curioso ser el vigente campeón europeo durante sólo cinco meses en caso de ganar la primera y perder la segunda Final a Cuatro, pero cuenta igual y es mejor que no serlo en ninguna de las dos ocasiones.

Hasta la fecha el Barça ofrece una gran garantía, con una plantilla amplia que permite rotar y unos fichajes que ilusionan, especialmente la perspectiva que ofrecen a largo plazo los jóvenes Makuc, Janc y Frade, aunque serán los veteranos los que deberán asumir la presión en los momentos calientes, con la ayuda del bombardero Langaro.

La Final Four de diciembre supone una gran oportunidad, un título a dos partidos vista, pero forzará a todos los participantes a estar muy afinados en un momento muy temprano de la temporada, y en unos días en los que suelen estar preparándose las selecciones nacionales.

El Barcelona sigue renovando su plantilla, un proyecto que esperamos que no cambie con las elecciones a la presidencia del club, y se da por hecha la llegada del prometedor portero danés del Nantes Emil Nielsen, de 23 años, que llegará el verano que viene para suplir a Kevin Möller, que a sus 31 años ha sido una opción muy decente en el Barça para la portería, pero no ha disputado la supremacía de Gonzalo Pérez de Vargas. Nielsen quizá sea el portero más prometedor del balonmano mundial y uno de los mayores proyectos de súper estrella de este deporte en la actualidad. Como se dice habitualmente, es un movimiento que saldrá bien o mal, pero que se debe probar.