El Mundial ofrece una huida hacia adelante
El Barça no tuvo prácticamente tiempo de analizar la merecidísima derrota en la final de la Final Four de finales de diciembre, de reagrupar y hacer frente común para lo que queda de temporada, ya que la mayoría de sus jugadores, 15, nada menos, marcharon a un mundial que comienza mañana y que supone para todos ellos una huida hacia adelante, sin mirar atrás. Y un posible consuelo para los que logran cumplir objetivos o realizar un buen papel en el torneo.
Desde la perspectiva del Barcelona, puede no ser malo el que el torneo de selecciones viniera justo después de la Final a Cuatro, ya que permite a los jugadores despejarse y olvidar el peor chasco que la sección se ha llevado desde la debacle en las semifinales de la misma Final Four de 2019.
Los jugadores del Barça que estarán en el Mundial de Egipto se reparten en siete selecciones diferentes: España (Entrerríos, Pérez de Vargas, Ariño y Aleix); Francia (Fàbregas, Mem y N’Guessan); Eslovenia (Dolenec, Janc y Makuc); Brasil (Petrus y Langaro); Croacia (Cindric); Dinamarca (Möller); Portugal (Frade). Todos los miembros de selecciones europeas, excepto Frade, son candidatos a grandes cosas en este Mundial. Palmarssön es ausencia por lesión y trabajará en la Ciudad Condal con Cédric Sorhaindo, Alex Pascual y Mamadou Diocou.
No podrá, por eso, el torneo de selecciones suponer una gran desconexión de la realidad azulgrana ya que, justo al volver, a primeros de febrero se encontrarán con un calendario muy exigente con los dos duelos aplazados ante el Veszprem en una semana y como fechas marcadas en rojo en el calendario.