El título del artículo es lo que suele decirte el fotógrafo antes de lanzar la foto, para que la perfección esté más cerca de lo contrario. Aunque ya las cámaras puedan tener estabilización de imágenes, brillos y demás cosas, la frase se repite una y otra vez: ¡No te muevas!

 

Un par de caras nuevas

 

El filial regresaba a su liga con la única intención de desquitarse del abultado resultado cosechado vs Nastic. Y lo hacía con una alineación con algunos cambios pero con una base realmente reconocible a priori:

 

 

Una de las grandes novedades que se puede ver es la del regreso de Rosanas. Tras tantas semanas sin un lateral derecho, y tras superar este una lesión de larga duración que le dejó sin ficha, Sergi volvía para ser titular… pero no por mucho tiempo para su desgracia.

 

Una lesión que cambia cosas

 

En el minuto 3, Rosanas se tiene que retirar, rodilla out, se acabó su partido. No sabemos cómo discurriría el partido y el comportamiento de los chicos sin esta lesión, lo que si sabemos que fue con ella.

Oriol Busquets regresaba al campo y a diferencia de su “reconversión” en Holanda a central, al puesto de lateral no se produciría, ya que el interior derecho, pasaría a ocupar el lugar del lesionado.

Oriol interior diestro y el partido arrojó imágenes y tramos de una movilidad que cada día parece que se va acentuando un poco más en el equipo de Pimienta, el equipo donde el juego de posición pareciera ser más puro.

Uno de los déficits que veía más acentuado en el equipo con ese falso doble pivote (Orellana-Oriol) era la repartición de alturas, más concretamente en el sector diestro donde se iba a encontrar Busquets. Pero ojo, todo esto fue sin Collado, o sea, con un asterisco demasiado grande.

En el partido vs Olot, no era poco común el intercambio de posiciones entre Jandro y Oriol, aunque fuese a veces más de forma ficticia (lateralizándose, llegando mediante conducciones y ganando alturas) e incluso de forma real, ya que no es nada nueva la conversión de Orellana en tercer central por dentro.

 

No deja de moverse

 

Lo que si empieza a ser diferente, más con los nombres elegidos para su banda izquierda, es lo que se está cociendo por esa zona. Baldé y Nils son cosas diferentes a Marsá y Konrad. Nils al jugar a pie natural, tiende mucho a atacar la zona lateral-central y Baldé ser el extremo real. En el caso del extremo, aunque pueda encarar y pesar desde abierto, su cambio individual está siendo ese mencionado antes, y claro, Baldé goza como un niño porque tiene cualidades para ser el extremo de facto.

 

 

A su vez, y sin salir de esa izquierda, el interior era Ilaix, que lejos de lo que me esperaba, me pareció de un valor enorme. Flotando por toda la zona, encontraba espacios y compañeros para fomentar sus conducciones aunque a priori tuviera poco espacio para ello. Saliendo hacia banda, quedando como interior de mayor altura, enganchándose a la mediapunta e incluso cayendo a la zona derecha cuando Orellana se descolgaba conduciendo.

Todo lo anterior refrendado por el demonio de pelo insinuante. Collado como canalizador no de balón, de movimientos. Encontrando siempre la zona de recepción, la amenaza a las espaldas y los socios para poder generar volumen de juego y acelerar jugadas. Incluso no llega ahí solo la cosa, Collado que es extremo diestro, se insinuaba hacia la banda contraria, permitiendo a Nils pisar sus zonas favoritas.

 

Espera que te haga la foto

 

Aunque cuando vas a hacerte la foto de carnet, puedes hacer un esfuerzo y quedarte quieto, impasible, durante unos segundos, el futbol no te da ese margen. Desde la “inmovilidad” o la espera en zonas de recepción hacia la movilidad de posiciones. Pimienta quiere hacer fluido su ataque, menos “rígido”, menos defendible. Pero claro, es complicado también salir en una foto de forma radiante mientras bailas. Lo que parece que no van a pedirle a Pimienta, es que se quede quieto.