Ausencias que lastran
Toda pérdida implica un cambio, una modificación de patrones, una alteración en tu confort que te suele hacer salir de tu propia burbuja. En función de dicha pérdida, el terremoto que provoca será menor o mayor, pero siempre el miedo va a estar ahí, porque hay pérdidas que duelen mucho, pérdidas difíciles de suplir.
Algo así le ha pasado al FCB con sus tres lesiones importantes, máxime tras establecer como guión fijo esta forma de jugar por la que Koeman está apostando. Centrándonos en una, vayamos con la más importante
Equipo sin frontón
Una de las virtudes que más me sorprendían de los centrales para el imaginario de Valverde, era su capacidad para subir la línea defensiva cuando la presión era efectiva. Se comentó mucho que el equipo de Ernesto llegaba al fútbol a través de la presión, algo con lo que estoy muy de acuerdo, pero si algo le permitía esas cosas, era la figura de sus centrales.
El central catalán era el estandarte, como lo lleva siendo casi desde que llegó a su equipo. Con él en el campo, el equipo subía líneas y estaba mejor preparado para resistir embestidas del rival, de hacerse fuerte en área propia (algo de lo que quizás se abusó en la última etapa), el equipo se sentía protegido.
Piqué era la compresa con alas, la protección que pese a la edad y la pérdida de atributos físicos, cada vez se hacía notar más su baja, como le ha pasado este año al FCB. Piqué es posiblemente el mejor jugador en defensa de área que yo haya visto, y que posiblemente haya existido, sin embargo su capacidad aérea se hacía notar y mucho fuera de ella también.
El equipo presiona, pero no es realmente una presión como para robar, sino para forzar errores rivales. En esa situación, un buen pase en largo o pelotazo, Piqué lo solía convertir en “error”, se elevaba y cabeceaba. Sus despejes son siempre orientados, siempre dando ventajas a sus compañeros en segundas jugadas. Cuerpea, atosiga y se eleva, siendo un ladrón aéreo del máximo nivel.
Estas acciones en equipos replegados es oro, pero también las traducía en mitad del campo. Aunque al enorme central cada vez le cuesta más ser dominante muy arriba, sus conceptos son perfectos para liderar la defensa. Su conocimiento de lo que pasa le hace verlo todo con claridad, sus acciones por alto le hacen ser el frontón donde la pelota regresar, una oportunidad para volver a empezar el asedio.
Jugar sin mástil
Si algo ha lastrado al FCB este año, ha sido sus errores puntuales en defensa. Y si algo se ha tornado débil con las ausencias, es la defensa del área, más concretamente las jugadas a balón parado. Un córner, una falta lateral, incluso una frontal, se convierte para el equipo en una banda de cera que poner sobre la espalda, duele, molesta.
Tras la salida de Suárez, el equipo se quedaba sin su referencia en el primer palo, sin su portero de discoteca. El balón se proyecta y no hay esa primera barrera top que esquivar, el lanzador tiene más opciones. Pero claro, una vez el balón llega al área, ¿qué pasa?
Aunque el resto de jugadores tuviesen marcajes al hombre, Piqué siempre se erigía como hombre libre, como hombre de dominio de zonas, se elevaba por encima del bien y del mal. Sin él, el FCB ha hecho aguas en ese tipo de balones, ha perdido el detector de radares, el FCB ha perdido no solo dinero, ha perdido puntos por esta avería.
Jugar sin magia
La magia en el futbol no existe, pero lo que le he visto a Piqué y Messi hacer sobre un terreno de juego, ya sin Iniesta o Alves, está cerca de serlo. Lo que ha conseguido Piqué estos años ha sido vestir de solidez absoluta una defensa que a veces se tornaba en difícil de sostener por varios motivos.
Con Gerard se vieron los mejores momentos de Mascherano, los mejores momentos de Umtiti y los mejores de Lenglet. Sin él, parece que el resto eran menos… o bueno, no es que parezcan, es que parecen que lo son. Por ascendencia, Piqué puede revertir las mentes de unos jugadores que necesitan de algo sólido a lo que agarrarse, un hechizo que les haga creer.
Bonus Track
Era un poco raruno sacar un artículo de Piqué tras la debacle del PSG sin hacer referencias al partido. Aunque el resto del artículo estuviera escrito, esto es nuevo. La vuelta de Piqué debería cambiar muchas cosas, debería elevar el nivel defensivo y competitivo.
Sin embargo, con el estado de la Liga, la Copa y la Champions, parece que el central llega tarde, parece que la batalla del Abismo de Helm ha terminado, parece que no ha servido para nada su marcha forzada hacia la recuperación, pero Piqué ha vuelto, y veremos cuál es su ascendencia en el corto y medio plazo.