Los nuevos retos para el Laporta 2003
En las elecciones celebradas el 7 de Marzo de 2021 Joan Laporta fue elegido presidente del Fútbol Club Barcelona de forma abrumadora. El 58% de los votantes prefirieron el valor seguro de la figura que llevó al club a su cénit deportivo e institucional. La cuestión es que el mundo desde 2003 al de 2021 ha cambiado de forma extraordinaria y puede que no sirvan las mismas recetas ni las ideas de entonces al escenario actual. A pesar de todo, parte de la candidatura que encabeza el dirigente ya estuvo con él en la primera etapa.
Cuando se acabó de forma precipitada la etapa Gaspart en los mandos del Barça debido a la pésima situación deportiva y mejorable posición económica y financiera el que fuera opositor principal del Nuñismo como concepto y líder del movimiento L’Elefant Blau fue elegido con figuras que a fecha de hoy siguen vinculadas con el mundo del fútbol y del Barça que hoy ya no están en su entorno: Sandro Rosell como dirigente vinculado a Nike y bien relacionado con el mercado brasileño, gestores de éxito en este sector como Marc Ingla o Ferran Soriano, un director deportivo como Txiki Begiristain que está ocupando el mismo cargo en el Manchester City u otro expresidente como Josep Maria Bartomeu, que empezó como responsable de la sección de baloncesto.
En 2021 la situación deportiva, a pesar de la mediocre situación actual, es objetivamente mucho mejor a la heredada en 2003. Entonces se cogió al equipo jugando la copa de la Uefa, hoy lo hace afianzado en Champions League a pesar de la mediocridad ofrecida en Europa estas últimas temporadas. Otra historia es la deriva institucional y financiera: Condenado por fraude fiscal en el Caso Neymar para que Rosell y Bartomeu acabaran exonerados, un caso de posible administración desleal y corrupción entre particulares en el caso BarçaGate que tiene a su expresidente como imputado pendiente de juicio y económicamente en una situación muy precaria agravada por la Pandemia. Lo que entonces sirvió (apertura de una campaña de captación de nuevos socios, la mezcla Txiki & Rosell desde sus antagonismos con la apuesta sorprendente como fue Frank Rijkaard o la contratación de lo que fue la figura sobre la que se edificó lo que en su momento se definió como “Cercle virtuós”, Ronaldinho Gaúcho.
Hoy esa figura sería Messi con la diferencia que Ronaldinho estaba empezando y Leo está más cerca de una retirada que de ser el de su cénit deportivo. No es el mismo escenario y no parece factible encontrar tan pronto a alguien que pueda liderar sobre el césped un nuevo ciclo deportivo, económico y social y en 2021 hay más y más poderosos rivales con poco talento en el mercado disponible y la sociedad de consumo está derivando a otros espectáculos y eventos que no son precisamente el deporte o el fútbol en particular.
Joan Laporta va a necesitar rodearse de otras figuras, de otro talento adaptado a este mundo para que las medidas tengan éxito y se pueda iniciar de verdad un proyecto que lleve a la entidad hacia un rumbo fijo tanto a nivel deportivo, social, económico e institucional. Va a necesitar tiempo, depurar responsabilidades y talento contemporáneo.