Un falso Collado para ver al verdadero
Hay veces, que por exigencias del guion, te transformas en algo en lo que no eras, en algo que potencia y ayuda al resto y a ti mismo. Sin embargo, mientras sacas rédito de todo ese proceso, mientras descubres cosas que puedes hacer y no pensabas, se empiezan a olvidar lo que realmente te diferencia…
Hasta que ocurre el mismo proceso a una persona de tu alrededor, una cambio que te devuelve a tu antiguo yo, a lo que te iba a hacer destacar.
Un cambio de posición
Tras la marcha de Carles Pérez, la banda derecha del filial se quedó un poco huérfana de calidad diferencial. Pese a que pasaban jugadores, solo uno elevó el nivel anterior, uno que precisamente no era extremo. Collado alineó todos los chakras del equipo y estuvo a punto de generar un equipo que ascendiese a 2A.
Con la entrada del nuevo curso y la recuperación de Collado tras su calvario de lesiones, Pimienta empezó a darle una libertad de la que hasta entonces no había gozado… y Collado respondió. Aquel demonio que buscaba y devoraba espacios necesitaba el carril central, Pimienta se lo dio.
Vuelve el hijo predilecto
Aunque el técnico barceloní ya estaba dejando visos de por donde iría su próximo update (definitivo o temporal), los últimos partidos han dejado clara una cosa, Collado vuelve a la posición donde estaba llamado a marcar las diferencias, el interior diestro, a pie cambiado.
Al principio era parte de un mecanismo de salidas en el que el pivote generaba un efecto dominó, que convertía al interior diestro en pivote y al extremo diestro (Alex) en interior diestro. Sin embargo, sus recepciones eran más de extremo o interior de banda, que de interior propiamente dicho.
Con este cambio, ya Collado es interior diestro… o bueno, una mezcla bonita entre interior diestro y mediapunta. Collado cuando destacó fue buscando y flotando por esos espacios, siendo esa sombra que no sabías cuando iba a estar a tus espaldas, que es lo que le está pidiendo Pimienta.
Pero es curioso, que cuando el equipo empieza y alcanza mayor fluidez, es cuando Collado aún tiene más libertad y empieza a pisar zonas de base de la jugada. Y esto, puede ser causa de la baja de Jandro, pese a buen nivel de Nico, cosa de la que se puede hablar otro día.
Su paso por el extremo no ha sido en balde, no ha sido una mera cuestión táctica. Desde ahí, Alex ha mejorado (mucho) ese primer apoyo para la arrancada, la capacidad para hacer frente la defensa de su par y la creatividad en la protección de balón. Todo esto, desde una banda es relativamente más fácil, pero cuando empiezas a extrapolarlo al interior, te convierte en un arma de destrucción masiva.
Un clavo saca otro clavo
Todo lo expresado anteriormente está siendo cimentado sobre un cambio de posición que ya Alex experimentó en sus propias carnes. Si Lucas de Vega me estaba dejando un poco frío como interior, como extremo está empezando a ser totalmente diferente.
Si bien es verdad que su rol no está siendo igual al de Collado, Lucas está dándole al equipo esa otra referencia desde la banda, ese punto de apoyo, es otro interior/MP cuando el filial “prescinde” de ellos.
Desde la banda, lugar donde suele recibir con el equipo no desplegado, Lucas está dándole la pausa y el “cebo” al rival. Protege, gira y desde su calidad técnica distribuye. Su exterior diestro es capaz de ser retrovisor para que el balón pueda tener mayor campo de visión. Cuando el equipo empieza a desplegarse y Balde es el dueño de la banda, la anchura la da el lateral, Lucas migra hacia zona interiores, ejerciendo de ese doble mediapunta que a veces dibuja el equipo.
¿Será definitivo?
Y no solo Lucas es clave, hay otros nombres. Uno de ellos es indiscutiblemente el de Alejandro Baldé, que está dándole a Lucas lo que Álvaro no puede a Collado. Esto habla muy bien de un chaval de 17 años que parece un portento, pero también de ese Collado exterior.
Otros nombres se me vienen a la cabeza, sin embargo las ausencias me impiden valorarlo de forma definitiva. ¿Los regresos de Orellana e Ilaix devolverán a Collado al extremo diestro? Porque a priori, son ausencias de mucho peso, no solo por calidad y/o perfiles, sino por las puertas abierta que dejan. Veremos por donde navega el crack del equipo