Ya han arrancado los 1/4 de la Euroliga 20-21 y el Barça se pone esta noche en marcha ante Zenit. Los de Saras buscarán su regreso a una F4 ante el entrenador que condujo a la sección a cinco, incluida la última, aunque a esa mucho mejor no haber ido. El Zenit de San Petersburgo hizo los deberes, ganó sus tres últimos encuentros y selló su pase al Playoff. Se le estaba haciendo larga la Euroliga a los rusos, que tuvieron un comienzo tan accidentado por el COVID como fulgurante, pero resistieron y consiguieron un premio justísimo a su gran temporada.

Es más. Hace unas pocas semanas Zenit seguramente fuera el rival más deseable de todos los posibles, pero recuperó su mejor tono, ya tiene su juego interior al completo con la recuperación de Gudaitis, Kevin Pangos está en absoluto estado de gracia y además pueden casi llenar sus gradas. Pero la anunciada baja de Mateusz Ponitka cambia muchas cosas.

Zenit es un equipo con marcadísimo sello de Xavi Pascual y, por lo tanto, cumple los requisitos para dar guerra al Barça. Porque es un equipo capaz de imponer un ritmo bajo, de enfangar el partido, de jugar en guarismos cortos y nunca le pierde la cara a los partidos. Difícilmente los de Saras tendrían un partido cómodo en la serie porque los rusos rara vez se van de los choques. No en vano se ven las caras las dos mejores defensas de la Euroliga, pero la baja de Ponitka condicionará y mucho a Xavi Pascual.

Todas las posibilidades de dar la sorpresa por parte de Zenit pasan por el ex del Barça Kevin Pangos, que tras un año pasado para olvidar ha vuelto al nivel de Zalgiris y está llamando a la puerta de un contratazo, bien en San Petersburgo o en otro sitio. Él es la prolongación de Xavi Pascual en pista, por el que pasa todo el caudal de juego y además el que asume más responsabilidades a nivel anotador. Porque Zenit no es un equipo especialmente creativo y tampoco le sobra el talento, de ahí que reducir el impacto del canadiense sería sinónimo de victoria. El grueso del plan de partido de Zenit es concederle facilidades a Pangos para crear a partir del pick and roll central y activar a sus compañeros o jugársela él. Es un sistema tan trabajado que es difícil de frenar, pero tiene Saras elementos para hacer la vida más difícil al canadiense (Hanga o Bolmaro).

Sí es un equipo muy disciplinado, con las ideas muy claras y con una plantilla con roles perfectamente asignados. Otros dos viejos conocidos ACB son los que dan sentido a Zenit, el polaco Ponitka y Will Thomas. Éste último siempre ha sido el prototipo de «4» que Xavi Pascual ha sabido explotar siempre por su capacidad para jugar dentro y fuera, mientras que Ponitka impone una intensidad perimetral asfixiante para el rival. Pero la importancia de Mateusz no solo tiene que ver con su actividad en la canasta propia sino que su capacidad para jugar con balón ha crecido mucho. Nunca será un tirador fiable, pero su juego con bote ha mejorado y se ha convertido en el 2º mejor generador del equipo, haciendo con frecuencia las veces de Pangos en los pocos minutos en los que el base descansa. Por ello la ausencia del polaco es dramática para Xavi Pascual.

Los encargados de aprovechar todo lo que genera Pangos son Hollins, KC Rivers y Baron. El primero está en un gran estado de forma y llega a la serie para jugar un papel fundamental, no solo porque su equipo va a necesitar sus puntos sino porque seguramente será el encargado de frenar a Cory Higgins. Si logra incomodar al norteamericano al Barça se le apagarán unas cuantas luces. KC Rivers no está tan bien y no es el de hace unas campañas, pero por su experiencia y puntualidad en momentos calientes seguro que tiene un papel que jugar en la serie. Como Baron, indudablemente, al que tendrá que controlar el Barça para que no entre en ebullición, pues ese 47% en triples que lleva en Euroliga lo convierten en un peligro. Entre los tres más Pangos se han de repartir el grueso de los minutos de las tres posiciones exteriores, obligando a Xavi Pascual a darle más importancia en la rotación a su fondo de armario, con Khvostov y Fridzon a la cabeza.

Es dentro donde Zenit tiene más cosas que decir. Firmaron a Tarik Black ante los problemas físicos de Gudaitis y Poythress, pero ahora tiene a los tres a su disposición el técnico de Gavá y habrá que ver cómo reparte los minutos. Los tres son pívots capaces de hacer daño al Barça, y sumados a Will Thomas librarán una feroz batalla por el control del rebote en la serie, fundamental para el devenir de la misma. Son dos equipos que protegen muy bien su aro, así que bien harían los de Saras en cuidar el rebote defensivo para no conceder segundas opciones a un equipo al que no le sobran los puntos. Ojo con Zubkov, que en el partido del Palau firmó un 5/6 en triples, la mayor anotación de su carrera en Euroliga.

Pero este Barça-Zenit es un duelo entre dos de las pizarras más ricas del continente, aunque por muchas trampas que le tienda Xavi Pascual a Sarunas Jasikevicius la diferencia de plantillas es tan grande (y más sin Ponitka) que sería una proeza que los rusos fueran los que se presentaran en Colonia.