Exceso de solomillo
Nos gusta salir, es algo que ya hemos más que demostrado tras pasar una insufrible cuarentena. Deseando estábamos de salir aunque sea a sacar el perro, la basura, comprar aunque no encontrásemos papel higiénico. Pero lo que realmente marcaba la pauta, es ir al bar, a ese restaurante que tanto añoras.
Y con tantas ganas lo coges, que empiezas a ir todos los sábados, y luego los viernes… y siempre solomillo es tu elección… Hasta que llega un día que no quieres ni ver ese plato. Aunque a ese extremo no ha llegado el B, ni de lejos, si que es verdad que su exceso en el anterior partido, lo pagó en el siguiente.
Dos partidos parecidos
El inicio de esta segunda fase para el ascenso no pudo empezar mejor para el B. Contra el Alcoyano, desplegó un futbol que doblegó no solo la portería del rival, sino su moral. Un juego que hizo preguntar a los contrarios si a esto del fútbol se podía jugar sin balón. El equipo que presentó Pimienta fue el siguiente:
Aunque en ambos partidos la alineación tuvo algún cambio más o menos importante, lo que es la esencia del juego fue muy similar, por no decir igual. Pero claro, la figura de Ilaix empieza a ser ya diferencial en el equipo y su ausencia se nota, pese a la recuperación de Comas vs Ibiza.
Notas comunes
Como he comentado anteriormente, Pimienta suele repetir muchos patrones y en base a ellos ir modificando o incluso variando rutas de ataque. Quizá el punto más fuerte de juego alcanzado fue con Lucas de Vega haciendo dúo con Balde, pero ambos se cayeron y al inicio de esta fase no llegaron. Con esto, unido a la fatídica temporada del LTD, Pimienta tuvo que inventar, e inventó, dibujando en muchas ocasiones este dibujo, especialmente en salida de balón:
En ambos partidos este dibujo se vio bastante a menudo por la falta de profundidad que los laterales no están pudiendo dar. Marsà que quizás es más cercano a un central que un lateral, jugar a pie cambiado le hace aún más duro generar esas acciones de desdoble y 2vs2 con Konrad.
En esta orilla, es donde se genera gran parte del futbol del B y donde hay una dificultad añadida. Collado no es solo el interior, es que es hasta el carrilero en momentos del partido. Y no solo a la hora de recibir, sino que exhibe movimientos sin balón vertical propios de un delantero de banda.
En el apoyo y balón al pie, Collado es la gran estrella, el motor primario del equipo. Recibe abierto o por dentro y a través de sus conducciones y amenaza para regatear infunde el miedo y hace ebullir la ofensiva culé. Sin embargo la amplitud en banda del equipo no está siendo ni regular ni idónea, y todo fluye por la zona central, ya que Konrad o Puque, incluso ambos, atacan los espacios central-lateral, especialmente Peque que es prolífico en estas acciones.
Cuando Konrad queda muy abierto, los interiores son capaces de encontrar más espacios por dentro. Ilaix tuvo más ayudas, porque aunque Mika no sea Baldé, si es un lateral más típico. Por otro lado, Peque le dio un contexto de apoyos que el mismo se encargó de traducir con su excelso juego. Ilaix se mueve como esa orca que cae en el agua, un baile de una masa que te atrapa en su torbellino. Choca y se va al sitio donde hace sangre. Los 3 jugadores del medio son jugadores con una capacidad altísima para sortear presiones individuales, y claro, de eso el Ibiza aprendió.
Una isla incómoda
Y tras la victoria frente al Alcoyano, llega el líder, que claro, había tomado nota de todo lo anterior. En este caso, el rival con su 4-4-2 planteó una presión intermedia pero no de robar, sino de dejar la iniciativa para salir a la contra. Este es un partido que pese a recuperar a tu gran estandarte defensivo (Comas), pierdes una pieza fundamental, ese otro interior capaz de moverse entre líneas y poder bajar para arrastrar marcas.
La baja de Ilaix se cubrió con un Matheus que salvo contextos puntuales, no está sabiendo pesar. Su propensión al juego de cara le hace ser casi doble pivote y fácil de defender. A su vez, la falta de anchura de los laterales hizo que el equipo siguiese siendo estrecho pero esta vez con una pieza diferencial menos y con un rival que supo defender mucho mejor.
Peque lo intentó, quiso distraer lo máximo posible, pero no encontró ese socio que solo podía ofrecer Collado, el cual no puede estar en todos sitios. Ante esto, se hizo más común la disposición arriba expuesta, generando por dentro un tridente atacante que percutía por dentro, como flechas y pilares dispuestos a ser usadas. Pero ni fueron así, ni les dejaron.
Collado necesitaba un jugador que le pusiese de cara en el balcón del área, pero claro, si Konrad corría al espacio para liberar, no podía estar para ejerce de apoyo. Aunque Manaj estuviera muy bien aquí, una ve el balón llegaba arriba, él fijaba y picaba, auto descartándose casi siempre para ser la referencia de Alex que veía en sus conducciones un camino a una calle sin salida. Todo redundando en una defensa que aunque ocupada de los puntas, estaba tranquila ya que el balón no iba a ser agresivo ni la amenaza de media distancia incisiva. El mediocampo se bastaba, algo a corregir.
Ante esto, dejar una referencia obligada a Nico. El pivote que es una auténtica locura librándose de presiones, tenía en el pase medio y largo un debe, que no se notó en absoluto en este partido, siendo el gallego ese elemento que hizo mover al equipo con una fluidez que a veces pareciera Jandro.
¿Pedir otra cosa?
El otro día el solomillo no sentó demasiado bien, el rival supo defenderlo y la sensación de peligro no pareció ser demasiado constante ni potente. Ante esto, veremos a ver como mueve el árbol Pimienta, más con la recuperación de Jandro. Orellana de interior no supo darle al equipo lo que necesitaba, algo que Nico quizás sí. ¿Será esto un hilo donde empezar a tirar? Aunque a Pimienta hay algo que le funciona muy bien siempre, ese lateral que llegue e incluso esté.