Todo o nada, pero con algo más

Cuando llega la hora final, la mente se activa, entra en modo túnel y te hace concentrarte sin importar nada más. Es imprescindible tener la mente fría para que esa hora final sea lo más tarde posible, porque te acaba destruyendo por dentro como el superpoder que te machaca los músculos.

En esa hora final se encuentra el filial blaugrana, exhibiendo una confianza impropia de chavales y evitando huir de lo que los está caracterizando. Pero claro, ¿y si le dan algo más? Todo recurso extra puede ser bueno, y hay cositas que comentar.

 

La base

 

El filial termina su segunda etapa del purgatorio con un saldo de victorias y juego bastante positivo pese a la dificultad no solo ya futbolística, sino mental. Tras dejar atrás una corta liga, entra en una aún más corta donde cada punto cuenta y aún así, la supera con nota.

Pimienta parece haber encontrado una zona de conforto con esta base de jugadores:

 

 

Con estos chicos se puede decir que el entrenador barceloní ha alcanzado un juego estable que se traduce en resultados y juego bonito y competitivo. No son los mismos que al principio ni posiblemente los mismos que al final, pero el B llega a los últimos partidos con algunos recursos que pueden darle cierto margen y en ocasiones, aumento de nivel.

 

Los “Araujos”

 

A ver, con “Araujos” ¿a quién me refiero? A aquellos futbolistas que desde el primer equipo puedan bajar al B a ayudar. Y aquí sale dos nombres propios, que realmente son los únicos que pueden hacerlo, Ilaix y Mingueza.

Empezando por una de las grandes apuestas del club, ya Ilaix jugó algún partido de este playoff raro y su impacto fue inmejorable. Aupado por su dinámica mental al estar en el primer equipo, su capacidad para ayudar al B va a ser incuestionable. Jugador que de bajar, muy posiblemente le quite el puesto a un Orellana que pueda sentirse con cierta incomodidad en el presente, pese a su mejoría.

 

 

El jugador puede ser esa mezcla perfecta para que Collado tenga un socio de frente en la frontal y pueda no solo cargar el área, también las zonas laterales que pueda dejar huérfanas Peque cuando ejerza de “Griezmann”. Jugador para ser un continuo ascensor.

Si Orellana no fuese el sacrificado y se volviese al Collado extremo, una convivencia Orellana e Ilaix podría resultar gratamente fructífera, amén de generar mayor volumen de juego y permitir al B ser el de los 2+2, 2 jugadores de base y 2 jugadores de ¾, con la “pequeña” diferencia que en esa banda no estaría un jugador como Baldé.

El otro elemento en cuestión sería Mingueza, y este si sería un elemento que subiría el nivel de manera absoluta. Aunque su posición es la de central (en defensa de 4 o de 5), es un jugador que no rehuye la banda y que no le es incómodo ser lateral. Con Konrad ya sentado de extremo diestro y con sus particularidades, Mingueza podría ser el lateral perfecto para él. El extremo muy pocas veces necesita de su lateral en zona ofensiva, no suele esperarle y suele ser él el acaparador de la amplitud. Con esas, Mingueza vendría a sustituir a un Roger o Marsà que poco pueden competir con él en la actualidad.

 

 

Epicentro

 

Si desde el primer equipo se puede dar algún fichaje que facilite el proceso, desde dentro también hay jugadores que pueden dar un pequeño cambio al equipo. Los más recientes son los cambios vistos en el partido que enfrentó al filial del Villarreal.

Por un lado, cuando hemos hablado del centro del campo titular, damos por hecho que la distribución será la marcada, con Nico como el pivote titular. Pero el último partido nos dejó y nos recordó al Orellana pivote. Cuando Jandro es el timón, el papel del pivote varía, por las propias características de los futbolistas. Jandro mueve al equipo, ejerce de cerebro y muestra un rango de pase que su “rival” no puede igualar.

 

 

Si con Nico el rival tiene casi imposible encimarle y le facilitan sus primeras recepciones para que sea él el encargado de gestionar las jugadas, con Jandro esto supone un suicidio. A Jandro debes presionarle, porque no posee el giro de Nico, pero si le das un suspiro, te va a descoser a pases. Desde pases verticales y diagonales por dentro a una de sus especialidades, el pase en largo. Jandro puede ser un francotirador capaz de encontrar lejanos como si de un pase a tu colega de al lado se tratase.

La posible alternancia de jugadores durante el partido puede suponer un desajuste para el rival difícil de corregir, ya que Nico te va a girar y fintar desde zonas superiores. No creo que veamos este recurso, pero oye, aquí lo dejo yo, por si me lee Pimienta.

 

Nipón

 

Dejando a un lado el tema pivote, que es bastante jugoso, vayamos con otro nombre que ha saltado a la palestra. Si en su momento comenté que la doble MP con Lucas de Vega me pareció el momento culmen del equipo, con Peque se apostó por un jugador bastante diferente a lo visto.

Peque es un DC disfrazado de extremo, y realmente lo hace genial. Sin ser Lucas de Vega, perfil totalmente diferente, ni el típico extremo elegido por Pimienta, Peque está dándole al equipo una dosis de movilidad difícil de igualar no ya por los integrantes, sino por todo lo visto en estos años. Es capaz de estar sujeto por fuera, pero su futbol empieza a fluir por dentro, con toques, conducciones, filtraciones y desmarques cortos que dinamitan la concentración del rival.

 

 

 

Pero contra el Villarreal, Pimienta le dio el testigo a Hiroki en el extremo zurdo, compartiendo campo con su “rival”. Y lejos de ser ese extremo abierto o semi abierto, piso mucho zonas interiores, generándose incluso a veces una doble punta o falsa doble punta, donde Peque fluye por la zona izquierda y Abe ejerce de DC. Esta movilidad entre ambos fue casi imposible de defender, y unida a controles orientados y regates, el nipón supo sacar de quicio a sus rivales tanto por dentro como por fuera.

Con la figura de Manaj como indiscutible, Peque con casi total seguridad será el extremo zurdo… o más bien, el delantero zurdo, porque para extremo ya está Baldé. Si no funciona Peque, está claro que Pimienta tiene en Hiroki (esperemos que esté al menos al 90% físicamente) un arma para dinamitar partidos. Desde el regate, el nipón no es Konrad, pero si es lo más cercano a Kike Saverio, incluso con mayor talento y creatividad para pesar en el partido.

Por último, y aunque ya lo he mencionado, la figura de Baldé es algo que cambia mucho al equipo. Baldé es casi un extremo encerrado en el cuerpo de un lateral, extremo que permite a Peque moverse por sus zonas favoritas, la zona central-lateral, donde usa su capa de invisibilidad. Sin Baldé, el equipo gana un Mika que ya está siendo más central, un lateral menos ofensivo y más pausado, menos liberador. Quizás ahí la figura de Hiroki pueda ser un comodín para Pimienta de nuevo.

 

Bueno, empecemos

 

Es la hora, ya del equipo de Pimienta se ha hablado mucho, equipos que son reconocibles, que su estancia en esta nueva 2B no le ha sacado del camino no de la victoria, sino del fútbol. Llega la hora del todo o nada, lo que define normalmente a las hornadas o años del filial de manera errónea. Llega la hora de saber si podemos dar ese paso que ya Pimienta ha repetido que debe ser el objetivo, competir y de una manera. El todo o nada, pero mientras más cosas tengamos, mejor.