En todas las guerras, la figura del alejado siempre ha sido temida por todos. El soldado se mide cuerpo a cuerpo contra 1, 2 o los que sea, pero el miedo que infringe alguien desde la distancia, es insuperable en esos momentos. La visión túnel no te deja mirar más allá y no eres capaz de encontrarle.

Es por ello, que ante tal amenaza, o te agachas o vienes con algo preparado de antes, porque si ignoras esta figura, te aniquila poco a poco. Parece que el Barcelona B ha encontrado algo parecido y está sabiéndole dar su espacio.

 

Recordar el pasado

 

Con la ascensión de Nico, el pivote del filial mutó hacia otro tipo de jugador al que acostumbraba desde hace algún tiempo. El joven interior alto pasó a destaparse como el gran relevo de Busquets, dejando atrás la figura del que antaño lo fuera.

Con un pie y medio fuera, Orellana volvió al B para ser el faro que estuvo siendo pre Nico, y con la ausencia de este, no quiere dejar pasar la oportunidad de reivindicar que el equipo es suyo… desde el pase.

Sergi parece haber encontrado el once tipo, tanto por nombres como por perfiles. Si la temporada empezó con Álvaro como pivote, a la que ha podido disponer de Jandro, este se ha hecho dueño y señor de la posición, incluso cuando coincidió con Nico, lo que habla alto y claro de lo que quiere su entrenador. Jandro es pivote por posición y por rol.

 

Brindarle una ventana tranquila

 

Jandro,  a diferencia de Nico, no es un beyblade, no es capaz de chocar, girar y revolverse con la capacidad y talento de este, pero una vez tiene 2-3 segundos, es capaz de hundirte hacia atrás como si de una mirilla infrarroja se tratase.

Jandro es el cerebro del equipo, el organizador del equipo desde esa posición. En su año junto a Riqui y Collado compartió protagonismo, este año, el prota es él. Una vez recibe, mira y distribuye, pero aquí radica lo bueno, tanto en corto como en largo. Si a Jandro le dejas cargar su arma, te disparo, te infunde miedo y te hace correr como si fueras a llegar a algún lado.

Esto es lo que el rival no supo tapar el otro día y ya se va repitiendo. El rival optó por una presión en zona media y sin un marcaje sobre Jandro, lo que permitió al equipo ponerle de cara para que organizase no a su equipo, sino al rival. El filial usa casi siempre una salida de 3 con lateral y alejando siempre de la ecuación a Jandro, lo que eleva su altura y le acerca a la zona lanzadera.

 

 

Luego, lo que Jandro se encuentra es un regalo caído del cielo. A falta de talento super diferencial, Sergi está colocando a sus jugadores de manera que su precisa ejecución genera líneas de pase que para Jandro está chupado encontrar. El mismo Álvaro que es pivote, está ejerciendo de ese interior que tan bien le sienta a él. Su dinamismo le permite llegar arriba y a los laterales, acercando a Nils a la amenaza a las espaldas del lateral.

En la zona opuesta, Lucas espera paciente su regalo en la frontal, escoltado del gran escudero jutglá, siempre abierto y paciente para pasar a la acción. El extremo prefiere esperar abierto y romper al espacio antes que crear desde la jugada y el balón al pie. Jandro ve eso y lo quiere aprovechar, que al igual que con Nils, tiene líneas de pases lejanas para con ellos.

 

 

Tened cuidado

 

Pareciera una advertencia para los rivales del B, pero la defensa de Jandro no puede ser la misma que la de Nico. El ricitos tiene un rango de pase amplísimo, tanto para encontrar a los cercanos como alejados, para encontrar tanto a interiores que se filtran a las espaldas de los rivales como a los extremos trazando diagonales.

Si empiezas la batalla sin tener en cuenta al francotirador, quizás antes de llegar a la base, ya no queden demasiados soldados para ganar la batalla.