Nada tan frío como el inicio. El calor de empezar, la efusividad de querer demostrar, las ganas de querer enseñar que tienes y por qué estás ahí. El frío del inicio suele tornarse en el calor del nuevo, de la novedad que ilusiona… salvo si esta viene posterior a algo muy bueno.

Cuando termina una etapa tan potente como Pimienta, todo son recelos y malos gestos hacia el nuevo, y Sergi tuvo por fin su día 1, su frío día de inicio.

 

Once inicial

 

 

Con los inputs dados hasta el momento por Sergi Barjuán, una de las cositas que mas me rechinaban era la formación de los extremos (especialidad de Pimienta) y su elección. Con los nombres, pareciera que tanto Jutglá como Nils jugaría a pie natural, cosa que no se tradujo en el campo, algo “coherente”.

Por otro lado, la elección de las piezas parece la normal, las de mayor peso individual y jerarquía con la que cuenta el técnico del B. La incorporación de Guillem, la apuesta por Baldé y la consagración de Mika son cosas que posiblemente no cambien demasiado.

 

El interior

 

Sin embargo, una vez vuelto a los orígenes con los extremos a pie cambiado, algo que si ha sorprendido en Sergi es la apuesta por ese interior casi MP. Con Hiroki ya le dio esa zona (interior-mediapunta escorado), con libertad no solo para venir a recibir, sino para proyectarse arriba y ejercer las veces de casi delantero.

Hiroki estaba siendo ese verso libre que navegaba por toda la zona central y también lateral, ocupando las veces de casi el extremo. Esto, es lo que quiso Sergi con Aranda, pero desde el lado izquierdo.

 

 

Colocar a un extremo en esa zona tiene sus cosas buenas y malas, claro. Para empezar, la conducción y regate se hacen en la zona central, es un tipo de futbolista que dinamita el prototipo de “interior” al que enfrentarse. Así llego el primer gol, donde una conducción propia del extremo que es, consiguió hundir y penetrar en la defensa para el gol de Nils.

Sin embargo, el B, pese al gran desempeño de Peque con su apoyo y micropausas, estaba pecando de precipitado, no estaba controlando el partido y generaba ese ida-vuelta que no estaba sentándole demasiado bien.

 

La marcha de Peque

 

Quizás el titular sea injusto, pero quería generar un poco de polémica. Con la lesión de Peque, el B perdió a uno de sus mejores jugadores, sin embargo obligó a Sergi a un cambio táctico, Lucas de Vega al interior, Aranda al extremo diestro, su puesto.

 

 

Con este efecto dominó, el B empezó a manejar mucho mejor el encuentro y la bola. La adición de un nuevo centrocampista, dotó al equipo de mayor empaque y pausa, permitiendo a Aranda, el principal a potenciar, ser decisivo un punto más arriba y en zonas menos arriesgadas.

Por otro lado, Jutglá que era extremo izquierdo con una clara tendencia a cargar el área para liberar esa zona a Aranda, pasó a ser DC, aunque no tuviese un papel relevante más que dejar libre su zona.

 

Final del partido y mercado

 

Todos estos cambios, generaron un equipo más pausado y compacto, claro dominador del partido, hasta la expulsión de Comas, donde todo se torcería. Sin embargo, creo que el técnico sacó conclusiones bastante positivas de este primer encuentro, especialmente con ese cambio obligado.

Con las nuevas incorporaciones (Abde, Rodado y Jandro) veremos hacia donde migra el equipo y la forma de ejecutar el plan, pero algo me da que la apuesta por “ese” interior no se va a terminar tan rápido.