Con la explosión de los youtuber y demás peña trasladándose a Andorra para vivir y trabajar desde allí, parece que todo el mundo sabe por qué se van allí. “Los impuestos son menores que en España! Así es mucho más fácil para nosotros!”

No dudo que esto sea verdad, al menos en cuanto a menos impuestos, pero el equipo de Andorra vino a sugerirnos que no todo es tan fácil, al menos de ganarles a ellos. Sus impuestos fueron altísimos.

El XI

Aunque Sergi varía bastante poco su XI, suele haber ciertas diferencias en función de si juega Aranda o lo hace Nils. Con el segundo, el juego es más canónico, más “rígido”, más posicional, encontrando en Jutglà ese jugador al espacio que amenace pacientemente desde la izquierda, al igual que lo hará Nils en la orilla contraria.

Con esta pareja, más que menos sabes que puede pasar, por donde puede fluir el juego y su contrario, pero cuando Sergi da entrada a Aranda, lo hace dándole la titularidad a un jugador que necesita mayor libertad, más fluidez en su posición para pisar zonas que a él la gusta, la mediapunta.

Con Aranda empezó el partido generándose un 4-3-3 bastante armónico y firme, reconocible en sus pros y sus contras, pero una vez empezado el partido, Sergi tardó poco en darse cuenta que había que liberar a su dama (Aranda). El Andorra se gestionaba desde otro 4-3-3 que no solo sostenía una salida de balón que quitaría la posesión al filial, sino que a su vez su presión le dejaba al B poquísimas vías de escape.

El rival ahogaba casi todas las vías de pase que el B intentaba generar con el 2+1 con su portero. Los laterales no se reconocieron como terceras patas en la salida, sino que era un liberado Peña quien tendría la sartén por el mango. Pese a que Mika era un elemento diferencial conduciendo desde abajo, fue el portero quien más desahogó la presión, sin embargo esta liberación no se tornaba eficaz del todo, ni Rodado era capaz de marcar las diferencias individuales ni el equipo encontraba compañeros cercanos para la pared y segundas jugadas.

Los cambios

Visto esto, Sergi no le quedó más remedio que darle contexto a su carta ganadora en el partido, Aranda. Al principio le liberó de su encorsetada posición de extremo, dejándole la zona de mediapuntas, generándose algo parecido a esto:

Lucas desde su posición de interior migraba y se desplazaba en ataque y salida entre su zona y la del extremo izquierdo, Álvaro se quedaba un poco como segundo pivote y era Aranda quien marcaría las diferencias desde esa zona. Siendo capaz de recoger el balón tanto por izquierda como por derecha.

Con un elemento revoloteador, el FCB empezó a encontrar vías de salida “inventadas” que el rival no supo contener. Aunque no fuese algo totalmente devastador, el acierto y esa pequeña ventaja les pusieron por delante, Aranda conducía y el B respiraba.

Ya en la segunda parte, se volvió a dar una vuelta de tuercas a la pizarra, que unido a un menor físico y volumen de juego del rival se tradujo en mayores espacios. En este caso el B “abandonó” en cierto modo las alas y generó una especie de 1+2 en el que los DCs bien caían a banda, que desde ella, cargaban el área. Especialmente curioso el papel de Jutglà, cuya capacidad para interpretar los espacios se está mostrando de una calidad muy alta. Si Rodado era la isla, él era el remolino que sacaba de posición a quien tuviese por su zona.

No me hables más de impuestos

Veremos si estas modificaciones son más propias de la pizarra de Sergi y su adecuación al partido que a un discurso o recurso al que recurrir de forma más o menos recurrente.

Una vez conseguida la victoria vs Andorra, veremos si otros equipos les ponen los impuestos tan altos, o al menos de este tipo, porque si esto fue una carta ganadora hoy, quizás mañana sea una trampa al que conducir al B