Ousmane Dembélé (1997, Vernon) llegó al Barça en el verano de 2017 procedente del Dortmund previo pago de 105 (145) millones de euros. La fuga de Neymar Jr., hizo apremiar al conjunto culé y Bartomeu, picó.

Más de cuatro años después, el fracaso es evidente. El habilidoso extremo galo barruntó poco profesionalismo al declararse en rebeldía para salir del conjunto borusser, detalles que ha seguido puliendo y remarcando en toda su etapa como blaugrana, el último de ellos, dar largas al club en una renovación inmerecida. Sin embargo, a pesar de ello la trayectoria del equipo en Europa estos años está marcada por él. Contra la Roma, Valverde falló al no ponerle sobre el verde, con su velocidad no había eliminatoria. En Anfield, el propio Valverde reconoce que su error fue poner al francés tres días antes en Vigo. Ernesto había aprendido de su error, pero el cuerpo frágil de Dembélé no, Ousmane se rompió y el resto es historia.

Hoy su renovación parece lejana, pero ¿debería la junta encabezada por Joan Laporta abordar su renovación? ¿a qué precio?

Analizamos los pros y los contras de la situación del francés, el cual debe volver a los terrenos de juego en breve.

PROS

Dejar ir libre siempre da miedo. No renovar hoy en día a Dembélé sería asumir el fracaso de la operación. Tras la cifra astronómica de traspaso más el sueldo, dejarle libre sería tomar un riesgo elevado. Perder un activo altamente pagado y no disfrutado. Arriesgarse a que el jugador libre sea disfrutado y rentabilizado por cualquier otro conjunto. Por otro lado, es indudable que aún tiene margen de mejora y potencial, en ciertos pasajes con Koeman la temporada pasada mostró una positiva evolución siendo un extremo derecho bien pegado a la cal como hacía tiempo que el conjunto culé no gozaba de una pieza, malcostumbrados a la amplitud por medio de los laterales. En otra etapa, sus meses de otoño e invierno de la 2018-19 son muy potentes, si el Barça consigue encauzar a ese jugador anárquico de forma sostenida y con un sueldo coherente puede ser un recurso muy potente; Dembélé por suerte y por desgracia ha sido el único jugador en los últimos años capaz de robar metros al rival con su zancada.

CONTRAS

No insistir en un error, cuando has detectado el mismo, es una muestra de acierto. Tardía, pero muy difícil e inteligente. Y Dembélé en el Barça es un error. Sabemos que se va a lesionar, que no va a tener continuidad y que su mentalidad no es la mejor. Cualquier planificación que cuente con Ousmane en un rol relevante va a ser deficitaria. En sus cuatro temporadas en la ciudad Condal su máximo número de partidos en Liga son 19, justo la mitad de una competición a 38 fechas. Su rendimiento, además, no ha superado a sus presencias pues si bien llegó como un prometedor generador ambidiestro que generó 18 goles en su único año en la Bundesliga, su mejor temporada como barcelonista culminó con 13 tantos producidos. Quizá en el nuevo panorama futbolístico de crisis inflacionaria, la idea de fichar jugadores libres y abandonar los fichajes astronómicos termine por marcar tendencia.

Por último, sería de recibo esperar como aficionados que un jugador por el que se ha hecho una apuesta tan grande y que ha tenido tantos problemas, tuviese un gesto con un club ahogado y no buscar tajada en forma de prima de fichaje. Una vez escrito y en contexto fútbol, sabemos que es una quimera. El Barça no puede ni debe pagar mucho, Dembélé se juega un jugoso contrato y a su físico no se sabe cuánto le queda. Y ustedes, ¿qué harían, renovación o dejarle ir libre?