Está temporada se está poniendo a prueba la resistencia del Barça, acosado por las lesiones y en las últimas semanas por los positivos Covid, como casi todos los equipos. Y bastante bien parado había salido de las semanas más críticas sin Calathes y Higgins, sobre todo en Euroliga, pero la derrota en casa ante Manresa pone en chino la 1ª plaza ACB, ya a dos partidos de un Real Madrid que no falla nunca. No es nada descabellado pensar que los de Saras puedan ganar los dos duelos directos et voilà, pero la falta de fiabilidad en casa en la competición doméstica (las 3 derrotas del campeonato se han producido en el Palau) puede costar caro.

Clasificatoriamente esta nueva derrota es un contratiempo no menor, aunque las posibilidades de competir todos los títulos siguen intactas, siendo esta temporada más que nunca una gran carrera de fondo para llegar al tramo decisivo en las condiciones óptimas. A corto plazo el equipo va a sufrir y difícilmente llegará a la Copa al máximo de sus posibilidades, así que hay que intentar poner la vista más allá.

Eso no implica descuidar nada, pero sí exige ir cuidando detalles para llegar al mes de abril con todo el roster a su mejor nivel, seguramente priorizando intereses e invirtiendo lo necesario en busca de ese objetivo. En otras palabras, mejor no desgastarse exageradamente en busca del liderato en ACB y Euroliga porque será más productivo ser más reservados y anteponer la preparación para llegar a primavera bien sobre los resultados inmediatos (ha de haber un equilibrio, claro).

Es evidente que los numerosos contratiempos han obligado a un sobreesfuerzo a muchos jugadores de la plantilla que habrá que compensar para no quemarlos. Laprovittola ha ejercido un rol mucho mayor de lo previsto (y ha respondido) y Jokubaitis ha tenido que acelerar obligatoriamente su adaptación por las ausencias de Calathes y Higgins. Kuric ha tenido que ser Plan A y quizá por eso su efectividad se ha resentido esta temporada, menos mortífero que de costumbre. Aunque el caso más preocupante es el de Mirotic, que ha cargado con el peso del equipo tanto en minutos como en responsabilidad, sobre todo. Y viendo lo que ocurrió la pasada temporada con el «33» en cuanto Saras recupere a toda su plantilla su objetivo ha de ser mimarlo para que llegue a los cruces de Euroliga en óptimas condiciones.

Más importante que Mirotic ha sido en este proyecto Higgins, con el que conviene tener paciencia. Con el americano las cosas están bien claras: si está físicamente bien es el líder estructural de este equipo y responde, así que estos meses hasta abril han de ser una inversión para que llegue allí al 100%. El escolta norteamericano es la diferencia entre competir y ganar. Y obviamente hay que mencionar a Calathes, cuya sola presencia ordena al equipo y su rotación.

Por unas cosas u otras Jasikevicius no ha podido contar con todos sus efectivos nunca y así poner en liza lo que él y la dirección deportiva tenían en su cabeza cuando empezó la temporada. Lo bueno de no haber urgencias clasificatorias es que de aquí a abril hay tiempo para intentar trabajar en ese objetivo que se marcó al principio. Desde luego es necesario porque el duelo directo que probablemente se va a encontrar el Barça va a ser tremendamente exigente.

Porque todo el mundo en Can Barça está pensando en el enfrentamiento que se avecina contra la extensísima plantilla del Real Madrid. En profundidad va a ser dificilísimo competirles, pero en el cuerpo a cuerpo el Barça ha demostrado que sigue siendo mejor. Pero para ello necesita a toda su plantilla a disposición de Saras y al núcleo duro del equipo en plenitud. Y en ello hay que trabajar.