Corría el 12 de enero y el Barça se jugaba la Supercopa de España en condición de campeón de Copa, contra el Real Madrid en condición de invitado. El conjunto azulgrana disponía un 433 con Gavi y Frenkie de Jong como interiores y un recién llegado Ferrán Torres, acompañando a Luuk de Jong y al díscolo tácticamente Ousmane Dembélé. Para el segundo tiempo estuvieron en liza Abde, Jutglá, Memphis y el goleador Ansu Fati.

La primera parte transcurrió por los derroteros esperados; un Real Madrid con mejores piezas y asentado tácticamente llevó el juego a su terreno. En la segunda mitad y la prórroga, las sensaciones barcelonistas fueron mejores, y a pesar de la derrota, en el ambiente se vislumbró algo de luz. No obstante, el Barça ante un colectivo cansado, para dominar tuvo que colocar a una cantidad enorme de jugadores por delante del balón, el esfuerzo fue monumental.  Interiores muy altos, extremos por fuera y se acabó con varias referencias en la frontal del área. El Madrid estaba exhausto y hundido en su frontal, sin embargo, cada pérdida era un drama blaugrana y el daño que se podía crear al conjunto blanco muy escaso. Esto último debido principalmente a la calidad de las piezas ofensivas.  Las sensaciones fueron positivas, pero el planteamiento infructuoso e insostenible. En estas, la dirección deportiva comandada por Mateu Alemany no se dio por satisfecha con el fichaje de Ferrán. Aubameyang, Adama y el perdón de Dembélé llenarían de alternativas y dinamismo el plantel atacante culé a finales del mes de enero.

Y es que, hoy en día, aún sin todos sanos, resulta difícil colocar el mejor XI posible del Barça. A la pregunta del amigo @norival1805 en twitter sobre este tema, mi respuesta en forma de texto es la siguiente:

Ter Stegen: el portero alemán, sin paño caliente alguno, es un drama. Ha perdido juego de pies y no es que encaje las difíciles, sino que encaja todo lo parable. En verano sin falta hay que abordar su situación. Sin embargo, con estos bueyes tenemos que arar. Arnau Tenas da pavor y lo que ha hecho Neto cuando ha jugado ni ha mejorado al alemán. Xavi no parece querer agitar el árbol en medio de la temporada sin una mínima certeza, y yo le entiendo. Como diría Koeman “es lo que hay”.

Dest: está mejorando y jugando en su posición. Espero que Alves sea su mentor y le dispute ciertos partidos en Liga. Alves es un doctor en entendimiento del juego y el americano es un cadete en esto, aún así, Alves tiene 38 años y se notan demasiado. Con Mazraoui en el horizonte, le quedan tres meses para reivindicarse.

Piqué: ha levantado el vuelo en un último servicio al club. Se ha ganado una temporada adicional de despedida. Honor al mejor central de la historia del club. Éric es una buena alternativa.

Araújo: es el mejor defensor individualmente del equipo y Xavi mismo comenta que su mejoría con balón es notoria. Debe mejorar en la defensa del área pues, condiciones las tiene todas. Ojalá renueve pronto.

Jordi Alba: único lateral izquierdo del equipo. Aporta y es debilidad por igual.

Busquets: sensaciones similares a Ter Stegen. Viene en picado y ya falla hasta en lo que se le da bien, pero sentarle sin alternativas no es una opción. Debe ser su última temporada como titular.

Pedri: tiene al madridismo atemorizado y es normal. El Golden Boy es el mejor jugador del equipo contando jugadores disponibles y no disponibles.

Frenkie de Jong: en su tercera temporada, creo, he comprendido al medio neerlandés. En este Barça es un interior que actúa de bisagra, a veces recibiendo de cara desde el pivote, a veces conduciendo en la medular, y en otras ocasiones cargando al área. No tiene la personalidad ni es el jugador que imaginamos en un pasado, (cuando ha jugado como pivote único ha desentonado), sin embargo, es muy buen jugador. No veo nada clara la operación con Kessie.

Para la zona de ataque entramos con el trío ex – Premier League que ha trastocado el ritmo y la capacidad goleadora del equipo. Si en el mencionado partido de la Supercopa se precisó que el medio fuese muy alto, aún a riesgo de partir al equipo, con la llegada de estos tres jugadores el panorama ha cambiado por completo. Acostumbrados a presiones altas, sus condiciones han permitido asentar al equipo en ubicaciones coherentes, pudiendo así atacar en estático o transitar gracias a ellos. Estos días hemos visto hablar mucho del contragolpe del Barça y, es que en una Liga contracultural con el ritmo que se impone en Europa, el ataque dinámico que propone Xavi con las nuevas piezas está dando sus frutos.

Adama: la vuelta del hijo pródigo está sentándole genial al equipo, encara, regatea y eleva la posesión del equipo muchos metros con su zancada, algo de lo que carecía el Barça. Un Dembélé más desordenado encaja mejor como revulsivo.

Aubameyang: ha caído de pie y está en racha. Buenos movimientos sin balón y definición de élite. De momento, las dudas físicas parecen ser cosa del pasado. Aporta en remate y lejos de portería; allá donde un útil en otras lides Luuk se quedaba corto.

Ferrán Torres: se le ha visto ansioso y peleado con el gol. Puede cubrir las tres posiciones del frente de ataque, no acumula balón y sus movimientos son muy inteligentes. Le falta un poco de velocidad y carrocería para definirse bien como extremo o nueve a tiempo completo. Es su única pega. Jugadorazo.

Con este plantel te queda un equipo versátil con el que un Xavi más pragmático de lo que pensaba quién escribe estas líneas parece haberle devuelto el pulso al equipo. Con Ansu Fati disponible parece una locura pensar un XI tipo sin él, pero actualmente es una incógnita en cuánto a todo. Además, obligaría a prescindir de Ferrán en izquierda probablemente.

Otras opciones como poder usar a Gavi, bien de interior, bien de extremo como hacía en ciertos momentos Pep con Andrés Iniesta son un lujo. Por último, surge la duda de Memphis Depay. Tras su bajón físico y ubicarle como nueve, llegó la lesión. Honestamente pensaba que le iba a costar entrar en los planes del técnico de Terrassa. Se trata de un jugador de mayor nivel que Adama, y si se ubica puede aportar lo suyo, pero tras una época de incoherencia de perfiles a costa de intentar juntar calidad, la estructura parece/debe serlo todo. Sus últimos choques dejan la puerta abierta a que pueda sumar como extremo izquierdo. Veremos.

Una vez analizado el XI, parece claro que el Barça dispone de piezas para imponer un ritmo de juego superior a la mayoría de sus competidores locales. Con la duda de Piqué, que podría ser sustituido por un agresivo Éric, el conjunto parece idóneo para diseñar presiones altas y marcar la diferencia siguiendo el modelo que reina en Europa. Atrás quedan los conjuntos de meses o años pretéritos, con jugadores descolgados y un bloque incapaz de ir arriba.

Hacer la alineación cada día es más complicado para Xavi. El Barça lo agradece.