Desde la llegada de Xavi Hernández al banquillo del Barça junto a la inestimable aportación de los fichajes las buenas noticias se han ido sucediendo. El equipo ya es tremendamente reconocible, los veteranos han subido sus prestaciones, las incorporaciones han elevado el nivel del colectivo y los jóvenes Pedri y Araújo han dado el paso a la cima de los mejores. Todo ello ha conducido al Barça a una dinámica más que prometedora, practicando cada día un mejor fútbol y respaldado por los resultados, ganando con solvencia a todos los rivales de nivel a los que se ha enfrentado.

Xavi parece haber encontrado la base sobre la que construir su proyecto, con muchas más certezas de las que cabría suponer hace unos meses y esperando el verano para encontrar piezas estratégicas que lleven al equipo al siguiente escalón. La gran duda de partida de cara a la temporada 22-23 es la portería, donde ter Stegen seguramente ya ha escalado al primer puesto en la lista de preocupaciones. Lleva siéndolo unos años, pero como había problemas mayores siempre cualquier intento de entrar a fondo en él caía en saco roto, pero igual ya ha llegado la hora de meter mano al asunto.

Habrá quien diga que también ha mejorado sus prestaciones en las últimas semanas, que vaya paradón hizo en Mallorca y que antes de golear al Real Madrid detuvo una a Valverde. La sensación igualmente es que ahora mismo es el eslabón más débil del equipo, transmitiendo siempre sensación de inseguridad. El Barça ataca mejor, por ello defiende mejor y así asoman menos los rivales por la meta del alemán, por lo que ese escandaloso dato de goles en la primera llegada se han reducido. Pero no es suficiente.

Ya no es que no recordemos el último día que pareció inexpugnable, como suelen parecer a menudo Neuer, Courtois u Oblak. O que en las grandes goleadas europeas encajadas en los últimos años haya sido transparente. Es que en los últimos tiempos no solo no ha sumado sino que ha restado, con errores de guardameta blando, inseguro por alto e incluso mostrando una alarmante falta de agilidad y movilidad.

Existe el runrún de que aquella lesión de rodilla le impide hacer algunos movimientos y rendir al 100%. Es algo que solo sabrán dentro del Club, pero está claro que algo ha sucedido con ter Stegen. También es paradigmático de su estado de confianza lo «cuevero» en que se ha convertido. Nunca ha sido un portero excesivamente valiente, pero hace tiempo que salir parece un suplicio para él. Ya sorprende que en una propuesta más agresiva como la que propone Xavi siga jugando tan atrás, pero es que cuando se trata de tomar una decisión siempre opta por quedarse en su portería.

Así pues al Barça le toca reflexionar sobre qué ocurre, más cuando hablamos de un jugador con años de contrato por delante y no precisamente baratos. La idea de traer de vuelta a Iñaki Peña como 2º portero o firmar uno de perfil bajo parece lo más cómodo, pero debería el Club moverse para buscar en el mercado a alguien capaz de moverle la silla al alemán. Y es que si el Barça quiere volver a estar entre los mejores debería empezar por tener a uno de los mejores en el arco. Y de ningún modo lo tiene.

Buceando en el mercado no parece fácil la posición del Club. El compañero Daniel Pascual cuando hablaba de su planificación para la temporada que viene mencionaba algunas opciones. Añadiría el nombre de Kepa, suplente en el Chelsea (que ya sabemos además su situación actual) y que seguro ve con buenos ojos volver a España. Intentar cerrar una cesión con opción de compra sería una operación maestra, pues no pierde nada el Barça probando y es un arquero con un potencial evidente. Ha tenido otros problemas, pero nivel no le falta. Podría apretar a ter Stegen e invitar a hacer un esfuerzo por él si rinde.

Sea como fuere la cuestión es que hace tiempo que MAtS es un problema. Todos estos años parecía siempre haber varias necesidades por delante, pero actualmente es probable que sea la deficiencia más grande del equipo. ¿Podrá remontar la situación y volver a ser el portero perfecto para el Barça?