LA ‘CABALTATA’ DE MARTINO

Barça-Elche. Vigilia de Reyes. 4 de la tarde. 3 horas antes de que muchos niños y niñas cumplieran sus sueños al ver y sentir de cerca unos Reyes Magos procedentes del lejano Oriente según la tradición bíblica, el Camp Nou fue testigo de una cabalgata diferente y especial. Una cabalgata a la que con el paso de las semanas parece que van agregándose más individuos, es decir jugadores, para la causa: la ‘cabaltata’ de Gerardo Martino.

Era importante empezar lo mejor posible el año buscando no solo los 3 puntos sino también buenas sensaciones. La cuesta de enero es una realidad sobre el papel al menos en cuanto a la carga de partidos se refiere y todos recordamos qué sucedió el año pasado al finalizar la primera vuelta. Con un Atleti competitivo a más no poder y con Simeone extrayendo el máximo de una plantilla que se cree capaz de todo, había que intentar llegar al Calderón empatados a puntos. Enfrente de los de Martino el Elche, un equipo recién ascendido pero ambicioso y bien dirigido por Fran Escribá, que al final decidió salir con 1-4-4-2 al templo blaugrana, tal y como manejábamos en la previa. No sabemos si buscó más protegerse que hacer daño a la espalda de Song y los interiores, pero al final su apuesta quedó anulada gracias a la profundidad de entre otros, tres hombres claves en el Barça toda la tarde como Jordi Alba, Pedro y Alexis. Una tras otra vez machacaron la espalda de una defensa bastante adelantada que con Lombán casi siempre rompiendo el fuera de juego, permitió a los atacantes locales llegar y sumar con bastante claridad.

Es cierto que Escribá a priori realizó un movimiento más que interesante colocando al talentoso Carles Gil de acompañante de Boakye en la mediapunta, ideal para buscar las cosquillas al camerunés Alex Song, pero a pesar de algún destello puntual sin apenas efecto, el conjunto ilicitano era incapaz de salir con claridad en ataque. Prueba de ello que solo crearan peligro a través de 2 acciones en 90′: disparo al palo del citado Boakye y un posterior centro-chut del lateral izquierdo Albácar. Como consecuencia de ello, vimos uno de los partidos más cómodos de uno de los ‘reyes’ que se subió desde bien iniciada la temporada a la cabalgata del Tata: Víctor Valdés.

Decíamos que la profundidad de los delanteros del Barça más la de su lateral izquierdo habían logrado perforar la defensa del Elche una y otra vez. Todo ello gracias a la superioridad creada en el centro del campo a partir de Cesc, uno de los ‘reyes’ en lo que va de 2013-14 y uno al que no se esperaba demasiado a juzgar por su rendimiento pasado: Andrés Iniesta. Ambos han hecho lo que han querido con un (muy flojo) Carlos Sánchez y un voluntarioso Rubén Pérez. Cesc, partiendo como mediapunta más que falso 9, bajaba a la base para asociarse con el manchego y Xavi, el más desapercibido de los centrocampistas con un rol bastante residual, y alternaba sus movimientos en el eje horizontal y vertical, compensando según lo necesitara la jugada. La visión de Cesc, que con un par de segundos y espacios es sin duda uno de los mejores asistentes del planeta futbolístico, más el descomunal talento de un Iniesta que hoy sí volvió a repartir caramelos y chocolatinas desde su particular carroza repleta de magia, reversos inimaginables y pausa necesaria, han alimentado a unos incansables Pedro y Alexis. Canario y chileno. Chileno y canario. Pajes en condiciones normales. Reyes por las circunstancias. Y es que sin Messi, al que se espera ya prontito, y con Neymar en el banquillo, ambos se han erigido en máximos goleadores del equipo. Y ya no solo son los goles, esto es, la producción. Es lo que generan en ataque, su compromiso defensivo -ambos son jugadores muy solidarios en el esfuerzo- y, he aquí algo fundamental: la confianza que demuestran. Prueba de ello es que se atreven con casi todo: gama variada de golpeos, regates diversos… y hasta Alexis ha ejecutado un libre directo con una maestría que muy pocos imaginaban. Algo tan inesperado como la vaselina ante Diego López meses atrás. Ahora mismo se antojan clave en el equipo y hay que aprovechar su momentum.

Así las cosas, en 45′ estaba prácticamente sentenciado el partido. Jordi Alba regaló un gol a Alexis, excelente en la ocupación del área partiendo desde el flanco derecho y poco después, tras la ocasión más peligrosa que remarcábamos de Boakye, Cesc se lo daba casi hecho a Pedro. La verticalidad que imprimían Cesc e Iniesta al ataque del Barça era una bendición que agradecían Pedro y Alexis. El equipo estaba bien asentado en campo contrario y podía recuperar rápido. No tanto porque existiera una presión colectiva bien organizada -visto lo visto- sino porque el Elche era incapaz de salir bien desde atrás y aunque superaran una primera línea (desordenada) del Barça, la acaban perdiendo más arriba. Precisamente es en la presión donde observamos uno de los asuntos pendientes y a mejorar por parte de Martino y los suyos. Siguen sin apreciarse mecanismos claros y un trabajo colectivo que se puede antojar necesario en otras lides. Cierto es que no falta voluntad y compromiso: ahí están los ejemplos de Song presionando hasta centrales como hombre más adelantado o el espíritu de Canarias y Tocopillato, dos jugadores incansables en estas tareas. Pero da la sensación de que hay mucho margen de mejora. Que es una presión ciertamente desordenada y que hay que pulir.

Tras el descanso, el partido siguió en una misma dinámica a pesar del fallo de Xavi desde el punto de penalti. Se sucedieron casi 15′ de menos ritmo y sin apenas ocasiones de gol hasta que de nuevo Iniesta volvió a acelerar y cambiar de ritmo desde su carroza y dio un penúltimo pase definitivo a Pedro, que le regaló el gol a Alexis. Escribá había intentado ya mover piezas y cambiar la inercia con la entrada de Manu del Moral por Fidel en el extremo izquierdo pero nada fue suficiente para hacer dudar al equipo de Martino, a un nivel de seriedad y juego bastante alto todo el partido. De esta manera, ni Valdés como decíamos ni la defensa, liderada por un Bartra que va ganando galones cada partido que juega, apenas sufrió. Y eso que Montoya sigue quedando como un lateral algo insuficiente para las expectativas de un equipo como el culé. Aunque tesón y actitud nunca le van a faltar. Piqué tuvo poco peso en la salida de balón y en general no tuvo apenas trabajo. La responsabilidad de sacar limpio el balón quedaba en pies de Bartra -derecha-, desde donde probó con mucho acierto varios cambios de orientación hacia izquierda cuando el Elche estaba completamente basculado. Este fue por tanto uno de los mecanismos más interesantes del partido en salida sin duda: centrales bien abiertos, Song intercalándose entre ambos, laterales como suele ser habitual con Martino muy proyectados arriba y cambio de orientación a izquierda cuando el rival estaba basculado. Cuando no era posible el cambio de orientación, la salida era desde centrales a Xavi o Cesc, que bajaba a la base para ayudar mucho y a partir de ahí conectar con Iniesta, que acabó igualmente sustituyendo a Xavi y viajando en su carroza de la base a la mediapunta. Xavi fue más que nunca y como parece que van a ser sus últimos partidos un complemento y apoyo más que una vía de salida o solución. Nada raro. Hay que valorar y aplaudir como se merece a una leyenda cuyos mejores años ya han pasado y que pese a todo, ofrecerá algún canto de cisne y destellos propios de quien ha manejado la gloria tantas y tantas veces. Y así fue cuando fue reemplazado por una de las perlas de la Masia como Sergi Roberto, que sumó treinta minutitos más en su CV. Cuando Martino dijo a principios de temporada que contaba con todos, sí, iba en serio.

Al final el hombre que vino desde Tocopilla cerró el marcador con el referido libre directo y se ganó la ovación tras ser sustituido por Tello. Una ovación que mereció igualmente su socio en la otra banda, Pedro. Vimos de esta manera unos minutos a Neymar divertirse con Iniesta. Sin embargo, una mala noticia asomó entre tantas buenas: Bartra se tuvo que retirar lesionado por molestias musculares y habrá que esperar a ver el alcance de la lesión, en caso de que la haya.

La mayoría de culés que habíamos enviado la carta a los Reyes Magos habríamos pedido y deseado un inicio de 2014 similar a lo ocurrido y visto ante el Elche. El equipo irradia buenas sensaciones a la espera de Messi y a pesar de que hay mucho margen de mejora en temas como la presión y la transición defensiva. En ataque parece que se van puliendo mecanismos cada vez más y la verticalidad del conjunto de Martino es una realidad. El equipo necesita muy poco para generar ocasiones de manera más o menos clara y continua. Y vuelvo antes de terminar a aquello de Martino de que contaba con todos. Porque si algo ha intentado el rosarino todos estos meses desde su llegada es intentar que todos, del más veterano al más joven con menos experiencia, se subieran a su carroza. Que confiaran y creyeran en que había una cabalgata con la que podían llegar semana a semana bastante lejos. En la ‘cabaltata’ de Martino deben caber todos y él seguir tomando decisiones por el bien del equipo. Parece que vuelven algunos ausentes a sus puestos de mando dispuestos a repartir caramelos y dulces como en los mejores tiempos. Mientras que el auténtico Rey, el dios terrenal hecho futbolista, está ya muy cerca de reaparecer. Getafe en Copa y la milicia competitiva de Simeone, ya aguardan a la vuelta de la esquina.

La cuesta de enero, tras el dispendio consumista, es un tópico de la sociedad civil que puede aplicarse al fútbol. Algo razonable dada la densidad de partidos tras un parón de 15 días y porque echando un vistazo a la historia reciente encontramos casos que no deben pasar desapercibidos. Y es que en este mes, tanto el último Barça de Guardiola como el último de Mourinho, casi que dijeron adiós a cualquier opción en Liga. Fundamental que la ‘cabaltata’ avance con paso firme y se sumen más líderes a la causa. Hay que evitar que ocurra algo como lo del año pasado.

PD. ¡Feliz Día de Reyes!