Diego López; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Pepe, Marcelo; Khedira, Modric; Bale, Di María y Cristiano. Con estos once nombres y el experimento de la defensa de 5 daría comienzo la andadura de Carlo Ancelotti en el microcosmos de los Clásicos. El final de su primer viaje a la Ciudad Condal es algo que todos conocemos, victoria del Barça y más dudas alrededor de la figura de un técnico transalpino que seguía sin dar con la clave para legitimar su estilo de juego: mala transición ataque-defensa, rendimiento irregular de la pareja de centrales, el eterno debate entorno a la portería y varios problemas que se redondearon con la confirmación de que Sami Khedira se perdería el resto de la temporada por una lesión. A Carletto se le empezaban acumular los problemas.

Aquí es donde encontramos la mayor virtud del preparador italiano, desde la templanza y la tranquilidad ha sabido reorganizar su ideas para que, finalmente, estas se vean reflejadas donde más importa: en el terreno de juego. Hablar del Real Madrid 2014 es mencionar a un colectivo que ha sufrido una evolución exponencial que lo coloca como uno de los mayores ‘contenders‘ de Europa y con opciones reales de lograr un ansiado triplete. Y aquí llegamos al quiz de la cuestión. ¿Cómo es posible que en unos meses la percepción de este equipo haya cambiado tanto como para colocarlo favorito, ligeramente por encima del club blaugrana, para el Clásico de este fin de semana?

Para empezar Ancelotti ha encontrado su sistema ideal con un indiscutible 4-3-3. Rechazó y renegó de su famoso 4-3-2-1, que tantos quebraderos de cabeza daba para recomponer al equipo tras pérdida, y no volvió a emplear aquella defensa de cinco que se pudo observar de manera sorprendente en el Camp Nou hace unos meses. Desde la estabilidad y la convicción de tener un esquema fijo, Carletto se ha convertido en un arquitecto sobrio y profesional que ha ido logrando que el optimismo dentro de la afición merengue se haya desatado por completo.

Con un espacio definido con rotundidad y con unos cimientos ya colocados sobre los que crear su proyecto, el siguiente paso del éxito del Real Madrid en esta temporada reside en un futbolista que estuvo cerca de hacer las maletas para abandonar la plantilla del cuadro blanco. Ángel Di María vio la luz con la lesión de Khedira y su reconversión como interior zurdo lo ha convertido en uno de los pilares y en un futbolista imprescindible para certificar el proyecto de Carlo Ancelotti. Al futbolista argentino no le importa correr por correr, es más casi que disfruta con ello y por eso mismo se ha convertido en un activo trascendental para reajustar la maltrecha transición ataque-defensa del Real Madrid y que como para más ha permitido que Marcelo se pueda desenvolver en fase ofensiva sin restricciones, haciendo incluso a veces de lateral izquierdo si ve que su compañero de origen brasileño tiene problemas para retornar a su posición. En términos defensivos está claro que DiMa como interior ha sido una gran invención de Ancelotti pero en fase ofensiva sigue siendo un futbolista prodigioso en lo técnico y que seguramente gracias al estilo de juego mezzo piano ha mejorado su toma de decisiones (13 asistencias en el presente curso) que siempre ha sido su particular tendón de Aquiles. Al lado de un Modric, sobresaliente durante casi toda la temporada y siendo la imagen del equipo junto a un tiránico Cristiano Ronaldo, y por delante de un jerárquico Xabi Alonso el Real Madrid 13-14 ha encontrado su sala de máquinas con la que espera obtener títulos. El jugador rosarino es el primer pilar del Real Madrid 2014 pero no el único.

El regreso de P&R al máximo nivel competitivo es otro de los motivos para la más que positiva evolución del Real Madrid. Su velocidad a la hora de actuar con espacios por delante es imprescindible y permite al equipo blanco poder jugar con una defensa adelantada que poco a poco va mermando las opciones del rival con el paso del tiempo. En definitiva si en el primer tramo de la temporada la defensa y las ocasiones que generaban los rivales sembraban dudas sobre el verdadero nivel del Real Madrid en partidos élite, ahora mismo es uno de los puntos de máxima importancia para explicar el reset del conjunto blanco en el 2014. Ahora el conjunto merengue no solo oprime y desespera al rival con balón también lo desquicia a la hora de anular posibles transiciones rivales, todo ello gracias al retorno de la pareja de centrales de la Liga de los récords.

Más motivo de satisfacción es como ver que las pocas constantes en el primer tramo de la temporada se han seguido manteniendo. Luka Modric sigue siendo el capitán del banco merengue, con su capacidad de atracción y esa sorprendente habilidad de soltar el balón justo en el momento adecuado para mermar a las defensas rivales, debería ser el jugador más temido por parte del Tata Martino. Sabe retener el balón y puede ser el elemento más diferencial para agotar a un Barça que sin balón es cuando más se le rompen las costuras de su estilo de juego. Asentado como interior, el futbolista croata está siendo con todo merecimiento uno de los nombres propios del panorama futbolístico. Si en el pasado su presencia en el encuentro se concebía como un relevo espléndido para someter a un Barça apurado, a día de hoy sería impensable no leer su apellido en las alineaciones.

Cristiano sigue con sus estadísticas sacadas de otra época muy lejana. Su rendimiento en las últimas temporadas ha sido incuestionable y este año no está siendo una excepción, además ha dado un paso al frente para afianzar el nuevo estilo de juego. No tan rápido y precipitado, cada vez se acerca más a sus compañeros para apoyar la jugada y con su técnica establecer ventajas. Todo ello sin perder esa agresividad que tiene al espacio y con muchas más libertades defensivas de las que tenía con José Mourinho. El último ganador del Balón de Oro querrá refrendar su magnífico año y opositar para mantenerlo de cara al año que viene, no hay mejor escenario que hacerlo frente al Fútbol Club Barcelona y a diferente de la anterior temporada ya no está solo cuenta con dos socios de fábula como un Karim, que parece haber encontrado su ataraxia particular y estar completamente desatado siendo quizá el más destacado de este 2014, y un Gareth Bale, que siempre que las lesiones le dan una tregua, cumple a base de goles o asistencias. La BBC llega en un grandísimo momento de forma, y aunque habían dudas sobre si el trío merengue llegaría a la cita, y para que el Madrid alcance su máximo nivel es necesario por lo menos contar con Benzema & Cristiano, que con sus asociaciones más las llegadas de Marcelo son una de las principales bazas del ataque madridista.

Y lo más significativo y que es otra mejora competitiva para el Real Madrid en el presente curso es la aportación desde el banquillo. Isco, Illarramendi y Morata comparten un mismo perfil: futbolistas jóvenes, con hambre por triunfar y que están acechando a la mínima para ganarse más minutos en los planes de Carlo Ancelotti. La única mala noticia es la ausencia de Jesé, se perderá lo que resta de temporada, cuya explosión ha dado ya algunos puntos ganadores en plazas difíciles del campeonato doméstico. El Madrid pierde a su futbolista número 12, un agitador de encuentros y que siempre ofrece detalles. Baja más dramática de lo que parece a primera vista.

Pese a ello no todo es de color rosa en el Santiago Bernabéu y su mayor dilema se encuentra en los laterales, especialmente en el carril derecho. Arbeloa, que también causa baja, está realizando su campaña más irregular desde que regresó al club de sus amores y Carvajal, aunque en ataque siga ofreciendo cosas muy interesantes, sigue siendo un jugador muy verde y que debe de asimilar conceptos defensivos para estar a la altura en grandes desafíos, por supuesto el Barça ahí puede establecer una brecha con un futbolista como Neymar.

Con estos updates añadidos al sistema del técnico italiano y los elementos que funcionaban bien anteriormente, el 2014 no puede resumirse de mejor manera: 17 victorias, 2 empates, 44 goles a favor y 7 goles encajados. Estadísticas que le sirven para ser los líderes del campeonato doméstico, uno de los claros favoritos en la lucha por alzarse con el cetro europeo y el verse las caras en la Final de la Copa del Rey. El lavado de cara al proyecto y la inyección de adrenalina es más que evidente, por lo tanto el Real Madrid encara el Clásico con mucha energía positiva y siendo un proyecto mucho más consolidado que hace escasamente unos meses atrás.

Aún así y pese al ligero favoritismo que respiran los medios de comunicación tradicionales a favor del conjunto blanco, no hay que olvidar que en un Barça-Madrid no existen estados de forma y puede suceder cualquier cosa. Se enfrentan dos proyectos incipientes con nuevos entrenadores y que cuya imagen son dos de los mejores futbolistas y que más capacidad tienen dar un giro de tuerca a la trama como son Messi o Cristiano acompañados por un gran reparto. Un Barça que quiere dar un golpe sobre la mesa tras un inicio de año dubitativo y con factores externos a lo deportivo que le perjudican, un Real Madrid que querrá poner tierra de por medio y de paso coger un poco más de moral de cara al tramo final del campeonato. El espectáculo, como siempre, está servido.