ENTRENADORES PARA LA HISTORIA. CAPITULO I. RINUS MICHELS.

Durante esta temporada intentaremos recorrer los perfiles y legados de los entrenadores más importantes de la historia culé. En «Entrenadores para la historia» queremos rendir un homenaje a todos ellos y recordar las raíces y evolución del tan manido estilo Barça. Como siempre lo haremos desde un punto de vista técnico, pues dicho recorrido correrá a cargo, principalmente, de nuestros entrenadores colaboradores de la sección de «El Rincón del Técnico». Hoy, en nuestro primer capítulo, Rinus Michels, Mr. Mármol.

PRESSING FOOTBALL

Marinus Michels , nacido en Amsterdam el 09/02/1928 y fallecido el 03/03/2005 (DEP) fue uno de los grandes estrategas de su época, uno de los grandes entrenadores de todos los tiempos y padre del denominado por el propio Michels como pressing  football, más conocido en el mundo como fútbol total -término acuñado por la prensa- que tanto ha dado y sigue dando al propio fútbol. La idea del fútbol total es atacar el balón aun sin tenerlo, vivir los momentos sin balón ejerciendo una presión asfixiante en todo el campo sobre el esférico y rivales con el único fin de recuperar la pelota para volver a atacar al contrario. Rinus definía con una palabra esta forma de defender/atacar; forcingchecking, que no tiene traducción al castellano pero que viene a decir algo así como redoblar el ataque,  atacar y volver a atacar. También achicaban los espacios al rival y forzaban muchos fueras de juego, cosa muy innovadora en la época.

Otro aspecto importante era priorizar lo colectivo sobre lo individual, todos atacan y todos defienden como bloque. La movilidad y permutas entre los jugadores del mismo equipo eran continuas con esta forma de jugar.

Era característico de sus equipos la forma divertida y dinámica de atacar, capaz de mezclar los tres toques para plantarse en el área rival con el mantener una posesión larga y mover de lado a lado para crear finalmente una ocasión de gol, manteniendo siempre el dominio del juego y del balón durante sus partidos.

Para realizar ese juego era obligatoria una preparación física excelente y, seamos justos, para lograr títulos en ese nivel practicando este juego arriesgado y de ataque debía tener jugadores  de un nivel exquisito en el trato de balón, con gran técnica individual y entendimiento del juego como un colectivo. En el caso de Michels, tuvo la fortuna de dirigir a plantillas con futbolistas que se han ganado la inmortalidad futbolística, como pueden ser Cruyff, Rep, Krol, Resenbrick o Keizer en los 70 y los Van Basten, Gullit , Rijkaard o Koeman en los 80.

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En un artículo de la Enciclopedia Mundial del Futbol, Ed. Océano, Tomo 4,  el propio Michels, habla de una nueva estrategia que llegó a Holanda en los años 60 y que él supo adaptar a sus equipos a través del entrenamiento y del juego. No le fue nada fácil instaurar esa forma de jugar en los inicios  en ninguno de sus equipos pero, finalmente, llego a imponer ese estilo en todos los que estuvo -incluyendo al Barça- durante su extensa carrera, que abarcó desde la temporada 1964/65 con el Ajax hasta el año 1992 como seleccionador holandés. Entre muchas otras cosas, describe unos principios, unas máximas sobre las que descansa este estilo de juego.

Los principios de los que habla en el artículo son: (texto integro)

1.- Movilidad constante de cada hombre, aún sin jugar la pelota. Tanto en juego defensivo como en juego de ataque. El empleo de esta estrategia, cambiando posiciones de atrás hacía delante, y viceversa, se automatizó y logró una gran eficacia.

2.- Unir y sincronizar todas las acciones, desde atrás hacía delante y al revés, para mantener un campo operacional reducido al máximo. ¿Por qué? 

a) Para ganar espacio hacía delante y forzar a los delanteros contrarios a regresar a sus líneas.

b) Para conceder al rival poco espacio para jugar libremente, y así favorecer un marcaje más individual y más eficaz, singularmente en el centro del campo.

c) Para crear con este juego posicional en movimiento las mejores condiciones para mantener la iniciativa, que es la base del fútbol ofensivo.

3.- Esta estrategia permite las salidas rápidas y masivas de la defensa, con los despejes largos y claros. Este es un sistema tan espectacular como arriesgado, ya que deja a los contrarios en constante fuera de juego, al tiempo que no permite a la defensa adversaria organizarse debidamente ante el peligroso alud que , inopinadamente, se le presenta.

4.- Apurar al contrario, especialmente cuando se actúa en casa, jugando el forcingchecking para obtener mayor empuje ofensivo.

He intentado desarrollar esta estrategia en todos mis equipos. Claro que siempre en función del adversario y del score…

AJAX

Cuando llegó al Ajax de Amsterdam, pensar en ser campeón de Europa parecía, cuanto menos, algo complicado, dado que la holandesa era un Liga que recién estaba profesionalizándose. En la Eredivisie consiguió 4 campeonatos de los 6 que disputó en su primera y exitosa etapa.

Otra cosa era Europa, que por allá en la temporada 1964/65 dominaban los equipos italianos y un estilo de juego en particular, el Catenaccio, que hizo furor en Europa a través del Inter de Milán de H. Herrera y que tuvo multitud de imitadores. Obviamente el estilo del Catenaccio no tiene como premisa atacar y volver atacar, más bien es la idea contraria, con marcajes muy férreos y la premisa de defender bien, no tomando muchos riesgos en ataque para ganar al contraataque, con ABP o por un fallo del rival. El Milán le hizo pagar el peaje a un Ajax joven e inexperto, que se plantó en la final de la Copa de Europa por primera vez en su historia en la temporada 1968/69, batiéndole en el Bernabéu por un contundente 4-1.

Con la espina de esa derrota clavada y acrecentada más aun por la victoria de su eterno rival, el Feyenord, en la edición posterior 69/70,  al vencer al Celtic en la final dos temporadas más tarde -en la 70/71- con un equipo más sólido y experto consiguió alzar la primera Copa de Europa para el equipo de Amsterdan,  batiendo 2-0 en la final al Panathinaikos FC dirigido por el mítico Ferenc Puskas. Era la consagración de un equipo, de un entrenador y de un modelo de juego.

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Michels emigró a España contra todo pronóstico, pero dejó plantada una semilla que siguió creciendo gracias al siguiente inquilino del banquillo del Ajax, Stefan Kovacs,  que fue fiel a la idea de Michels. Incluso fue a más e incorporó algunas variantes al modelo sacadas del balonmano y de otros deportes. Kovacs logró seguir la senda de triunfos en Europa, consiguiendo dos Copas de Europa más, 71/72 y 72/73 , logrando un total de 3 consecutivas,  lo que hizo que el Ajax se situara entre los equipos más -si no el que más-  importantes del mundo.

Las dos Copas de Europa conseguidas por Kovacs como entrenador las ganó ante un equipo italiano en la final -Inter y Juventus- lo que dio pie a que se hablara mucho de la victoria del fútbol alegre y de ataque del Ajax en contraste con ese juego de defensa a ultranza italiana. Una batalla, la del juego bello contra la del juego resultadista, que aún hoy en día sigue viva en los equipos de nuestra era… por fortuna para todos nosotros.

SE INICIA EL IDILIO BARÇA-AJAX/HOLANDA

Rinus Michels llega a Can Barça en el año 1971, con la misión de conseguir la hegemonía nacional, ya que el conjunto culé no ganaba la Liga desde la temporada 1959/60, lo que hacía que el reto fuera mayor para este hombre que venia de tocar el cielo con el Ajax.

Sus dos primeras temporadas transcurrieron en blanco, quedándose a las puertas de los títulos. Sin embargo, en la temporada 1973/74, la llegada de Johan Cruyff a la plantilla culé cambia totalmente la cara de ese equipo y logra, por fin, salir campeón de Liga, logrando notables resultados como el famoso 0-5 en el Bernabéu. El juego que practicaba ese Barça era primoroso. Siempre liderado por el holandés -comandante general de su equipo-, el peruano Sotil de escudero y con un amplio elenco de grandes jugadores nacionales de la historia del Barça -Rexach, Asensi, Marcial, Costas entre otros, hicieron las delicias de sus aficionados y lograron llenar de felicidad la grada del Camp Nou con el tan deseado alirón.

Quizás esos mismos aficionados esperaban más títulos de esta dupla holandesa a la que se unió otro Johan, este apellidado Neeskens,  pero finalmente no fueron muchos más. Parados en seco en las semifinales de la Copa de Europa, donde cayeron derrotados ante el Leeds Utd., acabó siendo un pequeño palo para el club y afición. Dos temporadas sin campeonar lo llevaron a salir del banquillo del Camp Nou, donde no tardaría en volver -durante su etapa como blaugrana entrenó también a la selección holandesa, pero de eso hablaremos en breve-.

En la temporada siguiente , la 1975/76, tendría un paso fugaz por el Ajax, donde estaría un año, para acabar recalando de nuevo en el Barça en la siguiente sin lograr levantar trofeo alguno. Una Copa del Rey en 1978,  su última campaña en el Barça -venciendo a Las Palmas por 3-1 en la final-, cerró su ciclo en el Barça y bajó el telón a una de las etapas más prometedoras de la historia del club. Escasa en títulos, en cambio sí brindó al espectador un juego diferente y novedoso a lo que se venia haciendo en España, y , por supuesto, nos dio la oportunidad de disfrutar en nuestro país de uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol, como es Cruyf. Seguramente sin Michels hubiera sido más complicado que el Flaco acabara en Can Barça.

Mas allá de los títulos, lo que ha perdurado en la casa blaugrana es el estilo, esa semilla que, al igual que hizo en el Ajax, plantó también en el seno blaugrana y que han seguido regando entrenadores de la talla de Cruyff, Van Gaal, Rijkaard o Guardiola. Cada uno con sus variantes y firma particular, todos partieron desde la base del futbol pressing de Michels. Y ese estilo  ha llevado al Barcelona a codearse con los mas grandes del mundo y tener el derecho de lucir en sus vitrinas 4 copas de Europa y dos Mundiales de clubes, todo unido a un fútbol bello de ataque y al exquisito trato del balón.

LA NARANJA MECÁNICA

Dirigió a Holanda en el Mundial de 1974 y todos sabemos lo que se habla de esa selección, una de las mejores de la historia que se quedó sin título a pesar de hacer un fútbol de otro planeta. La denominada Naranja Mecánica era realmente una máquina de jugar al fútbol de ataque, de presionar, de intercambiar posiciones en el campo, de dominar el partido y, con resultados inolvidables como los conseguidos ante Brasil, Argentina o Uruguay, se plantó en la final por primera vez en su historia. La final comenzó de forma inmejorable para los orange: una arrancada exquisita de el Flaco en la primera jugada del partido acabó con un penalti de Vogts, pena máxima que transformó Neeskens en el 1-0. A pesar de tener marcador favorable, Holanda no cambió su forma de jugar y siguió yendo a buscar a su rival. El propio Michels reconoció más tarde que si hubieran sido más conservadores y defensivos quizá serían campeones, pero eso hubiera sido alejarse de su estilo… Aun así, verse tan pronto por delante fue más negativo que positivo, sobre todo en el plano mental de los jugadores.

Holanda siguió atacando fiel a sus principios, pero el partido cambió de cara. Rápidamente Alemania remontó en 2 acciones puntuales y puso el 2-1 antes del descanso. En la segunda mitad Holanda tuvo el control del partido hasta el final pero el marcador no cambiaría ya que los de Rinus desperdiciaron innumerables ocasiones. Y el 2-1 se hizo definitivo, dando el campeonato al equipo de Beckembahuer, Müller y compañía.

El título fue a parar a los germanos -recuerdo a Lineker- pero el fútbol de la selección de Michels pasó a la posteridad como uno de los equipos más vistosos de todos los tiempos, acaparando portadas y elogios de todo el mundo.

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1988, OTRA HOLANDA DE ENSUEÑO

Su última gran epopeya al fútbol la escribió en 1988 dirigiendo a la selección holandesa llevándola a conseguir el único titulo internacional de su historia, la Eurocopa de Alemania´88. Un fútbol el de aquel verano aún recordado y manejando unos jugadores increíbles como eran Van Basten Gullit, Rijkaard, Koeman, Van Breukelen, Muhren y Vanenburg entre otros. Esa Holanda rompió con la “maldición” y se tomó la ansiada venganza de Alemania, batiéndola por 2-1 en las semifinales en su propio país. En la final derrotó a la URSS por 2-0 con el famoso gol de Van Basten dándole a Marinus el trofeo a nivel de selecciones que faltaba en sus vitrinas, demostrando al mundo que jugando al ataque se pueden conseguir títulos.

FIN DE SU CARRERA COMO ENTRENADOR

En su carrera, además, dirigió como entrenador a la selección holandesa en otras tres etapas al margen del Mundial´74, 1984-85, 1985-88 y 1990-92. También cruzó el charco y entrenó en el nuevo continente, precisamente en EEUU, donde se vio tentado por Los Angeles Aztecs. Volvió a Europa, esta vez a Alemania, donde dirigió al Colonia desde  1980 hasta 1983, ganando una DFB Pokal en su último año.

Entre los pasos por la selección holandesa tuvo un periplo en el Bayer Leverkusen durante la temporada 1988/89, siendo esta su última estación como entrenador de clubes.

Se retiró de los banquillos definitivamente en la Eurocopa del 92, donde defendían titulo cayendo con el que a la postre salió campeón, Dinamarca.  Fue un partido igualado que finalizó 2-2 tras prórroga, decantándose del lado danés en los penaltis, con la recordada  y decisiva parada de Peter Schmeichel a Van Basten.

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RINUS MICHELS EN EL ENTRENAMIENTO

Metódico y muy disciplinado con su trabajo, rápidamente en Barcelona se le denominó Mr. Mármol, por su talante serio y directo. Imponía a sus jugadores una fuerte disciplina y para ellos él era el general, el líder del equipo. Duro con los jugadores, no le importaba su aspecto físico o lo que hicieran en sus vidas privadas, “solo” les exigía lo máximo en los entrenamientos y los quería físicamente perfectos para poder afrontar los partidos con la certeza de llegar a donde él quería. Era un estudioso de la preparación física y de los métodos de la época, trasladándolo a sus entrenamientos para conseguir que sus jugadores fueran portentos capaces de desarrollar ese juego intenso, presionante y dinámico que pretendía.

Era un apasionado de la innovación y de la estrategia, buscando siempre patrones y métodos para mejorar su modelo de juego y a sus equipos. Sabía que tenía que trabajar mucho con el colectivo para conseguir llegar al nivel que el deseaba alcanzar y eso solo se podía conseguir a través del entrenamiento.

Sin duda consiguió confeccionar tres de los equipos que mejor han jugado al fútbol de la historia, aunando belleza estética y resultados, como han sido el Ajax de final de los 60 principio de los 70, la Naranja Mecánica del Mundial de Alemania´74, y la Holanda del 88. Tampoco nos podemos olvidar que en el Barça siempre será recordado como el padre futbolístico de Cruyff -con lo que eso conlleva en la casa culé- amén de hacer que el FC Barcelona volviera a ganar la Liga tras 14 años de sequía y devolver la felicidad al aficionado.

Si unimos todos los factores podemos entender porque se le otorga el derecho a ser uno de los mejores entrenadores de todos los tiempos. De hecho, es nombrado mejor entrenador del s. XX por la FIFA en 1999, lo que culmina una carrera excepcional.