SIN SOLUCIÓN DE CONTINUIDAD

La eliminatoria contra el Elche puede que sea recordada al final de la temporada, como ese extraño punto de inflexión del año. Los ánimos y la confianza en este equipo habían disminuido hasta cotas impensables, allá por un ilusionante septiembre. El equipo aparecía como irreconocible, perdido, sin la ilusión necesaria, no ya solo para jugar bien, sino incluso para competir, y en apenas una semana, la cara es otra.

Por supuesto, no hay que ser ilusos, hablamos del Elche -un equipo bajo mínimos esta temporada- pero dejando al rival de lado, los once de Luis Enrique empiezan a mostrarse reconocibles. A enseñarnos mecanismos de juego que hasta ahora parecían erráticos y desconocidos. A creer en lo que pretenden y ejecutarlo con más o menos acierto. En definitiva, a ir adquiriendo una identidad que hasta ahora parecía poco menos que la búsqueda del Santo Grial.

La eliminatoria había sido ya decidida el jueves pasado en el Camp Nou, por lo que, tras la alegría del domingo ante el Atleti, hoy se buscaban ante todo dos detalles; por un lado como decía la búsqueda de un lugar común en los últimos encuentros del Barça y, como suele ser ya típico en partidos de Copa con la eliminatoria resuelta, echar un ojo a ver como encajan los nuevos.

De salida el Barça partía con ter Stegen en la portería. El alemán está llamado a grandes batallas y seguro podrá seguir mostrándonos que es, sobre todo, un portero del s.XXI. Un jugador de campo más, como ya le enseñó Guardiola a Víctor que debía de ser. No es ya sólo su técnica, es su lectura de juego. Futbolista moderno, sin más.

La defensa tenía en los laterales a Montoya y Adriano, mientras por el centro estaban dos centrales que siguen creciendo y seguro jugarán partidos más importantes que el de hoy a lo largo de la temporada; Bartra y Mathieu en sus espacios naturales.

El mediocentro todos esperábamos que hoy fuera para Sergi Samper, pero unas décimas de fiebre nos han privado del prometedor canterano, para hacernos descubrir a un jugador que en el B es interior izquierdo, pero que Lucho consideraba que podía rendir como sustituto de Busquets. Gumbau es un jugador de un físico privilegiado, recuerda más en su juego a un mediocentro tipo Sergio, que del estilo de Sergi. Habrá que seguirlo de cerca. Segundas jugadas, continuidad al juego, apoyos… en resumen, muy correcto debut para el canterano.

Los interiores hoy curiosamente adquirían mucho más peso, pese a ser «menores» que los que venían actuando hasta ahora. Sergi Roberto por la izquierda, demostrando cuales son las características que le han llevado al primer equipo, movilidad y llegada. Y un hoy extraordinario Rafinha. El menor de los Alcántara está llamado a triunfar en este equipo, a poco que se le sepa guiar en estos primeros años con la primera plantilla. Hay jugador para rato en el doce, probablemente más como interior de base que aglutina el juego, donde actuó hoy, que como extremo en el 4-3-3 azulgrana. A pesar de ser un interior de posesión no se limita a amasar la pelota, sino que junta líneas y acelera el juego con una facilidad pasmosa.

Arriba un siempre incisivo Pedro a la izquierda, Munir como punta móvil y otra de esas perlas que no sabemos cómo mezclarán en el primer equipo por aquello de ser diferentes; Adama. Es evidente que dicho trío atacante no tiene mucho que ver con los tres tenores habituales, pero hoy combinaron bien y ejecutaron una primera efectiva línea de presión, de nuevo seña de identidad de este equipo cuando se ataca bien.

Pedro con su fútbol interior, Munir con sus diagonales y desmarques. Y un Adama que es un verdadero portento de la naturaleza. Su desborde hacia fuera hoy no tiene forma de pararse, si consigue mezclarlo con algo de juego interior y pausa, tenemos jugador diferente y diferencial para rato. Hoy me hubiera gustado que mezclara con un lateral más incisivo que el casi siempre correcto Monty o Douglas que salió en la segunda parte, pasando completamente desapercibido.

En el minuto sesenta, además de entrar al campo el lateral brasileño, lo hizo otro de los puntos de atención, Halilovic, aunque no para jugar en su posición natural en el B de interior, sino para sustituir a Adama en el extremo, evidentemente mostrando otro tipo de juego, menos desborde hacia afuera, sino que más combinativo y con proyección interior. A lo que hay añadir una calidad extraordinaria, como pudimos observar en alguno de sus golpeos a puerta.

Comentar que los goles fueron tres en la primera parte. El primero de ellos en un libre directo ejecutado de una manera espléndida y a una distancia considerable por el francés Mathieu. Posteriormente marcaría, luciendo sus cualidades, Sergi Roberto, en un disparo cruzado desde fuera del área y con su zurda. Y por último se cerraría la primera parte con un penalti muy bien ejecutado por Pedro. Y el último cuando ya los jugadores se dirigían a vestuarios, con un Adriano llegando al segundo palo a un centro cruzado de Douglas.

Y nada más, y nada menos. El partido fue muriendo en intensidad en la segunda parte, pero hay que quedarse con que la esperanza abierta por este equipo hace tan solo una semana en el Camp Nou, continúa, veremos si como espejismo o realmente se están estableciendo los mimbres de un proyecto serio y estable. Estaremos atentos las próximas semanas…