El duelo liguero contra el Levante estaba marcado por las rotaciones y por la sensación colectiva que sería una victoria fácil y contundente. El interés, antes de empezar, recaía justamente en el rendimiento de los menos habituales, los matices que se incorporarían con ellos y el resultado final ante un rival que va a sufrir mucho si quiere mantener la categoría.

El Barça de Luis Enrique ya es un hecho. En estas jornadas hemos podido comprobar como el equipo está mostrando, a grandes rasgos, lo que quería transmitir desde el comienzo el entrenador asturiano. Tardó meses en plasmarse pero llegó a partir de las botas de Messi, el vértigo y el entendimiento entre los tres delanteros bichos.

Volviendo ya al partido en sí Lucho apostó por la vuelta de Mascherano al puesto de central, Busquets al mediocentro posicional junto a Xavi y Rakitic, los dos laterales suplentes para dar descanso a Alves y Alba y la aparición de Pedro en lugar de Luis Suárez. Muchos cambios, hasta ocho, en relación al encuentro contra el Villarreal en la Copa.

Y el comienzo fue un Dejà Vu, una sensación de ritmo lento y atascado sin apenas capacidad para profundizar que nos hacían recordar tiempos pretéritos que siempre pueden volver, sobre todo si Xavi sigue estando en el equipo, basado en una circulación parsimoniosa del balón con Messi de falso 9 y Pedro en la derecha. Bartra y su golpeo buscando a Neymar abierto en la cal era la forma planificada para romper el entramado defensivo, algo deficiente, del Levante.

En defensa el equipo, con muchas bajas, no fue especialmente sólido. Bartra, corrigiéndose y corrigiendo a Mascherano, estuvo activo en la anticipación pero el conjunto valenciano tenía forma para salir. Xumetra desde la derecha encarando a Adriano, superado en defensa, y Barral. Fueron realmente pocos los intentos de los visitantes pero antes del 2-0 estuvieron ahí.

En el minuto 15 el plan de Luis Enrique incorporó un matiz. Messi volvía al extremo derecho y Pedro emularía el rol de Luis Suárez. ¿El resultado? Se activaba el golpeo de Leo con su zurda de oro en busca del lado opuesto y podría encarar a su rival desde la banda con mejores resultados que en los minutos anteriores.

Propio de ese golpeo vino el gol de Neymar tras pase de compás desde la cal del astro argentino. 1-0 y victoria encarrilada. Hasta el 2-0 el ritmo siguió siendo muy bajo, ni Montoya es técnicamente Alves ni Xavi ni Rakitic son interiores para gestionar el vértigo sin ayudas. Además de que Adriano apenas sube su banda como suele hacer, aceleradamente, Alba. Matices que marcaron una primera parte que no pasaría del correcto.

En el 37 Bartra anticipó a Uche, otra más, y le dio el gol a Messi que definió con su pierna mala de forma mucho más eficaz que otros delanteros con su lado bueno. Así es el chico. 2-0 sin apenas intervenir Bravo, una buena salida y sobrio en general y al descanso se llegó con el trabajo hecho.

La segunda parte fue realmente mejor. El rival entregado y rendido ante el mayor nivel de los azulgrana sirvió para activar el pase en largo de Busquets (debe intentarlo más e incorporarlo en sus registros diarios si quiere crecer como jugador en este equipo) y para transitar más para seguir generando peligro a la meta de Mariño. Realmente el nivel de juego fue ampliamente superior al de la primera mitad.

Al final, un hat trick de Messi con un gol de penalti y otro de 9 puro aprovechando la dejada de Pedro tras gran pase de Busquets y el gol de volea de Suárez tras centro de Adriano que puede servir para recuperar al uruguayo en clave goleadora para cerrar un 5-0 con final feliz antes de que comience, de verdad, la parte decisiva de la temporada. Las sensaciones colectivas son buenas, cabe ver si la plantilla estará, por nivel, a la altura de las circunstancias.

P.D: Se me hace realmente incomprensible que Xavi sea el responsable del lanzamiento de los saques de esquina y faltas laterales teniendo en plantilla y en el césped a mejores golpeadores como son Rakitic y Neymar.