El Rayo-Barça ya nos es familiar. El encuentro acabó con un 1-5 a favor de los visitantes, que sufrieron la presión alta del conjunto vallecano y gozaron los espacios que éstos, a su vez, dejaban a la espalda.

El testarudo equipo de Jémez arriesgó lo indecible ante un tridente histórico que ha llevado al club catalán a superar el récord de 34 partidos sin perder que ostentaba el Real Madrid de Leo Beenhakker. A los del barrio madrileño les va bien así, ya que no dudan de su plan, que a la postre les está sirviendo para eludir el descenso un año tras otro. Es un tema más que comentado.

Dado el ímpetu rayista, Embarba avisó primero con un zurdazo que achicó bien Claudio Bravo. El chileno también anduvo soberbio con el juego de pies, proporcionando una buena salida en largo para los de Luis Enrique, que son más flexibles en su proceder y jugaron más balones largos que un rival con Manucho como punta de lanza.

La primera clara en el bando azulgrana la tuvo Messi, que se topó con la mano de Juan Carlos. Un minuto después, el meta regaló el primer tanto a Rakitic soltando un balón llovido que parecía tener dominado. Y acto seguido, ‘La Pulga’ aprovechó una pérdida local para realizar una pared con Neymar y anotar el 0-2. El partido quedó visto para sentencia con la discutible expulsión de Diego Llorente en el tramo final de la primera mitad.

Pese a todo, la segunda mitad tuvo intensidad. El Rayo, equipo en el que su lateral derecho remata un centro de cabeza en el punto de penalti, da pie a ello. Messi hizo el tercero tras una jugada rocambolesca trufada de rebotes. Al poco, Manucho contestó con el gol del honor: Embarba la puso con la izquierda al segundo palo, donde Bebé le ganó el salto a Sergi Roberto y la dejó a placer para el angoleño. El canterano de Reus y Mathieu ocuparon los laterales acompañando a los habituales titulares.

No acabó ahí la fiesta. Quedaba una segunda expulsión, esta vez a Iturra, así como el clásico penalti fallado en el bando culé. Juan Carlos paró el disparo de Luis Suárez desde los once metros, pero le quedaría por encajar el cuarto, tercero de Messi, y el quinto, merced a un testarazo de Arda Turan a pase de Mathieu.

Para el Barça fue otro día más en la oficina de Vallecas, que acabó con Neymar forzando, a prori, la quinta amarilla que le privará del próximo duelo en Ipurúa. Ahí tienen los histriónicos el tan deseado descanso de uno de los delanteros. Con ellos disfrutando del fútbol y marcando la diferencia, parece difícil que esta liga no acabe siendo exhibida en el Camp Nou.

LAS NOTAS

Bravo (8): Parada importante en los primeros minutos de partido y gran participación en salida de balón ante la agresiva presión rayista.

Sergi Roberto (5): Discreta aportación de un jugador ya asentado, aunque ha perdido algo de ‘hype’ y quizá el pulso a la posición de lateral derecho.

Piqué (6): Correcto y sobrio, a pesar de algún leve despiste.

Mascherano (6): Bien, como casi siempre. A ver quién le discute, mínimo hasta el verano, como acompañante de Gerard en el centro de la zaga.

Mathieu (6): Aprovechó los espacios que dejó su rival con incursiones de mérito y dio el último gol de la noche. En defensa, no sufrió en exceso.

Busquets (7): Este tipo ya no baja del notable ni en el partido más funcionarial.

Rakitic (7): Encontró soluciones en los pasillos interiores y fue decisivo para encarrilar el encuentro.

Iniesta (7): Es caprichoso el manchego. Dice ahora que este es su año, mono de trabajo incluido.

Neymar (6): Le sobró el último regate, falló en la última decisión. Eso le alejó de ver puerta, amén de la madera en un excepcional libre directo.

Luis Suárez (6): Su movilidad, trabajo y calidad constaron y rondó el gol, pero no tuvo el acierto de otros días. Por desgracia, él también falla los penaltis.

Messi (8): Tres goles en una noche plácida. Las cosas del astro argentino.