En el fútbol como en la vida cuando tienes un proyecto excelente hay que ir a por él sin dudarlo, exponerlo al máximo, sacarle todo el rendimiento y, muy importante, saber modificarlo cuando pierde fuerza.

En el caso del FC Barcelona hay una posición que siempre ha sido complicada de optimizar. No es otra que la del ‘9’ o delantero centro. Con el sistema de posición azulgrana necesita de delanteros asociativos y eso es difícil mezclarlo en lo que se le pide a un ‘killer’: definir con goles el juego de su equipo. Últimamente se ha optimizado con dos opciones: o bien tener el delantero dominador del momento(como Eto’o o Luis Suárez) o con un juego grupal donde se potenciaba el conjunto para generar ocasiones y que Leo Messi definiera.

En estos momentos tenemos la situación de que hay que modificar el proyecto para que siga a gran nivel para competir por todo. Luis Suárez tiene 31 años y el Barça debe afrontar su relevo. Se ha especulado con muchos nombres(aquí escribimos algunos) pero, en mi opinión, no existe un delantero dominador que sirva al Barça bajo los parámetros que hemos comentado antes.

Por todo ello, el Barça debe suplir la carta de Suárez sin un 9 como discurso. Ahora mismo está en ese momento en que tiene varias piezas que pueden ser dominadores pero que por las circunstancias de la plantilla no están situados en las posiciones que más le favorecen. Básicamente son los dos fichajes estelares de la temporada pasada: Dembelé y Coutinho. El francés, después de superar su lesión, se está destapando como goleador en este inicio de temporada pero su presencia en el lado izquierdo del ataque le resta mucho desequilibrio y potencial porque debe dejar la banda para Jordi Alba teniendo que ocupar la zona central donde es más propenso a perder balones y que puedan originar contraataques para el rival. La posición de Dembelé también afecta a Coutinho. Por las exigencias, el jugador brasileño se ha visto obligado a retrasar su posición para ser interior, en la que se está adaptando muy bien debido a su gran calidad. Pero en muchas ocasiones se encuentras los dos jugadores y se eclipsan.

¿Que propuesta tengo en mente? Si quitamos a Suárez de la ecuación, te queda la posición de 9 desocupada en cuanto a fijación de centrales e instinto. Pero esa pérdida la cubres metiendo a Leo Messi ahí, sacando a los centrales de posición. Y, por supuesto, con el astro argentino ya tienes asegurado una cuota de goles estratosférica. A partir de ahí, situar a Dembelé por derecha bien abierto a banda. En su posición natural, donde puede recibir, encarar y jugar al espacio con más libertad y menos miedo de que una pérdida de balón sea dañina para su equipo. Por último, subir a Coutinho como extremo izquierdo, desde donde podría irse hacia adentro para asociarse a Messi y dejar toda la banda para Jordi Alba.

¿Entonces, que pasa con el centro del campo? Ahí es donde el Barça debe reforzarse con jugadores diferenciales. Creo que hay un jugador que ya lo tenemos pero hay que adaptarlo cuanto antes. Arthur ya ha demostrado que es un jugador perfecto para el juego de posición, asociativo. En la posición de ‘Xavi’ tiene un potencial muy grande y puede ser diferencial. Faltaría la posición de interior izquierdo donde el Barça no puede dejar escapar a un jugador: Frenkie De Jong. El joven jugador holandés sabe batir líneas ya sea con el pase como con la conducción, puede organizador el juego desde abajo y tiene el fútbol de posición metido en la cabeza. Además, en casa tenemos jugadores como Riqui Puig o Aleñá que deben dar un paso adelante y, sobretodo, que el Barça les dé minutos.

¿Y porque lo de jugar con 9 y medio? Porque jugaríamos con Leo Messi, que no es un 9 pero es el 10 más goleador de la historia pero además mi opción sería fichar un delantero centro experimentado para esos partidos que se encallan, cuesta entrar y el equipo necesita fijar a los centrales. Ayer fue el aniversario de Henrik Larsson, un héroe de la Champions de Ronaldinho o Eto’o. Este es el perfil que, para mi, debería buscar el Barça para suplir a Luis Suárez pero sobretodo reforzar el centro del campo para ser dominador.