Creo que no me equivoco si digo que prácticamente todos tenemos nuestros ídolos en la infancia, esos jugadores en los que te fijas, quieres jugar como ellos, intentas conseguir su camiseta y a veces incluso una foto o una firma y llegas a imitar sus celebraciones o sus peinados.

Pensando y escribiendo, tampoco se puede olvidar que a veces con los ídolos puede haber desencuentros, enfados y motivos por los que uno se acaba alejando. Pienso en Figo que probablemente debería estar sin duda en este Top 3 pero cuyo fichaje fichaje por el equipo rival hace perderle esa admiración que muchos sentiamos. Puede suceder también en ocasiones que ese jugador nos niegue una foto o tenga un mal gesto. Eso por suerte no me pasó, pero a veces pasa.

En primer lugar voy a incluir a Stoichkov, jugador emblemático y figura relevante del Barça de Johan Cruyff. Extremo veloz y con mucho carácter, además de goles dejó más momentos en su paso por el Barcelona (estuvo en dos etapas tras su marcha en el año 95 al Parma regresó para jugar dos temporadas más como azulgrana) como fue el pisotón al árbitro Urizar Azpitarte. El búlgaro consiguió alzarse como vencedor del Balón de Oro en el año 1994.

No hay que olvidar que en aquellos años existía el límite de jugadores extranjeros. Hay que pensar que además de un condicionante a la hora de fichar, eran jugadores que a priori llegaban para marcar la diferencia. Como ejemplos en el Barcelona tuvimos a Laudrup y Koeman y en la etapa final del Barça de Cruyff también a Romario (no me olvido de  Richard Witschge con un papel más testimonial).

En segundo lugar situaría a Michael Laudrup. De los jugadores más elegantes futbolísticamente hablando que se pudieron ver en un campo de fútbol, su característica principal era la visión de juego y sus pases de escuadra y cartabón como el que dio a Romario en El Sadar frente a Osasuna. También hizo habituales en el Camp Nou “las croquetas” que después veríamos a Iniesta. Su distanciamiento con Cruyff y fichaje por el Real Madrid fue un disgusto para muchos azulgranas que seguro tendrían al danés en esa categoría de ídolo o jugador con el que disfrutaban.

Aún en mi infancia, pero ya acercándome a la adolescencia, en tercer lugar quiero incluir a Ivan de la Peña, un jugador diferente, con mucha visión de juego al igual que Laudrup que pese a que no llegó a la categoría de estrella mundial consiguió que fueran muchos los que se identificasen con él. Recordad será su conexión y compenetración con Ronaldo. Apodado “Lo pelat” por su caracterísitica cabeza rapada siempre al cero y el 23 a la espalda, era el líder de la generación que asomaba al primer equipo llegando del filial. Como sucedió con Stoichkov, el cántabro estuvo en el Barcelona en dos etapas en este caso tras abandonar el Barcelona en el año 98, volvió en el verano del 2000 después de pasar por la Lazio y el Olympique de Marsella. En defensa de Ivan, decir que en su carrera no tuvo suerte con las lesiones.

Figo o Ronaldo fueron otros candidatos a entrar en este Top 3 pero el fichaje del primero por el Real Madrid y el paso efimero del segundo les restaron puntos y es que creo que el tiempo es otra caracteristica necesaria para ganarse la categoría de ídolo.

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