Aleñá y Riqui como Carles y Ansu

Uno de los problemas más evidentes de la planificación del FC Barcelona realizada en verano es el de la superpoblación en el centro del campo. La llegada de Frenkie de Jong procedente del Ajax tenía como propósito el de, por un lado, rejuvenecer una línea en la que tres de los cinco futbolistas que la componían superaban la treintena y, por el otro, añadir un punto de creatividad necesaria con la incorporación de una de las grandes revelaciones de la temporada 2018/19.

En un principio, esta inversión de 75 millones de euros tenía que ir acompañada de al menos una salida, tanto por razones deportivas como económicas. Varios nombres salieron a la palestra, pero con el paso del tiempo destacaron dos: Iván Rakitić y Philippe Coutinho. El caso del croata era diferente al del brasileño, ya que hasta entonces había sido un futbolista troncal en los planes de Ernesto Valverde. Sin embargo, los rumores de final de etapa con el ‘4’ se hicieron cada vez más fuertes y la debacle en Anfield no hizo más que acentuarlo.

Dada su posición de debilidad, el ‘Txingurri’ acabó aceptando los planes de la dirección deportiva de desprenderse de Rakitić y accedió a su marcha. Para ello y de forma preventiva, durante la pretemporada decidió subir a Sergi Roberto en el medio para replicar el perfil del ‘4’ y aceptó de buen grado que el lateral derecho del filial, Moussa Wagué, le cubriera las espaldas tras subir al primer equipo por contrato.

El caso es que la dirección deportiva no acabó el trabajo que le había encomendado la junta directiva y el resultado derivó en la superpoblación de una línea, la del medio campo, que ha dejado varios perjudicados: el propio Rakitić – actualmente con un rol residual – y los canteranos Carles Aleñá y Riqui Puig.

Una mala gestión de la dirección deportiva

El primero no tan solo ha perdido la jerarquía que se ganó por méritos propios el curso pasado. Tras lesionarse en verano del 2018, aceptó recuperar el ritmo de competición en Segunda B con el filial. A las órdenes de García Pimienta, Aleñá marcó las diferencias y en el mes de enero, el club le devolvió lo prometido inicialmente a principios de curso: le dio dorsal y ficha con el primer equipo, convirtiéndose de facto en el quinto centrocampista de la plantilla.

Poco a poco, Aleñá fue ganándose minutos y presencia en Primera División, e incluso sumó algunas exhibiciones impropias de un jugador de su edad y experiencia. Leganés, Valencia o Alavés fueron sus principales víctimas, ya fuera jugando de interior por la derecha o por la izquierda, más en la base o apareciendo entre líneas. Daba igual: el de Mataró ya había llegado y no parecía que nadie pudiera sacarle de allí.

El fichaje de De Jong, la no salida de Rakitić y la incorporación de Sergi Roberto al centro del campo le han hecho perder hasta dos escalones en materia de jerarquía. A pesar de tener bastante protagonismo durante la pretemporada, tras una mala primera parte en San Mamés Aleñá ya no ha vuelto a jugar con el primer equipo y apenas ha entrado en las convocatorias de Valverde. Los rumores de una posible cesión en invierno no han hecho más que empezar.

Otro caso es el de Riqui Puig. Más joven que Aleñá y con menos experiencia en el primer nivel, completó una notable temporada en su primer curso en el filial y repitió pretemporada con el primer equipo, esta vez exhibiéndose con cierta asiduidad. La superpoblación en el medio le ha dejado sin protagonismo en el primer equipo, al que ya no le llaman ni siquiera para completar los entrenamientos.

Tras una primera parte de curso excelente, la semana pasada Riqui Puig hizo público – de forma más o menos afortunada – su descontento con la situación actual y abrió las puertas a una cesión eventual de cara la temporada que viene si no tiene oportunidades en la primera plantilla azulgrana.

El espejo de Carles Pérez y Ansu Fati como solución

Con siete centrocampistas en nómina, la dirección deportiva puede encontrar una solución en el ejemplo de la gestión de la delantera que, tras la salida de Rafinha, se quedó apenas con cuatro jugadores: Messi, Suárez, Griezmann y Dembélé. Valverde dio entrada a Carles Pérez tras una buena pretemporada y acabó descubriendo a Ansu Fati, un fenómeno que ha sorprendido a propios y extraños por su enorme talento y personalidad.

El hecho de que ambos canteranos tuvieran espacio de entrada les permitió hacerse un hueco muy pronto y lo cierto es que no solo han estado a la altura de las circunstancias, sino que se han acabado convirtiendo en las mejor noticia de un inicio de curso azulgrana tremendamente gris.

Tanto Carles como Ansu aparecen con asiduidad en las convocatorias e incluso disputan la titularidad a Griezmann y Dembélé, que aún no han mostrado su mejor versión con regularidad. En este sentido, es evidente que la solución en el centro del campo pasa por aligerar la nómina actual de mediocampistas como pasó en la delantera en verano, que se desprendió de hasta cuatro futbolistas: Rafinha, Malcom, Coutinho y Boateng.

Tal y como sucedió en verano, el principal favorito en las quinielas sigue siendo Iván Rakitić. Más concienciado de que marcharse constituye la mejor solución para todas las partes, los rumores de una posible salida son muy fuertes. Por otro lado, el rol residual de Wagué – que aún no ha debutado esta temporada – y el desempeño habitual de Sergi Roberto en el lateral derecho, abren la puerta a una cesión del senegalés en busca de más minutos y protagonismo para no encallar su progresión.

Estas dos salidas, pues, ayudarían a resolver la complicada ecuación del medio campo, manteniendo a Frenkie de Jong y Arthur Melo como indiscutibles, y a Sergio Busquets y Arturo Vidal como principales alternativas a conformar la tripleta titular. Aleñá recuperaría el rol de quinto centrocampista que ya ostentó por méritos propios el curso anterior, y Riqui Puig se convertiría en el sexto, a caballo entre filial y primer equipo. Una solución que les garantizaría minutos y presencia a ambos canteranos, replicando de forma muy parecida los roles y el protagonismo de Carles Pérez y Ansu Fati durante estos meses y que tan bien le ha resultado a Ernesto Valverde.