El Barça femenino está jugando a gran nivel, el rendimiento ofrecido durante la temporada pasada y lo visto durante la actual, tanto antes como después del parón por la pandemia, es impecable. Nada a reprochar. La sección ha crecido, han mejorado y rinden a la altura de los mejores equipos de Europa. En 2019 el club avisó que esa final de Budapest en la UWCL era sólo el principio, el comienzo de una era en el que la ambición pasaba por ser las mejores del continente.

El Barça, hay que reconocer las cosas como son y al César lo que es del César, con Bartomeu como presidente y Maria Teixidor como directiva responsable de la sección, profesionalizó a todos los niveles la sección, se ofrecieron las instalaciones, el equipamiento y todo lo necesario para que la exigencia y el rendimiento aumentaran de forma considerable. Jugar en el Johan Cruyff, disponer de un campo de entrenamiento únicamente para ellas y sus propios vestuarios, junto a una mayor inversión económica siriveron para posicionar al club en la élite del fútbol femenino europeo.

Ahora, a las puertas de 2021, el club se encuentra en pleno tránsito entre el mérito de estar a las puertas de la Copa de Europa y dominar en España a ser el favorito a reinar en el viejo continente. Por ahora este cetro lo tiene el Olympique de Lyon, el gigante que todo acapara montando una especie de All Stars y que tiraniza el deporte continental, y justo a su acecho se encuentra el Barça, el PSG, el Bayern, los mejores equipos de Inglaterra, el Bayern y el Wolfsburg, que ha sido el segundo favorito en Europa tras el OL.

Estando en esta lista, ser un aspirante, es obviamente una demostración del trabajo bien hecho durante los últimos años. Se construyó un equipo para dominar en España y estar cada vez más cerca de las mejores de Europa. Y junto a la base de jugadoras españolas y canteranas se intentó fichar a extranjeras de nivel para dar ese salto.

Por un lado la base de la selección española absoluta (Sandra Paños, Andrea Pereira, Mapi León, Leila Ouahabi, Andrea Falcón, Vicky Losada, Alexia Putellas, Patri Guijarro, Mariona Caldentey, Jenni Hermoso y veteranas ilustres de la sección como Melanie Serrano o Marta Torrejón). Junto a ellas las jóvenes promesas con mucha proyección como Cata Coll, Laia Codina, Jana Fernández, Bruna Vilamala, Claudia Pina o Giovana Queiroz y, para cerrar el círculo, la presencia de figuras de élite mundial como Caroline Graham Hansen, Lieke Martens o Asisat Oshoala.

De cara a esta temporada el objetivo inmediato es claro, reeditar el campeonato de liga invictas, ganar los torneos nacionales (Supercopa y la Copa de la Reina de la temporada pasada y de la presente, suspendidas por la pandemia) y volver a competir de tú a tú con los mejores equipos de Europa. La plantilla ya demostró ante el Wolfsburg que la distancia entre ellas era mínima. Se perdió 1-0 pero fue la primera vez en la que el Barça jugó sin miedo y con la ambición de ganar. Lejos quedan las eliminatorias planteadas como quimeras con el único objetivo de no salir goleadas.

Tras las elecciones, ¿qué?

A las puertas de las elecciones a la presidencia del Barcelona y con una crisis galopante a nivel deportivo, institucional y económico la incógnita sobre el futuro inmediato de la sección pesa. A fecha de hoy la sección era sostenible, con un sponsor dedicado en exclusiva al equipo (Stanley) el equipo era autosuficiente, lo que genera de ingresos está por encima del coste de mantenimiento del equipo (primer equipo y fútbol base), pero las urgencias deportivas del primer equipo masculino pueden suponer un recorte que ponga en peligro todo el camino avanzado hasta ahora en el futfem.

Asociado a este punto capital y a la espera de qué plantean y ofrecen los candidatos a la presidencia del Barça está un equipo con varias jugadoras pendientes de renovar sus respectivos contratos.

En 2021 finalizan sus contratos las siguientes jugadoras:

Sandra Paños: Portera, titular con la selección española y entre las mejores de Europa.

Melanie Serrano: Lateral, la más veterana de la plantilla y la mujer que ha vivido todo el proceso desde el ascenso, descenso y salto a la élite. Más importante fuera del campo que el ofrecido sobre él.

Ana Maria Crnogorcevic: Jugadora suiza polivalente, juega de lateral o de extremo en sustitución de la titular que deba descansar, no es una pieza capital pero su rol es importante para el equipo.

Andrea Falcón: Jugadora de banda, en España es élite. Las lesiones han lastrado a una futbolista importante.

Kheira Hamraoui: Mediocentro francesa, figura capital en Champions, su presencia física da estabilidad y jerarquía ante las mejores. Ha perdido el puesto y seguramente se marche.

Patri Guijarro: Mediocentro de enorme potencial. Titular indiscutible en España y en el Barça. Pieza capital sobre la que se debe construir el equipo los próximos años.

Caroline Graham Hansen: Jugadora franquicia, fichaje estelar de 2019 procedente del Wolfsburg. La jugadora sobre la que se construye un equipo con más aspiraciones que el que se enfrentó en Budapest al Lyon. Renovarla significaría mantener la apuesta y la ambición. Tendrá ofertas y habrá que pasar por caja.

El Barça de hoy es élite. En España hoy domina con mano de hierro, los registros (diez victorias en diez partidos, 57 goles a favor y sólo dos en contra y goleando a cualquier rival que se presenta delante) son inmaculados, pero en un deporte como el futfem, en crecimiento y con más clubes de élite apostando de verdad en él es fácil que, si no se mantiene la inversión, se caiga un proyecto ambicioso que, cómo se pregonaba en Budapest, esa final era sólo el principio. Lo avanzado es mucho, pero si se pretende reinar en Europa sigue faltando un último paso.