Nikola Mirotic ha fracasado en el Barça

Por @Joanbarriach

Nikola Mirotic ha fracasado en el Barça. El jugador mejor pagado de Europa y venido en una de las operaciones más impactantes en el panorama europeo de los últimos años en Europa no ha conseguido llegar a justificar un rendimiento deportivo acorde al salario que le tiene como el más valorado del viejo continente.

La realidad es que si nos basamos única y exclusivamente en valorar o analizar desde el punto de vista económico el rendimiento en las canchas de baloncesto del montenegrino Nikola tiene casi imposible compensar y justificar la inversión que se realizó en can Barça ese verano. Ese verano Bartomeu y su directiva veían que la sección de baloncesto era muy mediocre en el escalafón europeo a pesar de tener uno de los presupuestos más elevados en este lado del charco y que continuamente el Real Madrid pasaba por encima de los culés cuando el metal estaba en juego. Un largo lustro decayendo y perdiendo casi sin parar y sin dar importancia a lo que sucedía en el Palau Blaugrana.

Era en este contexto, y no otro, lo que derivó en un traspaso que fue un golpe encima de la mesa extraordinario. El Barça incorporaba a un jugador formado en el Madrid directamente de la NBA cuando tenía ofertas multianuales muy por encima de lo que se paga en Europa a cualquier estrella. Inevitablemente, una operación de estas características supone un coste extraordinario para la entidad. Pagas el talento y, por encima de todo, demostrar que como club de baloncesto en Europa, estás aquí, que no te fuiste, y que no se te puedo olvidar ni menospreciar. Mirotic vino como jugador de baloncesto y como pieza estructural de esa operación retorno a la élite.

Como bien comentó mi compañero Turu Wilder en otro artículo analizando su figura y su rendimiento deportivo, que es lo que nos importa a los que vemos baloncesto cada semana, Nikola Mirotic no ha estado a la altura de las expectativas asociadas a su salario. Su primera temporada el equipo fracasó sin paliativos en la Copa del Rey, en la Euroliga iba tercero hasta que se suspendió hasta el parón por la pandemia y se diluyó en la final a cara de perro vs Baskonia en el final improvisado de la ACB. Objetivamente, un fracaso colectivo que también va asociado al individual.

También es cierto que los registros de Nikola ese primer año a nivel individual responden al que es o podía ser considerado mejor jugador del continente. Con Pesic en el banquillo el ataque culé estaba más diseñado al libre albedrío del talento que tenía en pista el técnico serbio y daba a Mirotic una buena cantidad de tiros para poder brillar y destacar. El equipo, en ataque, buscaba al montenegrino casi sin excepción.

¿Supone entonces un fracaso individual ofrecer un buen rendimiento personal, tener unos resultados colectivos destacables en Europa aunque no terminaran con título en las vitrinas? Si todo se parte desde el salario del jugador todo lo que no sea un MVP individual en todas las competiciones y levantar copa será un fracaso del jugador y del club. Si el baremo económico lo dejamos a otro lado el rendimiento individual es probablemente mejorable, tiene sus lagunas, Mirotic ha supuesto un salto de nivel evidente en relación a lo que había antes.

Tampoco se puede obviar el contexto en el que ha jugado el equipo y el propio Niko. En esa segunda temporada empezó a un nivel bastante alto desde que se recuperó del Covid y al poco de volver fue baja durante bastantes semanas por motivos personales con permiso del club. Durante ese momento y con Jasikevicius en el banquillo el cambio con Pesic supuso una revolución a nivel de gestión y de sistemas de juego. Con el lituano los sistemas ofensivos circunscribe el talento ofensivo al servicio del colectivo. Menos tiros en jugadas individuales para repartirlo con todo el plantel. Mirotic con Saras generalmente ha tenido menos volumen de tiros de los que disfrutaba.

Además de su larga ausencia el equipo, que no deja de ser un ser vivo que evoluciona de forma natural y orgánica que acabó con una mayor jerarquía de jugadores como Calathes y Higgins ante la falta de Mirotic con unos resultados más que destacables. ¿Su menor peso en los esquemas y bajones de rendimiento individuales son siempre culpa suya?

En deporte, en baloncesto también, no se puede obviar el apartado económico, pero el análisis deportivo también debe incluir el rendimiento ofrecido sobre el parqué de los pabellones, su adaptación y renuncia al ego personal, en busca de sus cifras, en beneficio colectivo. Los números que importan también es que el equipo ha ganado más con esta versión del talento al servicio del colectivo (liga y Copa y finalista F4) pero tampoco se debería obviar que ha sido MVP de la ACB estas dos temporadas y mejor valorado en Euroliga la primera campaña. ¿Es esto fracasar realmente? Dénme entonces ustedes fracasos parecidos en mi vida.

Mucho se está discutiendo en clave Barça de la reducción de salarios de las principales figuras del club, lo hemos visto en el primer equipo y también la rescisión de los contratos de Hanga y Claver este verano y de la voluntad de rebajar los emolumentos del hispano-montenegrino para readecuarlo a las circunstancias complicadas que sufre la entidad catalana, seguramente sea necesario, pero mal haríamos de ignorar lo aportado ciñéndonos únicamente en lo que percibe, porque cuando se juega a baloncesto lo que importa es meter canastas, no ir sumando y restando euros en las nóminas de los jugadores.