Trazar un plan. Es Champions. No queda sino agarrarse al máximo a una competición tan bella como cruel. El Barça lleva una renta de dos goles marcados fuera de casa. Probabilidades hay de que el Manchester City remonte pero no son demasiado elevadas. Todo es posible en el fútbol y podríamos llenar de tópicos estas líneas pero volvamos al principio: trazar un plan.

¿Cuál?

EL BARÇA DE LOS CENTROCAMPISTAS

Si ya ante la Real en Copa y en el Etihad la idea tenía mucho sentido, ahora con la ventaja de la ida más si cabe. El Barça de los centrocampistas se presenta como la mejor alternativa posible para intentar sellar el pase a cuartos. Juntar a “los parecidos” es el equilibrio que necesita este Barça imperfecto para desequilibrar. Una gota no va a suponer océano alguno pero formando con Busquets, Xavi, Cesc, Iniesta y Messi hay más opciones de recuperar ciertos principios del juego de posición que parecen ya olvidados o arrinconados no se sabe bien dónde. Hay que ofrecer y desencadenar un contexto en el que estos jugadores se asocien y reconozcan.

La posesión como instrumento. No como fin en sí mismo. Instrumento de control ante una presumible salida agresiva del City que tiene poco que perder tras el 0-2. Ordenarse a partir del balón y paciencia, sin llegar a la especulación. El problema que uno observa es que se ha hecho tan a cuentagotas este fútbol, en tan escasos tramos esta temporada, que no hay certeza alguna sobre que el equipo sea capaz de estar 90 minutos concentrado y capacitado para lo que debe hacer. Lleva tantos meses navegando en un mar de dudas e indefinición que por el camino la incertidumbre se ha erigido reina. Demasiada incertidumbre. Y hablamos de juego.

El plan de juntar a todos los centrocampistas parece ahora mismo, aún lejos de la perfección, el camino que puede llevar a la victoria con mayor probabilidad de éxito. Al fin y al cabo, si hay algo con lo que el equipo se puede sentir más cómodo es con la pelota, moviéndola mientras se mueven, apareciendo y desapareciendo, acercándose y alejándose. Juntándose en campo contrario y bien arriba. Error sería dejar de creer en aquello que les puede hacer fuertes y desnaturalizar más si cabe al conjunto, ajeno a toda geometría últimamente.

¿ALEXIS/NEYMAR/PEDRO?

Asumiendo que Martino repetiría esquema y jugadores de la ida, la única duda volvería a centrarse en una de las posiciones: la que ocupó Alexis en Manchester. Aquí hay varias opciones:

Alexis

Sería replicar el inicio de la eliminatoria. Alexis estira la defensa contraria y da profundidad al ataque con sus fuera-dentro y diagonales, pero su menor sensibilidad con el balón puede penalizar en un equipo que más que nunca deberá minimizar riesgos en transición defensiva a partir del control de balón. El chileno está en un buen momento a nivel individual y su confianza de cara a portería está fuera de dudas. Si bien sus mejores virtudes no se resumen en el apartado asociativo, en partidos recientes ha dado ciertas muestras de progresión.

Pedro
Dada su versatilidad es una carta que permitiría jugar con él partiendo de izquierda o derecha. En función de ello, Iniesta cambiaría su zona de partida. El canario es un jugador con mayor sensibilidad en la asociación y precisión en los pases que Alexis. Es de los jugadores de la plantilla que mejor interpretan la ocupación de espacios en ataque y su sacrificio defensivo está fuera de dudas. Un complemento con bastante experiencia en estas lides. Como apunte final, aunque haya llovido bastante, Pedro y el propio Iniesta dejaron un gran partido para el recuerdo partiendo el primero de izquierda y el manchego de derecha. Un 24/11/2009 sin Messi ni Ibra en el XI… Ante el futuro campeón de Europa, el Inter de Mourinho.

Neymar

Es el jugador con más potencial de los tres candidatos pero el que peor está tras su última lesión. Su inexperiencia en Europa a estas alturas ofrecería dudas pero sus minutos en el Etihad con un contexto favorable invitaron a la esperanza de poder juntar a Neymar y Messi en ataque. El equipo ha jugado peor desde que los dos están de vuelta pero lo que es más grave y que yace en el fondo de la cuestión es que no se han potenciado nada las virtudes de ninguno de ellos. Es decir, da la impresión de que el conjunto y la ausencia de ciertos mecanismos ofensivos que generen ventajas para ambos, está aburriendo y separando a los dos cracks llamados a marcar diferencias. Un Neymar chincheta no es la solución a nada sino la reducción del todo más bien. Un Neymar partiendo de derecha algo escorado pero con libertad de movimientos y apoyado por un lateral largo como Alves que a su vez tenga la espalda bien protegida sí es una amenaza. Y muy seria.

Todas las alternativas, sea cual sea la que decida Martino, exigen y presuponen un trabajo detrás. Mucho trabajo. No es solo cuestión de alinear a los teóricos mejores jugadores. Se trata de saber qué se quiere hacer en el campo. Cómo y para qué. Y aunque uno tiene la sensación de que a nivel táctico parece que hay demasiadas lagunas y falta de concreción –se aprecian pocos mecanismos elaborados en ataque y defensa- la Champions es un escenario y competición que invita a sacar lo máximo de cada colectivo.

El resultado favorable de la ida hace pensar en volver a juntar a los Busquets, Xavi, Cesc, Iniesta y Messi. Pero más allá de nombres no hay que olvidar el propósito fundamental: jugar a algo reconocible y sabido con lo que pueden realmente ser muy competitivos. No queda otra que ser pragmáticos pese a los desequilibrios y tiempo perdido. Es tiempo de competir. De jugar a fútbol, aquello de lo que está adoleciendo muchísimo el equipo en los últimos partidos.