A eso de las cuatro de la tarde del domingo conocíamos la alineación que Luis Enrique ponía en liza para jugar el partido liguero contra el Levante, un once con muchos cambios respecto a los anteriores partidos. El entrenador asturiano introducía no habituales en todas las líneas del campo, siendo llamativa la ausencia de Luis Suárez y la entrada de Pedro por el uruguayo, ya que a diferencia del resto de rotaciones, la titularidad del canario en detrimento del 9 conllevaría que en principio se modificase la posición de Leo Messi, pasando de la banda a su antiguo puesto de falso 9 con Pedro ocupando la banda derecha y Neymar la izquierda.

Este movimiento de piezas a priori acarrearía cambios respecto al Barcelona visto en las últimas fechas en las que un Messi en banda derecha aglutina atenciones y marcas que aprovechan en el lado débil Neymar y Jordi Alba a los que el argentino encuentra libres una y otra vez gracias a la precisión de su pierna izquierda. Con Messi en el centro y Pedro en la derecha pensábamos que veríamos un Barça mas parecido al que enfrentó al Madrid en el Bernabéu, no en vano eso fue lo que pasó en el último partido en que Luis Enrique prescindió de Luis Suárez, en el Martínez Valero contra el Elche en Liga cómo bien explicó mi compañero Jacobo Cerdido en la crónica del partido titulada, “Regreso al pasado”.

Antes de empezar el partido del domingo, la idea que tenía para este artículo era comentar lo problemático que era para el equipo no contar con un sustituto de Luis Suárez, contaros que cada vez que el uruguayo no estuviese en el XI, Luis Enrique se vería obligado a cambiar la disposición del equipo que ha mostrado una versión mas competitiva esta temporada. Incluso tenía pensado argumentar que una de las opciones que podría suplir a Suárez era Sandro, ahora en el filial. Lógicamente el canario no es capaz de hacer tantas cosas como el charrúa, pero sí que podría ejecutar las mínimas que demanda el sistema del delantero centro para que Messi tenga espacio en la banda: fijar a los centrales y picar al espacio. Ese era el artículo que tenía en la cabeza hasta que pasados 15 minutos del partido contra el Levante Messi dejó el centro del ataque y fue Pedro quién paso a ser el delantero del equipo. Decía que fijar marcas y picar al espacio era lo mínimo que necesita Messi del compañero que juegue en la posición de 9, pues eso es lo que hizo Pedro, tirar desmarques a espalda de la defensa y fijar a los centrales además de ayudar en la presión como hombre mas adelantado y mostrar buenas maneras en el juego interior. El canario no marcó pero su partido fue muy positivo y nos apuntó que a falta de Suárez quizá no sea imperativo que Messi deje el lugar desde dónde está causando estragos para volver al centro. Es cierto que tras el encuentro del domingo no podemos sacar ninguna conclusión pero el partido de Pedro supuso una grata sorpresa, aunque el canario estaba subido a la rueda de las rotaciones de Lucho este nuevo matiz visto el domingo permite al entrenador asturiano enriquecer su abanico de opciones para no tener que cambiar la disposición de un equipo que está consiguiendo que los culés vuelvan a soñar con ganar títulos a final de temporada, algo que hace un mes y medio a muchos nos parecía una quimera.