Saltaba el Barça al Parque de los Príncipes parisino por segunda vez esta temporada para jugarse el pase a las semifinales de la Champions. En las alineaciones iba a haber cambios respecto a los onces titulares de ambos equipos debido a las bajas. En este sentido los parisinos estaban mucho mas castigados puesto que Ibra y Verratti cumplían partido de sanción, Motta estaba lesionado y David Luiz que salía de lesión estaba en el banquillo. Así el PSG salía con Sirigu bajo los palos, Van der Wiel, Marquinhos, Thiago Silva y Maxwell en defensa, Cabaye de pivote con Rabiot y Matuidi de interiores y arriba Pastore partiendo de banda izquierda, Lavezzi de derecha y Cavani como punta de lanza. Por su parte Luis Enrique suplía la baja de Alves con Montoya, en detrimento de Adriano. La otra novedad era que Mascherano volvía al eje de la zaga junto a Pique siendo Mathieu quién se quedaba en el banquillo tras su buen hacer en anteriores semanas como central titular.

El Barcelona consciente de la competición que estaba jugando y del escenario, dónde los locales llevaban sin perder en competición europea 33 partidos consecutivos, salieron a contemporizar, asegurar el pase y tener el balón. En cambio el PSG pareció entrar mejor al partido consiguiendo forzar alguna ocasión, hasta que al cuarto de hora de partido Messi empezó a aparecer por zonas interiores y estrelló su típica rosquita desde el balcón del área al palo. Poco después el argentino asistiría a Neymar-tras un robo de balón marca de la casa de Busquets- para que anotase el primer gol del encuentro. Con la ventaja del 0-1 el Barça siguió teniendo la posesión pero sin decidirse a ir contra la portería parisina. La sensación era que el 0-2 estaba cerca pero el equipo seguía contemporizando y pasándose el balón sin apenas dañar al PSG. Justo a partir de la entrada de David Luiz por la lesión de Thiago Silva, Blanc cambió de banda a Lavezzi pasando a la izquierda con Pastore en la derecha y el PSG dió un paso adelante. El argentino lograba a la espalda de Jordi Alba aguantar el balón y Matuidi llevaba peligro por la zona defendida por Montoya. El buen hacer de Ter Stegen, Masche y Piqué hicieron que el Barça se fuese al vestuario con la renta del 0-1 pero con un sabor de boca un tanto agridulce: había controlado el partido cómo para haber conseguido mayor renta pero en los minutos en los que el PSG se había soltado los parisinos se acercaron al empate.

La segunda parte comenzó como había terminado la primera, con el PSG más convencido de atacar y con el Barça buscando controlar a través de la posesión pero si dañar al rival. Esto hasta que Iniesta tuvo la mala fortuna de caer lesionado y Xavi le sustituyó. El egarense disfrazado del viejo druida Panoramix entró al Parque de los Príncipes cambiando su batuta habitual por la hoz, comenzó a cortar muérdago y a preparar poción mágica para sus compañeros. Luis Suárez fue uno de los que se tomó un buen copazo para en el minuto 67 disfrazarse de Obélix aguantando las embestidas de los habitantes de Lutecia, tirarle un caño a David Luiz y marcar el 0-2. Cuando el balón llegó a las piernas de Suárez ese gol no existía, el uruguayo se lo inventó. Con el segundo gol Luis Enrique buscó reforzar el centro del campo con el recurso que ya habíamos visto en los octavos de final en el Etihad,: entrada en el campo de Mathieu como central para que Mascherano forme con Busquets en el centro del campo. En noches como esta y en escenarios de la máxima es cuando los grandes jugadores se dejan ver y Suárez que es uno de los grandes recogió un pase de Mascherano para volver a tirarle otro caño a David Luiz y finalizar con un toque a la escuadra. Otro golazo, era el minuto 79 y el charrúa-6 goles en 6 partidos de Champions- parecía que sentenciaba la eliminatoria. La mala fortuna se cebó con Mathieu minutos después desviando un disparo de Van der Wiel a la portería de ter Stegen, un gol que no debería de cambiar nada de cara a la vuelta en el Camp Nou, puesto que el botín que se lleva el Barça de París es muy grande.

Me gustaría destacar algún detalle del partido de hoy, empezando por ter Stegen. La personalidad del alemán impresiona e impone, así como su toque de balón, su determinación para salir y la manera que tiene de sobreponerse a los errores que a veces su ímpetu le lleva a cometer. Anoche dejó para la galería una parada impresionante a chut de Cavani. También toca destacar a Busquets que hizo un partidazo. Cuando el equipo está en campo contrario y encadena pases el de Badía disfruta, su robo de balón en el 0-1 clave. Destacar a Neymar no tiene mucho mérito, el brasileño aprovechó la espalda de Van der Wiel y pone otra muesca en su revólver en un partido grande. Este año ha marcado en los 3 partidos contra el PSG, en dos al Atlético y otro más al Madrid. También Messi estuvo a buen nivel, fino en el regate, asociandose y siendo un quebradero de cabeza para la zaga parisina y se agradece que ahora tenga dos compañeros de ataque que aprovechan todo lo que el argentino genera- Leo se va de París sin marcar y aún así su equipo metió 3 goles, algo que durante estos años pasados se echaba en falta. El más que sabido o marcaba Leo o el equipo no tenía gol. Y sobre todas las cosas destacar a Xavi por el impacto que ha tenido en el encuentro entrando desde el banquillo, enriqueciendo las posesiones culés, guiándolas y serenando un partido que el PSG estaba empezando a desordenar. Tener una carta así es un lujo que Luis Enrique tiene que aprovechar. El viejo druida hoy ha sido decisivo para que las hordas catalanas hayan tomado Lutecia y vuelvan a Barcelona con un pie y medio en semifinales.