Hay veces, que por mucho que nos hagamos una pregunta, esta siempre tiene una respuesta, sin embargo, cuando ésta no nos gusta, o simplemente no nos convence, esperamos que salga otra. Una misma pregunta no tiene una única respuesta, como ya vimos en el anterior artículo, y es por ello, que Pimienta nos sorprendió.

En anteriores semanas, la figura del extremo izquierdo estaba siendo la zona de menor nivel. Ya no a nivel individual exclusivamente, es que el jugador en cuestión que la regentaba, no estaba dando el contexto y el nivel para ello, por eso, el entrenador del filial cambió.

 

El cambio

 

El filial se presentaba ante su (tristemente poco) público, con un cambio en una posición bastante importante, el extremo izquierdo. El partido contra el Alcoyano comenzaría de la siguiente manera:

 

 

Como podemos ver, es Collado esta vez quien abandona su lugar predilecto, donde está maravillando en esta temporada, para acudir al rescate de la banda del filial. Su comportamiento sin embargo, no será el del extremo al uso culé, sino el de un interior acostado a banda.

Collado comienza desde la izquierda, sin embargo no ejerce de chincheta, de jugador que estire el juego culé. Alex jugará poco tiempo en esa zona, emigrando hacia una zona más interior, más en la media punta, un punto menor interior al Coutinho del primer equipo.

 

El partido

 

 

Una vez descrito esta sorpresita, el filial recibe a un Alcoyano que en los primeros instantes apretaría muy arriba, quedando esta intención en algo totalmente aislado, al menos en la primera parte. El equipo alicantino formaría con un 4-4-2 que a veces pareciera un 4-5-1 en fase defensiva, dejando esta disposición en un bloque medio para impedir la recepción entre líneas.

Aquí surge la figura de varios jugadores, por un lado, Riqui empieza a disfrutar de la base de la jugada, su rol de recoger y administrar, es algo que está mejorando. La falsa presencia de Collado en banda, proyecta a Miranda hacia arriba para abrir el campo, ejerciendo Riqui de una especie de Kroos, un jugador que distribuye inclinado ligeramente hacia la banda en los primeros compases, cuando la salida de balón es por dicha zona.

Será el propio interior zurdo el que flote por la zona interior y se centre cuando el juego se concentre en la banda derecha, creando una doble e incluso triple media punta con las figuras de Collado, Monchu o Carles Pérez.

Otro nombre propio, será el de Cuenca, que tras una temporada bastante timorata, se empieza a mostrar en la faceta más creativa. Pases interior y un cambio de banda al principio del partido. Cuenca desde este perfil no solo genera una mayor sencillez para abrir el juego a pie natural, sino que encuentra a los interiores desde la zurda e incluso la diestra. Partido muy serio e ilusionante.

 

 

Tan lejos y tan cerca, así están Marqués y Peña. El portero, que repite de titular y rompe la dinámica de rotaciones en la portería, tiene un partido consagratorio, donde saca a relucir no solo esa agilidad en la parada, sino su increíble pie. No solo es capaz de encontrar a las bandas, su pase picado fue un recurso bastante usado hacia el delantero venezolano. Marqués titular antes las ausencias de Mújica y Abel, realizaría un gran partido, y no precisamente desde el remate que se le presupone, sino desde su movilidad. El delantero salvo ciertas imprecisiones típicas de la edad, supo jugar de espaldas y ser el pivote del equipo en los últimos metros, también realizando un gran partido en movimientos laterales y prolongaciones.

 

La sorpresa esperada

 

 

Si lo de Collado por Ballou y Monchu ocupando su sitio fue una sorpresa, lo de Oriol Busquets en la segunda mitad va a dejar de serlo. El equipo visitante comenzó el segundo tramo de partido con una actitud bastante más agresiva en la presión. Sin ser una presión asfixiante en los primeros pases, su bloque subió varios metros, metiendo a muchos jugadores en campo rival.

Ante esta situación, emerge una “variable” del filial, adoptando esa forma de doble mediapunta que usa el primer equipo. Collado empieza a fluir por toda la zona central a lo Messi, quedando Carles como un elemento más ofensivo, atacando esa zona central-lateral. Los laterales empiezan a proyectarse muy arriba y la línea de interiores dibuja por momentos una tripleta de interiores, siendo Collado el encargado de buscar los espacios para dañar al rival.

En estas, aparece el pivote. Si su primera parte (y recientes y no tan recientes partidos) fue buena, la segunda fue algo a considerar. Por un lado, desde la ocupación de espacios, aunado a una exuberancia física, frenó en su mayoría de veces las embestidas del Alcoyano, fue ese “tercer central” con el que el B poco pudo sufrir. A su vez, su orientación y manejo corporal, crearon un pilar o pared donde prolongar el juego y dar continuidad a la jugada. Busquets achicaba y se movía, prolongaba cuando se le pedía, y escondía y soltaba cuando se le requería por la situación.

Fue el fortín que posibilitó que un gran Collado y un Monchu inspirado lanzando, hicieran que el filial revirtiese la situación y el filial se llevase la victoria. Wagué picó al espacio y Carles condujo, por ahí, se ganó.