Afer Lluís Cortés: Quizá no todo fuera como parece

El pasado 18 de junio el Diario Sport, de la mano de Miki Soria y Toni Frieros, publicaron la bomba que ha explotado en el Johan Cruyff: La plantilla del primer equipo femenino, de la mano de sus capitanas en nombre de todo el equipo, habría pedido la destitución de Lluís Cortés de cara a la próxima temporada.

Un triplete después y en un tramo final de temporada cargadísimo de partidos sin nada en juego más allá del honor y la deferencia profesional con el público y al juego se vivieron días de especulaciones y de dires y diretes que probablemente no estén cerca de lo que ha sucedido realmente en el vestuario del Johan.

Hay que reconocerlo, visto el devenir de los acontecimientos, la bomba que se publicó iba cargada con una buena dosis de pólvora, y ha dejado muy en entredicho a una plantilla que ha hecho historia estos dos años quedando como una especie de grupo engreído que se creería con la potestad de elegir quien debe ser el entrenador y degollar profesionalmente si fuera menester. De cara a la opinión pública serían poco menos que las culpables de todo lo que sucedido estas semanas.

Aquí no vamos a decir qué es lo que ha pasado ni originado este final tan traumático, ni lo sabemos ni, sinceramente, nos interesa lo más mínimo qué pasa en el interior de un vestuario. Si entendemos que lo que vivimos en nuestras casas no lo pregonamos al primero que nos cruzamos en la calle es de recibo pretender un mínimo respeto a lo que acaece en un equipo y qué conflicto se ha inflado hasta colmar el vaso que ha acabado con la marcha de Lluís Cortés.

En su haber hay que reconocer una cosa que no admite discusión: A nivel de juego y de resultados el rendimiento ha sido impecable y el crecimiento en el colectivo es destacable y en parte se debe a él. Lluís podrá gustar poco o mucho en el día a día del equipo pero visto lo visto es justo reiterar que Cortés es un entrenador de los buenos y tendrá la oportunidad de demostrarlo fuera del Barça.

Dicho esto, también hay que decir que gran parte de l@s seguidor@s del Barça femení la gran mayoría no eran favorables a la continuidad de Lluís desde el comienzo de temporada y durante esta crisis que ha acabado con él. Generalmente, se le ha reprochado un trato deficiente a una leyenda como Vicky Losada y por encima de todo unas rotaciones conservadoras y la escasa confianza en las chicas del filial. Cortés tenía su núcleo duro relativamente reducido y fuera de este tenían poca presencia en los onces.

¿A quién beneficia esta crisis?

¿Al grueso de la plantilla, y reduciéndolo un poco, a las capitanas? Tal y como se han ido explicando los hechos todo indicaría que ellas son las culpables. ¿Tiene sentido que ellas quisieran echar sin matices al entrenador cuando todo se ha ido dirigiendo mediáticamente en su contra? Podría ser, pero si fuera así, les recomendaría que buscaran otros asesores y amigos periodistas, porque se ha visto que las han querido poco y mal.

¿A Lluís Cortés? Evidentemente, no. Ha sido la víctima, siendo culpable o no, quién ha caído en este conflicto ha sido él. Como suele suceder, cuando se vive una guerra interna el débil siempre es el entrenador. Suele cobrar menos que los jugadores, sólo es una persona y una plantilla son más de 20 futbolistas. Por una mera cuestión numérica y económica los clubes van a la solución más sencilla.

¿Markel Zubizarreta? El exitoso director deportivo del Barça femení acababa contrato en 2022 y según se llegó a publicar en algún medio de comunicación supeditaba su continuidad a la destitución de Cortés. Si el club mantenía la confianza en el técnico de Balaguer él iba a renunciar y no seguir en el cargo. Visto lo visto, podemos concluir que si todo lo publicado es cierto Markel ha ganado la batalla.

En las próximas fechas se sabrá quién sucederá a Lluís y quien va a heredar este proyecto en su punto más álgido. Cogerá un grupo ganador y ultra competitivo que viene de un triplete. Y después de esto suele venir una caída que va a ser difícil de gestionar.

En otro punto muy importante, en 2022 acaban los contratos de las siguientes jugadoras, muchas de ellas piezas capitales de este equipo:

Gemma Font

Marta Torrejón

Laia Codina

Mapi León

Leila Ouahabi

Mélanie Serrano (recién renovada)

Alexia Putellas

Aitana Bonmatí

Lieke Martens

Mariona Caldentey

Jennifer Hermoso

Ana Maria Crnogorcevic (Recién renovada)

Asisat Oshoala

Candela Andújar

Markel Zubizarreta va a tener la responsabilidad de gestionar unas renovaciones a unas jugadoras muy importantes, en los mejores momentos de sus respectivas carreras en la mayoría de los casos, capitales dentro del club y de la sección como podrían ser los casos de Mapi, Alexia, Jenni o Aitana y con un caché ascendente que pondrá a prueba la solidez financiera de la sección en un año tan complicado como el actual producto de la pandemia.