A sus 31 años la futbolista de Carabanchel ha quedado segunda en la lista del balón de oro que ganó Alexia Putellas. Mucho se ha escrito sobre las bondades y virtudes de la capitana del Barça e imagen del Fútbol Club Barcelona, pero no tanto del talento goleador de una jugadora madrileña que ha sido la gran artillera de la liga española estos últimos años y que le permitió al conjunto azulgrana dar un salto de nivel de cara a las aspiraciones de la entidad, tanto en España como en Europa.

Hasta nuevas noticias Jenni acaba su vinculación contractual con el equipo azulgrana el 30 de junio de 2022 pero todo hace indicar que la veterana delantera seguirá marcando sus goles en el Johan. Su probable renovación no tiene discusión: Sus 30 goles en liga son una garantía que es difícil prescindir, su rendimiento la temporada pasada fue excepcional a nivel futbolístico y su jerarquía y ascendencia fueron incuestionables y capitales de cara a la Champions.

Cierto es que el Barça actual permite a sus delanteras adquirir una cuota de acierto mucho más elevada que en la gran mayoría de los equipos, pero no deja de ser cierto que el talento y el gol siempre viene caro y jugadoras como Jenni escasean como para prescindir con tanta alegría. Es, según los votos del Balón de oro, la segunda mejor jugadora del fútbol en 2021, y la decisión de mantener y retener a la madrileña no deja de ser una apuesta de presente para mantener un proyecto que está en su madurez.

Mismo protagonismo, otro rol

Con la llegada de Jonathan Giráldez al banquillo del Johan en lugar de Lluís Cortés ha supuesto estas semanas un cambio en el rol de Jennifer dentro del equipo en comparación con el que jugó gran parte de la pasada temporada.

En el equipo del triplete Lluís dejó a Hermoso como 9 de referencia, muy hábil técnicamente, goleadora y especialista para jugar de espaldas y asociarse con las centrocampistas. Con ella arriba permitía al equipo jugar con dos extremos puros en banda y disponer del trío de centrocampistas referencia del club y del juego del Barça: Patri, Alexia y Aitana.

Con Giráldez Jenni no se erige tanto como la referencia pura en la delantera del equipo culé, sino en una especie mediapunta con libertad de movimientos por todo el campo. Ese rol, esa posición, es la que más a gusto deja a la madrileña dentro de un terreno de juego y, en teoría, esto debería ir en beneficio del colectivo. La realidad es que esta libertad deja al equipo sin una referencia clara arriba, ni Rolfo ni Mariona tienen ese talento arriba y tampoco el juego de bandas, sobre todo en la izquierda, está siendo productivo y eficiente al nivel del que se llegó a plasmar la pasada temporada.

Cierto es que Jonathan ha tenido las bajas por lesión o enfermedad de Hansen, Mariona o Martens en los extremos y la de Oshoala este último mes que han dejado el margen de maniobra muy tocado. El equipo sigue siendo fiable y parece que también se responde a una gestión de egos y de probaturas para intentar dar otra vuelta de tuerca a la excelencia del 2021. Tiempo hay y aún tiene margen para recuperar a jugadoras capitales de cara a los meses clave de la temporada, pero Jenni, como sea, seguirá siendo una de las referencias de un proyecto que aspira a más.