En un mundo paralelo estaríamos siendo testigos de los últimos partidos de Xavi como entrenador azulgrana. No sería descabellado que así fuera, si el excepcional exfutbolista, leyenda tanto del Barça, como de España, hubiera ejecutado lo que indicó que ocurriría el 27 de Enero de este año, hace apenas tres meses, marchándose este 30 de Junio.

Echaríamos la vista atrás e intentaríamos identificar todo lo positivo que ha dejado atrás el de Terrasa, porque la memoria es selectiva y más cuando hablamos de un auténtico héroe en la historia de este club. Y esto no solo le ha abierto las puertas del vestuario azulgrana, sino que le ha permitido vivir con una llamativa falta de exigencia en resultados, pero sobre todo en juego.

Pero quedémonos con lo positivo. Si de resultados hablamos, no hay duda; la Liga pasada conseguida de forma exitosa, derrotando sistemáticamente cualquier atisbo de resistencia por parte de su máximo rival. Maximizando figuras como Lewandowski y Ter Stegen. Los dos ofreciendo su mejor versión. Uno, el delantero polaco, demostrando para qué fue fichado, para destrozar con goles cualquier defensa rival. El otro, el portero alemán, volviendo a sus orígnes de mejor portero del planeta, no ya por su juego de pies, único en el planeta fútbol y que directamente te suma un atacante más cuando el balón está en tu poder, sino sobre todo por volver a ser ese portero milagro que le situa en la cúspide de cancerberos del panorama internacional.

Maximizando el rendimiento individual de sus jugadores, porque, como no nos cansamos de repetir, el fútbol es de los futbolistas y eso una estrella histórica de este deporte lo entiende más que nadie. A pesar de esa maximización, fracaso estrepitoso en Europa, primero no pasando de fase de grupos, para después ser eliminado por el United en la Europa League. Complicado creer en este equipo sin el puñetazo pertinente en la mesa donde comen de los mejores comensales de Europa.

Otro aspecto a destacar ha sido, ya sea por necesidad o por su querencia a entender mejor que nadie la filosofía de este club, su capacidad para detectar y también asentar a jugadores de la cantera en la dinámica del primer equipo.

Si de descubrimientos tenemos que hablar, nos podemos quedar con dos nombres que a todos nos vienen a la cabeza: Cubarsí y Lamine. El primero un talento defensivo que no salía de la cantera desde Puyol o el mismo Piqué. Con una capacidad en la lectura del juevo y ejecución del pase al sitio justo, en el momento exacto que demanda la jugada, solo al alcance de los elegidos. A eso le sumamos que no es precisamente un jugador blando y sin embargo parco en faltas, algo de lo que suelen adolecer los defensores reconocidos por su buen trato de balón. Si del extremo hablamos, solo cabe destacar que cuando el equipo lo ha tenido complicado en estos últimos meses, ha tirado de su zurda talentosa para destrozar rivales de élite, como el mismo Madrid en el último clásico. Al pie, al espacio, pases de rosca al segundo palo, con el exterior. Talento, talento, talento a raudales que todos sabemos que tendremos años para disfrutar.

Existen otros nombres que acaban de llegar, como Fermín, que el tiempo dirán en qué se quedan. O futbolistas jóvenes de los que, por unas causas u otras, les ha costado ser diferenciales este último año, pero que seguro nos darán momentos de gloria: los Balde, Araujo, Gavi o Pedri. Veremos, solo es necesaria la manida paciencia.

Por supuesto también hay dudas en cómo se han trabajado talentos como Casadó, Guiu o Vitor Roque, pero de nuevo hablamos de auténticas joyas que con paciencia llegarán a la élite azulgrana… o no y no pasa nada.

Solo tres datos interesantes desde el punto de vista global del tandem Jan/Xavi: Reducción en 1.8 años la edad media del equipo, aumento en casi el doble de la plantilla en valor de mercado y reducción de un 20% del salario de la plantilla. Datos a tener muy en cuenta y que no deberían pasar desapercibidos. Cuando hablamos de medir una empresa, los KPIs, o indicadores del rendimiento, se definen al principio del proyecto. Y no me cabe duda que los tres antes mencionados se definieron en el momento en el que Laporta coge los mandos. OK, el Barça no es una empresa, pero creo que queda claro la importancia de fijarse objetivos no solo deportivos en un club como este.

Nos queda apenas un mes de competición donde habría que luchar por ese segundo puesto, no ya por la Supercopa y sus réditos económicos, sino más bien por empezar a sentar cimientos positivos cara al año que viene, viendo que la apuesta por Xavi se renueva. Ahora la pregunta es si es una apuesta de club o un mero «no hay otro» lo que ha empujado a tomar esta decisión. Esperemos que sea lo primero y que con Xavi no caiga Laporta. Porque si algo supongo que habrá entendido Jan es que ya no tiene red de seguridad; los Hernández son su última y defiinitiva apuesta.