El Manchester City de Manuel Pellegrini sorprendió a todo el mundo hace un año con su planteamiento contra el Barça en la ida de los octavos de final. Consciente de que el fútbol que desplegaba en la Premier, avasallador y abrasador pero solo por momentos no le serviría para derrotar a 180 minutos al cuadro catalán, el técnico chileno dispuso y propuso una actitud mucho más conservadora. La medida era inteligente, y más contra la lenta obra de Martino, pero las piezas no eran del todo adecuadas y pasó lo que tenía que pasar: un error de Demichelis decantó la eliminatoria sin posibilidad de solución para su equipo.

Este año, sin embargo, la cosa promete mejor. En el mercado veraniego, el siempre con buen ojo Txiki Begiristain detectó las carencias que tenía la plantilla para ser equilibrada, o sea, para poder optar a la Champions. El acompañante de Kompany, y el pivote –puesto del que carecían en la práctica- eran las posiciones a mejorar. Y lo hicieron sin dudar: buscando el sello de calidad Oporto.

Mangala y Fernando llegaron lejos de las estridencias que acompañan los fichajes de los nuevos ricos, pero con la presupuesta garantía de éxito para quien los conoce. El primero, central de físico exuberante al servicio de un gran talento defensivo debería completar, junto con Vincent, la pareja dominante de la Premier. El segundo, un pivote posicional sobrio y con buen toque, mejoraría automáticamente con su presencia el rendimiento de Yaya y Fernandinho, acostumbrados ambos a desplegarse, no a replegarse

Es verdad que por diversos motivos, aún no han terminado de asentarse, y puede que quizá no lleguen a hacerlo como se esperaba. Los citizen siguen siendo un equipo sin alma ni grandeza y Pellegrini está contagiando a su fútbol la misma expresividad de su rostro. Pero con todo, son dos updates respecto al año pasado, y sobre todo contra este Barça ancho y vertiginoso que exige al contrario un gran desempeño defensivo para sobrevivir.

El que sí es garantía y novedad respecto a la ida del año pasado es Agüero. El argentino por sus características puede sacar a su equipo de atrás y hacer mucho daño al acompañante de Piqué, sea Mascherano, o sea Mathieu. De su fútbol y de sus botas pasan las grandes posibilidades del actual campeón de la Premier para alcanzar por fin los cuartos de final en la competición europea. Y eso, que parece un reto inalcanzable para muchos, con él está al alcance de la mano: el delantero está a la altura de la competición.