La mayor duda con la que nos encontramos en esta temporada 2012/2013, que está a punto de comenzar, es qué Barça nos vamos a encontrar este primer año tras la era Guardiola.

Tito Vilanova no deja de ser una incógnita, quizá no tanto en el plano futbolístico, que también, pero sobre todo en el aspecto global y mediático que tan buen sabor de boca nos dejó con Pep.

Entrenar a este Barça del siglo XXI no es solamente entrenar a uno de los mejores equipos de la historia, es saber transmitir tanto de puertas para fuera, como hacia tu propio club, un mensaje. 

Comunicar, y es ahí donde todos hemos sabido reconocer la maestría con la que se ha manejado Guardiola estos últimos años, y la faceta donde quizá hemos encontrado a un Vilanova más en la sombra en dicho periodo.

Todos sabemos que es un hombre de la casa, procedente de las categorías inferiores del club, alcanzó a jugar en el Barça B para fichar por el Celta de Vigo equipo en el que militó en primera división durante tres años. Desde el año 2002 en el que se retiró, comenzó su andadura como técnico en diversos clubs como el Palafruguell, Figures y Terrasa para posteriormente ingresar como ayudante de Guardiola en el Barça B en el 2007 y continuar con este su exitosa andadura en Primera División ya con el primer equipo, con ese pequeño parón provocado por su enfermedad durante algunos meses del último año.

Todo este currículum nos hace entrever que es un entrenador imbuido en la cultura de club, y que ese convivir a diario con su amigo Pep Guardiola es seguro que, aun con el filtro de su personal punto de vista, habrá educado su capacidad de comunicación tanto de puertas para adentro, como hacia el exterior de esta institución tan especial. 
Sus primeras ruedas de prensa, zanjando la famosa polémica con Mourinho o como se ha desarrollado el tema de la Copa Catalunya, atestiguan que estamos ante un líder que gestionará con mano de hierro y guante de terciopelo los temas más candentes con los que seguro se enfrentará en su periplo como máximo responsable del primer equipo.
De su comunión con el director deportivo y por ende con la directiva, veremos si el discurso del club sigue siendo único, como cuando Pep era el único portavoz reconocido, o existen políticas dispersas. 
En el aspecto puramente deportivo, aun es pronto para sacar conclusiones definitivas. Y elucubrar sobre cual era su peso en las decisiones tácticas del equipo durante la era Pep, es precisamente eso, adivinar y dejar que la inventiva nos invada. Podríamos caer en conclusiones precipitadas, como aquella leyenda que decía que Ten Cate era la mano dura que hacía que los jugadores rindieran en la era Rijkard, una simplificación como otra cualquiera.

Lo que si podemos empezar a entrever en función de fichajes y disposiciones en estos primeros amistosos son ciertas tendencias.

El fichaje de Alba es fundamental para indicarnos que probablemente se vuelva a un 4-3-3 con dos carrileros profundos, con retorno y que te solucionan buena parte de los problemas en la salida de balón que una fuerte presión a los centrales durante el curso pasado pudo generar. En definitiva, aumenta el número de variantes a costa de la pérdida de ese gran lateral/central que es Abidal y que veremos si vuelve a la práctica profesional del fútbol.
Y aquí nos encontramos con un doble problema, tras la marcha de Keita y la pérdida de ese jugador tan específico que era el francés, en la elección del último fichaje. Con el perfil de dicho jugador, se resolverán gran parte de las incógnitas, al menos del planteamiento inicial de la temporada. 
Si finalmente se va a por una réplica de Busquets, como podría ser Song, vemos que se sigue apostando por continuidad y quizá por variar el papel de Busquets, darle más amplitud a su fútbol, hacerlo menos accesorio para darle más protagonismo. Caso de hacerse más por un Javi Martínez, primero se estaría priorizando solucionar la salida de los centrales y además se continua con la necesidad de tener perfiles distintos y mantener ese interior llegador que era Seydou, con unas características diferentes, pero con el mismo fin que tenía el malí.

Por supuesto, si el elegido es un central, está claro cual sería el problema o hueco que se prioriza, y el perfil de dicho central nos dirá la manera.

Curiosamente para estos dos puestos tenemos dos jugadores del filial que apuntan un alto grado de protagonismo en la primera plantilla en campañas venideras: Bartra y Sergi Roberto

Sin entrar a analizar a ambos, es de suponer que Vilanova, dado su nexo con la cantera, intentará priorizar y facilitar en la medida de lo posible, la integración de los posibles elementos interesante y útiles originarios del fútbol base en el primer equipo. Pero esto una vez más es pura teoría, al final a este nivel los títulos y el día a día, mandarán.

En ataque parece claro que todo se supedita a que Pedro, Villa y Alexis consigan por fin rendir al nivel esperado, una vez hayan dejado a un lado las distintas lesiones y en el caso del chileno, también adaptación, de la temporada pasada. Con la curiosa y sempiterna opción de Neymar en la recamara para un futuro próximo.

Nos queda en el tintero saber qué papel tendrá Cesc y Thiago. Incluso si el propio Messi dará una vuelta de tuerca más sobre su uso. Y todo nos lleva a buscar una solución al “dilema Xavi”, o como seguir obteniendo réditos del de Tarrasa sin penalizar la evolución del fútbol del equipo.  Y ahí Cesc puede cobrar un papel fundamental, recordando que el de Arenys fue uno de los primeros discípulos de aquel Barça de cadetes con Messi y Piqué, primer equipo entrenado por Tito en las categorías inferiores del Barça. Porque yo, personalmente, no creo que Cesc siga siendo el 9, de nuevo, veremos…

Ese último capítulo, el nuevo uso que se hace de Xavi, que algunos intuíamos podría haber escrito Guardiola, pero que apenas se abordó en sus primeras líneas durante el último curso, nos explicará bastante de la nueva personalidad del Barça de Tito.

En fin, incógnitas, muchas preguntas sin respuesta que sin duda iremos perfilando a lo largo de los primeros meses de competición. Con el barómetro del máximo rival siempre en marcha, en este caso desde el primer partido oficial de la temporada.

Gracias Pep y suerte Tito.