Estamos en parón de selecciones(que dicho sea de paso quiero empezar reivindicando que llega en el mejor momento de estado de forma del Barça y puede ser perjudicial para lo que queda de temporada) y es esa época en la que todos miramos para el verano y las posibles caras nuevas para el Barça. Yo hoy quiero pararme a hablar con una cara que ya tenemos, de la que muchos especulan sobre su salida en el próximo mercado de fichajes pero que en este final de temporada sería vital recuperarle sobretodo para la Champions. Supongo que algunos ya os imagináis que hablaré sobre Phillippe Coutinho.

El jugador brasileño llegó en enero del año pasado y como la inversión más grande de la historia del Barça. Una losa muy pesada en la que quiero detenerme porque Coutinho no es ese jugador fuerte mentalmente para controlarla y superarla en todo momento. El carioca da la impresión que necesita que el contexto sea constantemente favorable y el ambiente de cara para brillar. Entonces si es el jugador diferencial que permite a sus equipos a luchar por todo, mejora a sus compañeros y su juego da la sensación de dominio total.

En este inicio de temporada, ese contexto no se ha dado. Por múltiples factores que intentaré explicar. El primero fue la lesión del mes de noviembre que hizo tenerlo parado unas tres semanas. Al volver le costó coger el ritmo del equipo y, lo que nos lleva al segundo factor, vio la irrupción de Dembelé que hacía que su equipo prepondeara las transiciones rápidas y Coutinho no podía intervenir con su último pase y tampoco podía buscar su disparo desde lejos. El extremo francés le quitó el puesto de titular y todo el contexto positivo que necesita Coutinho se desvanecía. Además, la afición ya empezaba a impacientarse con el brasileño.

Llegó el inicio de 2019 y la situación no mejoraba ya que en el mes de febrero llegaba otro jugador que da el contexto perfecto para ‘Cou’. Arthur estaba fuera durante tres semanas y fue el momento de la temporada donde el Barça fue menos reconocible porque no conseguía tener una posesión fiable y efectiva. Coutinho seguía sufriendo.

Pero ha llegado el mes de marzo y con la vuelta de Arthur, han surgido los brotes verdes de Coutinho. Desde la posición de extremo izquierdo, el astro brasileño ha encontrado mejor su posición, teniendo a su compatriota cerca de su zona de acción y pudiendo combinar con más facilidad con Messi. Hay otro factor que ha beneficiado a Coutinho y ha sido el gran estado de forma de Luis Suárez. El delantero uruguayo se ha mostrado a un nivel parecido a 2015, con mucha más movilidad, capacidad de fijación de centrales y claridad a la hora de combinar.

Todo ello empieza a mostrar un rayo de esperanza sobre la vuelta de Coutinho al máximo nivel. Una circunstancia que el Barça necesita de manera imperiosa para luchar por la Champions. El sorteo ha deparado que en cuartos y semifinales se jugará el pase ante equipos en los que el equipo azulgrana deberá ser tremendamente protagonista con el balón y tener mucho criterio en la última zona del campo y en el último pase. Todo eso, en el Barça, te lo da Coutinho(además de Messi, que come aparte) y por eso es tan diferencial que en los partidos grandes, el Barça siga creando todo el contexto de los últimos partidos(obviando ante el Betis donde Valverde modificó su idea por controlar a un equipo que controlaba sus partidos con mucha autoridad).

Además, de cara al futuro también es vital. Hay mucha parte del barcelonismo que ve en Coutinho como ese jugador por el que se podría sacar una gran cantidad de dinero para financiar los fichajes de De Jong, De Ligt o Jovic. Para eso también sería bueno seguir alimentando los brotes verdes que hemos visto últimamente para sacar un traspaso más suculento, sobretodo para los equipos de la Premier. Pero mi opinión es que esa mejora de Coutinho se va a potenciar exponencialmente a partir de la temporada que viene si contamos los fichajes antes mencionados porque serán los encargados de llevar a la excelencia al contexto que potencia a Coutinho a que su calidad y confianza fluya para ser estrella mundial. Si esos brotes verdes se siguen regando y abonando, sería una locura talar un árbol que en los próximos años te puede dar unos frutos mucho más jugosos.