Rakitic, el punto de restauración de Valverde
Cuando dio comienzo la presente temporada el Barça había planificado el curso con un rol más residual de Rakitic y Arturo Vidal. La llegada de Frenkie de Jong al centro del campo, un segundo año de aclimatación de Arthur, el intocable Busquets más un presunto crecimiento de Aleñá ofrecían a Valverde la oportunidad de trabajar en una profunda renovación en el juego en la medular.
Los resultados, y por encima de todo, el bajo nivel de juego durante el primer tramo de esta campaña ha dejado la planificación en un punto intermedio demoledor para cualquier equipo. La idea no ha cuajado y Ernesto, que ha apostado claramente por la titularidad de De Jong y dar un rol preponderante a Arthur y dejando a Vidal y Busquets como las piezas más intercambiables. A pesar de todo, ninguna de las apuestas ha ido sirviendo para un crecimiento estructural del equipo. Leganés, el Ciutat de Valencia, Dortmund, la primera parte contra el Inter, Praga, Bilbao, etc. Han sido varias de las lamentables exhibiciones de un colectivo que no ha demostrado estar a la altura de las exigencias de la entidad.
Valverde, que es el primero que necesita ganar para no irse al paro, ha mantenido a Rakitic (intocable hasta la presente campaña por su tremenda fiabilidad en el día a día) en un rol secundario y ha dejado a Aleñá en el ostracismo más absoluto. 45’ y ninguna participación desde la primera jornada.
Ante la llegada de una de los primeros momentos clave de la temporada y el desastre ofrecido hasta ahora han obligado al Txingurri a volver a un punto de restauración y de arrancada del ordenador justo al punto anterior a la avería o infección informática de la máquina. Rakitic, que le daba fiabilidad a cambio de magia y talento diferencial, representa para el técnico extremeño ese punto en el que se siente cómodo. Con el croata, Busquets y De Jong Ernesto puede volver a aquello en lo que se siente cómodo justo en un punto álgido de la temporada con la liga en juego ante un Madrid más enérgico.
¿Qué deberá hacer el Barça ante esta situación?
La realidad es que el club debe intervenir y actuar en base a dos puntos clave. Dotar de talento al equipo y un grupo de jugadores procedentes del filial que den personalidad y un punto de agarre social de la entidad con su masa social. Y el entrenador, además de entrenar, es el responsable de gestionar el talento con la misión de respetar las metas del proyecto a todos los niveles. Por todo ello no deja de ser el entrenador del Fútbol Club Barcelona y esto supone prestigio al ganar, dinero y la exigencia correspondiente.