“Querido diario, hoy día 12 de Septiembre, ya puedo decirlo, he aprobado mi primer examen del instituto.  No es mi mejor nota, acostumbrado a sacar notables. Tampoco  sabría explicar muy bien cómo, pero ahí está, mi primer 5, algo es algo. Desde que entré en el instituto, ha sido todo un poco difícil para mí, acostumbrado a ser el Rey en el colegio. La primera vez que ves aquello lleno de niños grandes… Todos eran más altos y veteranos que yo, pero bueno… mi clase y yo somos buenos, cuestión de conocer el entorno”

Hoy no vengo a contaros mi historia, ni la de cualquier niño que por vez primera llega al instituto, más bien, creo que es esto el gran reflejo del inicio de curso del filial. Como sabréis, el filial está lleno de jugadores muy jóvenes (posee una media de unos 20 años la plantilla), con una gran base del Juvenil A que maravilló llevándo el trofeo de la Uefa Youth League, pero llegamos al siguiente paso, esto no es futbol de filiales, esto es, la Segunda B.

Mi primer día

“Ainsss, ¡mi primer día! Lleno de ilusiones y sentimientos, pero pronto choqué con la realidad. Con ser bueno no me vale del todo, estos adolescentes saben lo que hacen, y el baño de realidad que he recibido… bueno, dejémoslo en primera toma de contacto mi queridísimo”

EL primer partido del filial no pudo ser una piedra más dura y apasionante, visita a El Collao. Rival durísimo y experto, con un campo “diferente” y una grada que aprieta hasta los tapones de la botella. El filial no pudo empezar peor, gol en contra en los primeros minutos y a remar. Su mente, su primer reto.

El Alcoyano ejerció en muchos tramos del partido, una presión alta y asfixiante, que tuvieron como resultados envíos largos que Mujica no pudo templar, ergo, balón perdido. Por otro lado, se apoyaron en balones largos y segundas jugadas (de aquí nacería casi todo el peligro del equipo rival), donde se mostraron dominantes ante los centrales y centrocampistas del B.

La salida fue deficitaria, por temas propios, y claro, ajenos. Se empieza a ver mucho el recurso de Sarsanedas entre centrales para crear superioridades, y salidas exteriores, donde el rival no puede llegar. Deteniéndome un poco en este recurso, como comenté en el anterior artículo, lo ideal en Pimienta es que el pivote ejerza de nexo, con la ayuda exterior de los laterales. Sin embargo, la presión ejercida, además de una capacidad mejorable para girar de Ferran, hace que esa presión de 2+1 hacia centrales y pivote, cree ese 3 vs 3, separando al pivote de los interiores. Es aquí cuando surge la figura de Riqui, de la que hablaremos más adelante, y de los laterales y sus conducciones.

Pese a que el filial no jugó mal, se encontró con un equipo muy maduro en su planteamiento y en el ámbito mental, y una falta de suerte en el penúltimo y último toque, que hicieron que el marcador final fuese el de 3-1. Como algo a destacar, el filial acabaría el partido en una especie de 4-2-4 con Mujica y Abel compartiendo la delantera.

Mi primera demostración

“Pese a que no me salieron las cosas demasiado bien en mi primer día, pese a no hacerlo mal, decidí ajustar donde había fallado y le di una vuelta de tuercas. ¿El resultado? Me mostré como lo que soy, un gran talento… pero mi querido diario, no siempre es todo de color de rosa. Cuando mejor lo hice, de peor manera caí.”

Llega el partido vs Ejea, con la imagen nada mala del partido anterior. El gran partido de lo que llevamos de esta temporada. Aquí me detendré un poco, porque realmente me gustó mucho el equipo en términos ofensivos y generación de juego, aunque quizás no tanto en las transiciones defensivas.

La figura del pivote entre centrales, se instaura como “normal”, se protege y mejora la salida de balón ante los 2+1 o 3vs3. Salidas por fuera hacia los laterales, los cuales ejercen de nexo y además de apoyo en esa especie de estampida triple del filial. Los laterales reciben el balón en condiciones favorables, desbloqueando una triple opción: 1) Balón al extremo 2) Balón al interior 3) Conducción interior (más usada por Morer que por Miranda pese a la diferencia de nivel y aptitud).

El equipo de Pimienta es especialista en activar las alas del equipo, creando un triángulo difícil de sostener. Pongamos el ejemplo del lado izquierdo. Una vez llegados a esta zona, Miranda, Riqui y Adama se activan y crean un ataque por sí solo.  La figura de Riqui es imprescindible, ya que suele ser el interior que más baja a apoyar la salida de balón, abriéndose para crear líneas de pase que provengan del central o lateral zurdo. Desde aquí, recibe y orienta, pausa o acelera, pasa o conduce. Cuando conduce, a través del slalom, suele sortear a un rival, generando una superioridad que trasladará a la pareja Ballou + Miranda, o soltará hacia el sector derecho, donde el bueno de Carles le espera como perro a su dueño.

El filial generó mucho volumen de juego desde fuera hacia dentro e incluso viceversa, sin embargo, se encontró con un déficit que arrastra en todos los partidos. El delantero centro es “invisible”. La figura del 9 es poco buscada, genera pocas ventajas al recibir de espaldas y activar la segunda línea, limitándose en parte a la fijación de centrales e intentar darles espacio a los interiores. Por otro lado, ante el ataque por bandas, ejerce de “arrastre”, atrayendo hacia el primer palo, sin embargo, el punto de penalti, no está siendo bien rellenado y Sarsanedas no está asegurando la segunda jugada fuera del área.

Para finalizar, un cambio que hizo pasar al filial a una falsa línea de 3, con Sarsanedas como central y Mingueza haciendo de central y lateral, generando esto un cambio de posiciones entre Carles y Ballou, que creo no tuvo el efecto esperado en Pimienta. Se bucó abrir y amenazar por fuera, pero el juego interior no terminó de fluir y el área contraria no terminó de ser castigada ante las amenazas que generaban por fuera. ¿Resultado? Un “triste” 0-1, de nuevo, el balón parado, como talón de Aquiles del equipo. Y precisamente, el primer palo, jugada/zona donde el equipo tendrá que ajustar (y mucho).

Mi primer aprobado

“No me lo puedo creer, ¡He aprobado! No diré que haya sido ilógico, pero sí que no ha sido mi mejor día. Increíble, pero cierto, cuando peor lo hago, parece que me llevo el resultado… pero querido diario, esto no siempre será así. Necesitaba este 5, pero ahora voy por más, no soy conformista, eso en mi clase es impensable, vamos por el 10”

Pues el partido en el que el filial peor juego tuvo, sí que se llevo los puntos, los 3 además. Partido en la Nova Creu Alta, tras dos derrotas consecutivas, especialmente dolorosa la última.

En este último partido, el filial defendió “mejor”. ¿Por qué le pongo las comillas? Defendió mejor acosta de atacar peor. Especialmente se vio en el arma más usada por Pimienta, esa activación en forma de cascada de los flancos. Los laterales no doblaban, ni por fuera ni por dentro, los interiores no eran agresivos a la hora de generar y atraer, tampoco para pedirla en zonas donde más dañar. Los centrales pesen a tener cierta ventaja, no usaron demasiado la conducción y pase filtrado por la zona media, y simplemente se dedicaron a resguardarse en la estrechez de la banda. A los extremos se les encargó la misión de generar desde el 1×1, pero claro, sin la presencia de interior y lateral que cree un 3 vs 3 de facto, sus conducciones y regates fueron muy poco dañinos, amén del cambio y mal… bueno, catastrófico partido de Ballou, muy errático desde esa banda derecha que no es “suya”

No le pongo una alta nota a la defensa global, porque se hizo más por números que por calidad. Los laterales al no generar agresividad ofensiva, siempre creaban ese colchón por detrás del extremo que le permitían recuperar antes en traniciones defensiva. Por otro lado, la defensa del área propia, fue mejorable, creándose situaciones en las que algún jugador del Sabadell estaba solo. Los nombres del partido por presencia, fueron Ezkeita y Cuenca, por ausencia, Riqui y Carles. Y aunque sea muy difícil separar el juego del filial de esas dos bajas (capitales a día de hoy), el equipo generó premisas más enfocada a evitar las contras que a atacar de manera fluida.

La ilusión

“Querido diario, no quería despedirme sin mencionar un pequeño detalle: los exámenes son grupales. Y aunque rotamos para hacer los exámenes, la clase es muy buena, y lo será aún más, solo tienen que darnos paciencia, el profesor nos hará mejores, porque nuestra ilusión es… la ilusión de nuestras vidas. PD: El otro día llegó un niño nuevo, no creo que esté mucho con nosotros, ya que es de algún curso superior, pero es buenísimo. El tiempo que esté recuperando asignaturas, nos va a dar un plus grandísimo, esperemos no necesitarlo en el futuro, se merece estar en otro curso”